11 consejos para nutrir y despertar el cerebro
La alimentación es uno de los aspectos más importante para el desarrollo y funcionamiento óptimo del cuerpo humano, además mejora la salud cerebral en general.
Las consecuencias de una mala alimentación son disminución de la memoria, reducción de la capacidad de atención y aprendizaje, cambios en el estado emocional y la forma de comunicarse e interactuar con los demás. Por este motivo, es importante alimentarse saludablemente.
Franz Ballivián, chef asesor en nutrición y gastronomía sana, indica que “la manera en que nos alimentamos puede tener efectos beneficiosos o adversos en nuestra salud cerebral”.
Ballivián, quien también es especialista en neurociencia, comparte con los lectores algunos hábitos y alimentos que nutren y deterioran al cerebro y su funcionamiento adecuado.
Nutrientes que mantienen el cerebro despierto
1. Nutrición saludable
“Estamos sobrealimentados y malnutridos”, indica Ballivián, quien aconseja comer ensaladas todos los días. Tomar por lo menos dos litros de agua al día, reducir las grasas trans, frituras y aceites hidrogenados y reemplazarlos por frutas, frutos secos (nueces, almendras, semillas de girasol, sésamo y aceite de oliva).
Recomienda incluir en la dieta diaria cereales integrales, legumbres, frutas y verduras de la mayor cantidad de colores posibles, lácteos descremados, pescado, pollo sin piel y cortes magros de carnes rojas, además de una variedad de aceites vegetales.
2. Proteína
La proteína es esencial para el crecimiento y mantenimiento. No sólo está en la carne también se encuentra en las verduras y las frutas.
3. Hierro
Este componente es una parte importante en la hemoglobina, es decir, los glóbulos rojos que cargan el oxígeno por todo el cuerpo. Esto es importante para un cerebro joven y en desarrollo. Hígado y morcilla, frutos secos y verduras de hojas verdes contienen este nutriente.
4. Calcio y vitamina D
El calcio ayuda al cuerpo a construir huesos y dientes fuertes. La vitamina D permite que los huesos absorban el calcio. Estos nutrientes se encuentran en los lácteos y sus derivados, sardina, atún, bacalao.
5. Zinc
Es apropiado para alentar la focalización de la atención y el aprendizaje. El chocolate negro, arroz integral, huevos, maní son algunos de los alimentos que contienen zinc.
6. Vitamina B12
Ayuda a construir ADN y glóbulos rojos, también, en la función de las células nerviosas. Algunos alimentos que contienen este nutriente son el hígado, trucha, salmón, cereales.
7. Antioxidantes
Consumir sustancias que protegen las células cerebrales del daño oxidativo, como el revesratrol presente en las uvas y el vino, las catequinas en el té verde, las procianidinas en el cacao y los licopenos en el tomate.
8. Complementos y suplementos nutricionales
Ballivián aconseja consumir suplementos de omega 3, aceite de canola, omega 6 y vitamina E.
Del mismo modo, suplementos con ácido fólico, y/o vitamina B9, vitamina B12 y B6, que disminuyen los niveles de homocisteína en la sangre, un aminoácido que se considera un factor de riesgo vascular cuando está en valores altos.
Hábitos que benefician la nutrición cerebral
9. Mente en forma
Se debe mantener en forma a la mente con estimulos novedosos como escuchar música y bailar. Ejercitar el cerebro con juegos de memoria, crucigramas, memorizar nombres y números de teléfono.
10. Mente sana, cuerpo sano
El experto recomienda realizar actividad física por lo menos 30 minutos tres veces por semana y mantener un peso adecuado. Tener controlados los niveles de la presión arterial, glicemia (diabetes), ácido úrico y colesterol.
11. Cuestión de actitud
Al realizar alguna actividad, como patinar, montar bicicleta, motos y otros, siempre usar casco para proteger la cabeza de golpes. Tener una vida social activa, reducir el estrés y ser optimista y agradecido.
VÍNCULO
Franz Ballivián asegura que una buena nutrición cerebral empieza en el sistema digestivo. “Para tener un cerebro despierto tenemos que aumentar la flora intestinal”. El efecto de ciertos medicamentos (antibióticos), el estrés, así como el exceso de proteínas y azúcares simples en la dieta, puede provocar disbiosis intestinal, disfunción que no permite que exista flora intestinal. Con flora intestinal, el cerebro recibirá los nutrientes específicos para su buen funcionamiento.