Costa Rica paga su derecho y votará a favor de la moratoria ballenera en CBI
San José | EFE
Costa Rica canceló ante la Comisión Ballenera Internacional (CBI) parte de su deuda y ahora podrá votar a favor de mantener la moratoria a la cacería comercial de cetáceos en la próxima sesión del organismo, programada para mayo próximo en Alaska.
La Coalición Costarricense por las Ballenas, integrada por más de 10 organizaciones ambientalistas, confirmó hoy a Efe que el país pagó hace dos semanas un total de 37.430 dólares a la CBI, con lo cual recuperó su derecho al voto.
Costa Rica forma parte de esta Comisión, la máxima autoridad mundial en ballenas, desde 1981, pero tras la votación que puso en vigencia la moratoria a la cacería, en 1986, el país dejó de pagar sus anualidades y perdió así su derecho a votar.
Según el arreglo de pago propuesto por la CBI, el país centroamericano podrá emitir su voto el próximo mayo, pero luego tendrá que continuar con los pagos hasta cancelar los más de 275.000 dólares que adeuda, explicó la bióloga Andrea Montero, de la Fundación Keto.
Semanas atrás, la Coalición, que es apoyada por grupos internacionales como Greenpeace, inició una fuerte campaña en Costa Rica para presionar al gobierno a cancelar las cuotas e ir a votar en contra del levantamiento de la moratoria ballenera, como pretenden Japón, Noruega e Islandia.
En esta campaña recibieron el apoyo de diputados, partidos políticos, e incluso el visto bueno del presidente Oscar Arias y el ministro de Ambiente, Roberto Dobles, quien aseguró a la prensa que Costa Rica mantendría su posición firme a favor de la moratoria.
Montero destacó que este paso costarricense es fundamental para la protección de estos gigantes marinos, todos en peligro de extinción, pues ayudará a inclinar la balanza en favor de las ballenas en el seno de la CBI, actualmente dividida en cuanto al tema de la moratoria.
Costa Rica es el lugar de nacimiento de miles de ballenas, tanto del norte como del sur del planeta, que buscan en sus cálidas aguas tropicales un lugar donde parir a sus crías y luego emigran a los polos.
El país centroamericano cuenta con seis de las 13 especies de ballenas que viven en el mundo, y ha desarrollado una industria turística de avistamiento de estos cetáceos que le genera ingresos importantes a las comunidades costeras.
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