“El huevo de la discordia”: ¿es dañino o beneficioso comerlo?
Se mantienen divergencias en la comunidad científica acerca del efecto de la ingesta de yemas en los niveles del colesterol sanguíneo.
El huevo es uno de los alimentos más controversiales entre los dietistas: tras décadas de estudios y debates sobre su efecto en la salud, todavía no hay unanimidad al respecto en la comunidad científica.
Si bien hace unas décadas el huevo no se consideraba saludable y algunos investigadores aludían al colesterol “malo” como factor desencadenante de infartos, esa apreciación negativa se fue suavizando con el tiempo, al punto de que en 2010 el Departamento de Salud de Estados Unidos estableció como dosis libre de riesgos un máximo de 300 miligramos de colesterol al día, un poco más de lo que contiene un huevo. Incluso, la Asociación Estadounidense del Corazón recomendó ese consumo diario.
Más todavía, la última edición de recomendaciones dietéticas eliminó todo límite en el consumo de dicho nutriente, alegando que no había justificación científica para plantear lo contrario.
Sin embargo, un nuevo estudio vuelve a desalentar el consumo de huevos. De acuerdo con un informe publicado en la revista The Journal of the American Medical Association, consumir 300 miligramos de colesterol por día se asocia con un incremento de 17 % en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de 18 % en las posibilidades de muerte por otras causas. Cuantos más huevos se coman, más alto será el riesgo, se sostiene allí.
Pero nada es definitivo. “Si el colesterol dietético está asociado con enfermedades cardiovasculares o la muerte, es tema que se ha debatido durante décadas. Se ha informado de asociaciones positivas, negativas y neutras. La literatura existente sigue siendo demasiado controvertida e inconclusa como para que los expertos e investigadores en nutrición saquen una conclusión y determinen si los huevos son saludables o no”, sostuvo Victor Zhong, coautor del estudio e investigador posdoctoral de la Escuela de Medicina Feinberg (Universidad de Northwestern, EEUU), en un correo electrónico a Time. De cualquier modo, y antes de convalidar o rechazar los huevos por completo, una columnista de The New York Times y experta en asunto de salud, Jane Brody, estudió las deficiencias de esa última investigación y la manera como se correlaciona con las pautas dietéticas actuales y otros estudios previos.
La investigación analizó los datos de seis estudios prospectivos de cohorte, realizados durante periodos de hasta 31 años, que abarcaron a 29.615 adultos. Durante ese tiempo se registraron entre ellos 5.400 eventos cardiovasculares y 6.132 muertes por causas de cualquier orden.
Para analizar la relación entre el colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura, los investigadores se centraron en el consumo de huevos, cuya yema contiene dicha sustancia. El estudio estableció que el comer tres o cuatro huevos por semana se correlaciona con aumentos de 6% y 8%, respectivamente, en tales peligros.
Brody por su parte resalta que no se trata de un estudio de intervención, por lo que es imposible decir a ciencia cierta qué habría pasado si los participantes hubieran rechazado ese alimento, sustituyéndolo por otros comestibles.
El debate de la cantidad de colesterol que se puede consumir al día se reaviva. Hay estudios parciales e inconclusos
MITOS SOBRE EL COLESTEROL Y SUS RIESGOS
Los consumidores habituales deben prestar atención a dos otros aspectos importantes. El primero es qué otros productos dominan en su dieta. Las grasas saturadas de carnes rojas y los productos lácteos no desgrasados tienen un efecto más fuerte para los niveles de colesterol y en el riesgo cardiovascular que el del colesterol dietético.