Científicos buscan conocer pasado de Teotihuacán midiendo partículas cósmicas
Científicos mexicanos tratan de conocer las entrañas de la ciudad prehispánica de Teotihuacán, al nordeste de la capital mexicana, realizando mediciones de partículas cósmicas llegadas desde la estratosfera, informa hoy la prensa local.
La arqueóloga Linda Manzanilla, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aspira a confirmar que no hay tumbas en el interior de la mayor pirámide del complejo teotihuacano, informa hoy el diario Excelsior.
Localizada en un costado de la Calzada de los Muertos, la Pirámide del Sol tiene una base cuadrangular de 215 metros por cada lado, 65 metros de altura y un millón de metros cúbicos de volumen.
Manzanilla busca conocer dónde estaban los enterramientos de quienes gobernaron hace siglos el centro de México analizando con detalle los restos de Teotihuacán.
"No es claro dónde enterraban a los señores (...). Según mi hipótesis no deben estar en la Pirámide del Sol, pero es mejor hacer una tomografía y dejar de lado que no hay una cámara en su interior", declaró Manzanilla al diario.
La técnica que va a utilizar para corroborar su hipótesis es colocar detectores de "muones" (partícula cósmica subatómica de corta vida) en la base y diversos puntos de la pirámide para tratar de conocer su densidad y deducir qué puede haber en su interior.
La magna pirámide está dedicada a Tláloc, el dios de la lluvia, y el próximo marzo se colocarán en ella los instrumentos para realizar desde entonces las mediciones de las partículas cósmicas pertinentes durante un año.
Teotihuacán es considerado por la arqueóloga el centro político de la zona, donde lleva estudiando desde 1997 la vida cotidiana, ceremonial y política de sus habitantes precolombinos.
La científica mexicana ha trabajado en otros proyectos parecidos realizados en Bolivia, Turquía, Egipto y en el estado mexicano de Quintana Roo, uno de los que cuentan con restos más importantes del mundo maya.
La zona arqueológica de Teotihuacán vivió su esplendor en torno al año 500 de nuestra era y en ella vivieron entre 120.000 y 200.000 personas que la abandonaron misteriosamente años después.
Es la más visitada cada año en México y fue declarada en 1987 Patrimonio de la Humanidad por la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la ONU (Unesco). EFE