El ansiado y cada vez más escaso dólar
El dólar se ha convertido en una divisa cada vez más difícil de conseguir en Bolivia. Si los periodos de escasez alcanzaron su pico durante el primer semestre de esta gestión, percibiéndose después una leve mejoría, el 2023 cierra de nuevo con una marcada ausencia de la divisa norteamericana y con un tipo de cambio paralelo cercano a los 8 bolivianos.
El 2022, ya comenzaron a presentarse señales de la escasez del dólar y de lo difícil que se le hacía incluso al Gobierno hacerse con la moneda para pagar la deuda externa y las costosas importaciones subsidiadas.
En mayo del 2022, ante la inminente caída de las Reservas Interancionales Netas (RIN) -para entonces estaban en 4.500 millones de dólares-, el BCB ordenó a las empresas públicas “repatriar” sus dólares del extranjero.
Empezando el 2023, en enero, el banco lanzó el “bono remesa” destinado a capturar las remesas en dólares enviadas por los bolivianos en el extranjero.
Ya para febrero de este año, cuando las RIN habían caído a 3.100 millones, el Banco Central de Bolivia (BCB)ofreció un tipo de cambio especial para los exportadores en su afán de capturar más divisas. Entre marzo y abril, la situación era desesperante. El dólar en el mercado informal se cotizaba en 7,40 o más, cuando el tipo de cambio oficial era (aún es) de 6,86-6,96 bolivianos.
Ni los bancos ni las casas de cambio vendían dólares y los primeros comenzaron a elevar sus comisiones por transacciones con esta moneda. El BCB habilitó la venta directa a través del Banco Unión y largas filas se formaron en puertas de su edificio principal, las cuales llegaron a extenderse en más de tres cuadras.
La solución vino con la venta a través de internet, suspendiendo así el método presencial. Sin embargo, el sistema digital no fue mejor, muchos usuarios reportaron fallas, periodos de espera de más de tres meses para conseguir una cita, o directamente la imposibilidad de hacerlo.
¿El oro es la salvación?
La demanda de divisas tumbó las RIN de forma más acelerada. En mayo se implementó la llamada “ley del oro”, que tenía como objeto principal (al menos en el papel) el fortalecimiento de las reservas a través de la compra de oro local. Aunque se adquirieron (hasta principios de diciembre) casi 2 toneladas de oro, se terminaron vendiendo 17, casi la totalidad de lo permitido, pues debe mantenerse una reserva de al menos 22 toneladas.
El Gobierno ve el oro como una de sus mejores opciones para elevar el flujo de divisas al interior del país. El Estado quiere acelerar su compra para cambiarlo por divisas rápidamente en el mercado internacional.
Para ello, ha facilitado las condiciones que tienen los productores locales para vender su oro, ha puesto restricciones a las exportaciones, y ha reabierto sucursales de la Empresa Bolivian del Oro (EBO). Además, se perfila dar un mayor impulso a la producción estatal de oro.
Los analistas advierten que todas estas medidas tienen un fuerte tinte “estatista”, es el Estado el que tiene un rol central en la apropiación de los dólares. Y ahora del oro.
El exdirector del BCB José Espinoza calificó las decisiones adoptadas por la administració de Luis Arce como una priorización de la economía del Gobierno, antes que la del país en su conjunto.
“El mensaje es claro, vamos a defender la economía del Gobierno a costa de la economía del privado”.
Una de las medidas más recientes que van en desmedro del sector privado y que buscan la captación de dólares por parte del Gobierno fue la restricción de inversiones en el exterior ejecutadas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI). Las Sociedades Administradores de Fondos de Inversión (SAFI) sólo pueden invertir un 5 por ciento de su cartera en el exterior. Las entidades financieras hasta un 8 por ciento.
Empresariado preocupado
El sector privado es golpeado por la falta de dólares y expresa su preocupación exigiendo un trabajo coordinado con el sector público y mayor flexibilidad para invertir y exportar.
El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, expresó la necesidad de liberar exportaciones para incrementar el flujo de divisas. Asimismo, señaló que es necesario hacer más atractivas las inversiones en el país.
Dijo que actualmente las exportaciones constituyen la principal fuente de divisas para el país, ya que las remesas y la inversión extranjera directa, no están en su mejor momento. El aumento de la deuda pública también se ha convertido en fuente de divisas.
Todo ello ha provocado que las calificaciones del país en el mercado internacional bajen, con pronósticos desalentadores si es que no se da un giro en el modelo económico que el Gobierno viene implementando desde hace años, el cual ha sido defendido en distintas ocasiones por el presidente Luis Arce.
Gary Rodríguez Gerente del IBCE
El tipo de cambio es el macroprecio más importante de toda economía porque tiene que ver con la estabilidad macroeconómica y de la moneda nacional”
Marcelo Olguín Gerente de la CANEB En las reservas tenemos menos de lo necesario para las importaciones que demanda el país. Entonces esos dólares están saliendo del sector privado”
JOSÉ ESPINOZA Exdirector del BCB
El Gobierno defiende la economía de su Gobierno. El resto, familias y empresas, no le importa. Arce pasó a tratar de capturar divisas de los exportadores”