Cuatro años y medio después del referendo de junio de 2016 en el que 52 por ciento de británicos votó por poner fin a casi cinco décadas de integración.
Tras el alivio de haber logrado in extremis un acuerdo comercial posbrexit con Bruselas, Reino Unido encaraba el viernes los retos de su nueva vida, sin el yugo de la Unión Europea, y con sólo unos días para prepararse.