Madres ayer y hoy, el rol que trasciende los cambios

26/05/2019

El tiempo pasa y los cambios son inevitables. En las últimas dos décadas, una de las transformaciones más relevantes se dio en la forma de percibir a las madres, quienes además de ser mujeres, esposas y jefas del hogar representan, en muchos casos, el sustento de una familia.

Las mujeres de hoy son multifacéticas y reflejan a una generación nueva, acompañada del salto tecnológico que revolucionó la vida social, familiar y el papel que desempeñan en los diferentes ámbitos de la sociedad.

"A pesar de que la mujer tiene un logro educativo muy alto, la actitud de poca colaboración y el pensamiento de que ellas son quienes deben hacer todo lo que se refiere a la casa, hace que estén frente a una situación de sobrecargada", explica Carmen Ledo, coordinadora del Centro de Planificación y Gestión (Ceplag-UMSS).

Esta sobrecarga de tareas hace de la situación de una mujer más vulnerable. Sienten constantemente la presión de demostrar ser competentes en los campos familiar y laboral, siendo éste uno de los mayores retos, a diferencia de años atrás.

En los años 60 la vida de la mujer giraba en torno a su hogar y la crianza. Era la época en que sólo dos de cada 10 tenían un trabajo remunerado e igual número aspiraba a un título profesional.

Tres décadas después, se dieron cambios profundos. Este sector se empoderó y accedió masivamente a la universidad y con ello se comenzó a posponer la maternidad.

En la actualidad, la participación laboral de las mujeres se incrementó considerablemente, pero hay una dualidad. Es decir, dividen su tiempo entre los quehaceres del hogar, la familia y el trabajo.

Jornadas que terminan al otro día

La búsqueda del equilibrio entre ser madre, profesional, mujer y, en muchos casos, esposa, se traduce en la reducción de horas de sueño. Muchas cumplen las horas laborales y al llegar a sus casas siguen trabajando.

Para Rosaura Zambrana, la familia y los hijos son algo sagrado, especialmente éstos últimos que son "para las madres un pedazo de ellas mismas".

Rosaura tuvo cuatro hijos y el primero llegó cuando apenas tenía 21 años, lo que significó muchos sacrificios.

"Me levantaba temprano, a las cinco de la mañana para dejar la comida hecha y los dejaba con algún vecino (a mis hijos) Regresaba y lavaba las ropa hasta las 2 de la madrugada. Me gustaba siempre verlos limpios. Después me levantaba a las seis para cocinar y volver a comenzar", recordó.

Rosaura repartía su jornada entre el trabajo y los estudios, sin descuidar su familia. "Los tiempos cambian, pero no el sentimiento y el amor, ese lazo no se cortará nunca".

Colaboración

Rosaura cuenta que en muchas ocasiones se enfrentó a situaciones de machismo, pero esa no fue una razón para abandonar sus sueños, sino por el contrario seguir y demostrar que se puede. "Podemos hacer muchas cosas".

Rosaura apostó por luchar y nunca me rindió. Hoy a sus 62 años continúa trabajando y cuenta orgullosa sobre sus logros "Estoy ahí para ellos siempre".

Para Ledo, quien realizó innumerables estudios sobre la familia y el rol de las mujeres dentro el hogar, el tema de la solidaridad de los hijos y las parejas es un tema esencial. "La división de roles dentro del hogar retomaría aquella célula básica que es la familia. Todos pueden hacer las tareas del hogar", plantea.

La mayoría de las madres que trabajan están constante pensando en sus hijos. "Es ahí cuando viene el reto y la angustia".

La cooperación es determinante. Mientras muchos padres, del pasado, no se involucraban directamente en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas, en la actualidad hay hombres que además de ser esposos, son compañeros y brindan su apoyo.

En el ámbito del empleo y la fuerza de trabajo, en Cochabamba existe inequidad en cuanto a oportunidades, condiciones y estabilidad para las mujeres, quienes realizan labores autogeneradas, precarias e informales, según el estudio ¿Hacia dónde va la economía y la fuerza laboral cochabambina?, realizado este año por el Centro de Planificación y Gestión (Ceplag-UMSS).

La maternidad y la tecnología

Todos los cambios vinieron de la mano del salto tecnológico. Hoy se puede acceder a un sinfín de información para resolver la lista infinita de dudas a la que todas las madres se enfrentan. Además de la ayuda de las llamadas "doras", esos "maravillosos" electrodomésticos que restan el quehacer en el hogar.

Para Roxana Ayaviri Zambrana, hija de Rosaura, una madre actual tiene muchas ventajas. El hecho de contar con un lavarropas, entre otros artefactos, hacen que ese tiempo pueda ser empleado en otra actividad.

"No es que se reduzcan los quehaceres de la casa, al contrario creo que aumentan. Se trata de organizarse", dice la madre de dos hijos, esposa, mujer, Licenciada en Comunicación, Derecho y a punto de concluir la tercera carrera; además de ser maestra de Taekwondo.

Roxana cree que a pesar de los cambios, la mujer se supo mantener firme, con la misma energía, pasión y entusiasmo. "Trabajamos, pero estamos pendientes. Siempre estamos en todo, tratando de que una hora del día dure tres y aprovechando todo el tiempo".

Con brillo propio

Para Verónica Ayaviri Zambrana, otra de las hijas de Rosaura, una mujer nunca debe dejar de prepararse, a pesar de no tener apoyo y de las dificultades que se presenten.

"El hombre es un complemento, pero cuando una mujer brilla, no siempre brillará al lado del hombre, sino que tiene un brillo propio y tenemos que demostrarlo", dice con una sonrisa orgullosa la Licenciada en Fisioterapia y Derecho, pero además campeona departamental de Taekwondo, a nivel nacional.

En Cochabamba, las mujeres siguen siendo relegadas de realizar actividades relacionadas a servicios sociales y personales; además de las labores del hogar, impidiendo su inserción adecuada al mercado de trabajo. Todo ello se traduce en desempeñar doble o triple jornada, muchas veces, no reconocida y no remunerada.

Todos los días son un reto para las madres, mujeres incansables y luchadoras, que siempre sacan tiempo de donde no parece haber. A aquellos seres considerados “maravillosos”, fuente de vida, celebramos hoy, como cada 27 de mayo en Bolivia, por su rol dentro la familia y la sociedad. ¡Felicidades!

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Giuliana Jaldín

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Daniel James / Pablo Rivera

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Gerardo Bravo