El "detox" digital, una tendencia que gana fuerza en Bolivia
¿Recuerdas cuántas veces tuviste que volver a tu casa porque olvidaste tu dispositivo móvil? o ¿te ha llegado a doler la muñeca por el uso excesivo de tu celular? Con seguridad, sí.
Hoy en día es difícil imaginar la vida sin ese aparato. Dependemos de las pantallas para todo. Si no es el celular, es el computador o las tabletas. Estamos permanentemente conectados, pero a su vez desconectados de la realidad, de lo que nos rodea.
Frente a ello, en Bolivia, al igual que otras regiones del mundo, irrumpe el "detox digital", una tendencia que avanza y a la cual se suman cada vez más personas. El fenómeno busca generar conciencia acerca de cómo seguir conectados con nuestra vida real y aun así tener una experiencia digital, además evitar caer en la tecnofobia, coinciden especialistas en el área.
"El uso y acceso a los teléfonos es positivo en la medida que nos traen beneficios pero que sí, eventualmente, dicho uso se torna negativo cuando resta importancia a las otras actividades", expresó Marcelo Durán, consultor en TIC.
Sin embargo, la iniciativa va más allá y tiene que ver con la necesidad de limpiar tu acceso a las plataformas digitales en términos de eficiencia y optimización en el uso del tiempo y el tipo de contenidos que se visitan para hacer un uso responsable y razonable de las tecnologías.
"El `detox´es positivo en la medida en que un usuario siente que necesita limpiar su estilo de conexión, identificando algunas buenas prácticas como: dejar el teléfono a la hora de comer, tener horarios para acceder a los dispositivos, asignar prioridades al tipo de contenidos que se visitan y al uso que se da al dispositivo", remarcó Durán.
Para Luis Muñoz, Life coach y cofundador CochaHike*, este fenómeno da bienestar, mayor productividad, mejores relaciones interpersonales y serenidad.
Estudios en el área indican que a medida que aumenta la dependencia del usuario, se incrementan sus niveles de ansiedad. Se estima que en promedio usamos el celular 4.7 horas por día.
Esta dependencia a la tecnología es estudiada e interpretada desde hace mucho tiempo y trae consecuencias como la falta de atención, el silencio prolongado y hasta el sedentarismo, de acuerdo al psicólogo y analista en el área Marc Masio.
Para Durán, eventualmente, existe una necesidad de estar conectados, de tener prendido el teléfono por lo urgente, o de leer notificaciones por lo inmediato. "Esta sensación de estar permanentemente `haciendo algo´ produce un estrés en cuanto que `estar conectado´ no es placentero, sino parte de una permanente tarea inconclusa", agregó.
En esa línea, Muñoz dijo esta dependencia puede generar mucho sufrimiento. "Depresiones y baja autoestima, son algunos de los resultados de éste", agregó.
La desintoxicación no solo tiene que ver con tomarnos un respiro, sino de hacer un uso responsable de los artefactos tecnológicos y, sobre todo, de tomar conciencia de que lo revolucionario de los mismos no es que piensen por nosotros, sino con nosotros.
* CochaHike es un campamento donde no es permitido el uso de celulares o dispositivos tecnológicos.
Opiniones
Pascual Girons, experto en Inteligencia Emocional
“Evidentemente estar disponible y visible es casi un deber más. Lo que ocurre es que nuestra relación con los dispositivos nos puede llevar de un deber a una obsesión adictiva y ahí es cuando esta tarea puede ser nociva y dejar de ser realmente positiva”.
Marcelo Durán, consultor en TIC
“Hay que identificar algunas buenas prácticas como: dejar el teléfono a la hora de comer, tener horarios para acceder a los dispositivos, asignar prioridades al tipo de contenidos que se visitan y al uso que se da”.
Luis Muñoz, Life coach y cofundador CochaHike
"En Bolivia y casi en todos los países del mundo se ha creado esta dependencia. La tecnología avanza tan rápido que ni nos dimos cuenta que rato pasó, pero sí debemos comenzar a tomar medidas para que no nos afecte negativamente".