Mujeres ocupan apenas el 12,66% de puestos en juntas directivas en Bolivia
Fabiola Chambi
Equidad de género es un pedido recurrente en diferentes espacios en los que la mujer aún no logra acceder a las oportunidades para consolidarse en el mundo empresarial.
Son buenas noticias cuando una gran corporación anuncia el liderazgo femenino en su junta directiva, pero es noticia porque sigue siendo novedad. Aún los hombres son mayoría en los espacios de poder.
A pesar de los avances, la brecha persiste y esta realidad es revelada en la investigación “Mujeres en la Bolsa de Valores”, que por segundo año consecutivo presenta datos de 15 países de América Latina y España.
La presencia de mujeres en las juntas directivas de 71 empresas que cotizan en la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) solo alcanza el 12,66%, es decir, por cada mujer hay siete hombres en los consejos. Un dato que muestra aún una participación femenina significativamente más baja en comparación a la de los hombres.
En la región, en los 16 países analizados, entre 2019 y 2020, los sitios ocupados por las mujeres en los consejos de administración de las empresas, solo llegan al 13,24%, lo que significa un crecimiento de apenas 1,18 puntos porcentuales. Hay 6,5 consejeros por cada mujer; en la anterior gestión eran 7,25.
Un dato que llama la atención es que si bien en casi todos los países se registró un avance hacia la paridad de entre 0,07 y 3,4 puntos porcentuales, Bolivia muestra un retroceso, al igual que Nicaragua.
Además en el país el porcentaje de empresas que cotizan en la bolsa sin ninguna mujer en su directorio es 36,62%.
“La brecha de género se amplía aún más en cargos jerárquicos de decisión, incluidos directorios o asambleas, en algunos rubros como el financiero”, asegura la coordinadora de Campañas e Incidencia de Oxfam en Bolivia, Verónica Paz.
Paz también considera que existe segregación horizontal porque hay una mayor concentración de mujeres en puestos considerados “tradicionalmente femeninos”, es decir, asociados a la división sexual del trabajo. “En el sector privado, en especial el de empresas mediana y grandes, existe una sobrerrepresentación de mujeres en oficios de limpieza, secretarias o asistentes de dirección. Y en los niveles técnicos parece haberse logrado una mayor equidad de género”.
También la segregación vertical es evidente porque existe una menor e incluso casi inexistente representación de mujeres en cargos ejecutivos como gerencias, direcciones, y subgerencias. “Ambas formas de segregación se refuerzan”, añade la especialista de Oxfam.
Las cuotas de género aún no están consolidadas en el sector privado especialmente en los consejos de administración, y por eso resulta más difícil cuestionar las políticas que emplean para tomar decisiones, aunque hay algunos sectores que están considerando cambios en su administración con esta perspectiva.
Uno de estos ejemplos se dio recientemente en Bolivia con la incorporación, en diciembre de 2019, de Paola Lorena Carrasco, como gerente general de ENDE Guaracachi S.A., siendo la primera vez en la entidad energética que se considera a una mujer para este puesto de liderazgo.
Con 35 años, un doctorado en Economía, títulos en Administración de Empresas e Ingeniería comercial, además de tres maestrías y amplia experiencia a nivel internacional, Carrasco siente que este es uno de los mayores desafíos de su carrera y tiene el nivel para asumirlo.
Carrasco cuenta a Los Tiempos, que recibió el nombramiento con esperanza de que se puedan abrir más opciones para las mujeres en Bolivia. Sin embargo está consciente de que "aún no estamos en un nivel para poder indicar que hay paridad de género en ningún país de mundo y países latinoamericanos van de manera más pausada porque todavía tienen que avanzar en otras esferas para que la igualdad de género ocupe un sitial importante”.
Si bien en Bolivia, existe al menos una empresa con 8 asientos ocupados por consejeras, la mayoría de las compañías tienen 1 consejera.
Este cambio en las políticas empresariales está relacionado con la visión de tener más modelos competitivos y buscar soluciones más cooperativas y colaborativas, explica José Gabriel Espinoza, economista y director del Banco Central de Bolivia (BCB).
Sin embargo, aunque en Bolivia existe al menos una empresa con asientos ocupados por consejeras, la mayoría de las compañías tienen 0 consejeras.
Espinoza considera que hay mujeres capacitadas para asumir roles de dirección y necesitan ser visibilizadas.
En el ranking presentado en esta investigación, México es en segunda oportunidad, el país con menor porcentaje de asientos ocupados por consejeras en las empresas, con 7.74%, con solo 0,56 puntos porcentuales de avance. Al otro extremo del ranking, Costa Rica mantiene su liderazgo y avanza 1.42 puntos en el porcentaje de consejeras.
Bolivia ocupa el puesto 11 en esta lista.
El contexto electoral marca este año a Bolivia con una relación directa en la economía; sin embargo, el gerente general de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV), Javier Aneiva se muestra optimista y proyecta alcanzar los mismos niveles del año pasado, “llegando a negociaciones que ronden los $us 12.000 millones”.
“Todo depende de las condiciones económicas y de las acciones del gobierno que venga, respecto a las inversiones, exportaciones, importaciones, gasto y déficit público, variables sociales, entre otros. Tenemos la esperanza que todo será mejor”, asegura a Los Tiempos.
Aneiva está convencido de que la posición de la mujer en puestos gerenciales será más alentadora en los próximos años y que ahora la BBV está siendo un ejemplo en el sector privado nacional.
“En el directorio de la BBV hay nueve personas, de las cuales tres son mujeres; de los dos síndicos una es mujer, y las gerencias, jefaturas y personal en general tienen la misma tendencia (48% de los empleados, 33% de los gerentes 44% de los jefes y 54% de los analistas son mujeres), por lo que se puede concluir que -en general- en la BBV casi el 50% del personal, ejecutivo y no ejecutivo, es femenino”, detalla Aneiva a Los Tiempos.
Aunque los datos son concluyentes respecto a desigualdad, el gerente de la BBV sostiene que la participación en las juntas directivas se genera en igualdad de condiciones porque no hay puestos menos valiosos que otros. "Cuando una persona, sea hombre o mujer, llega al Directorio tiene exactamente los mismos derechos y obligaciones, al igual que opinión y voto".
"En el caso de las instituciones financieras –valores, banca, seguros y otros– es muy difícil hablar de que una mujer que ocupa un puesto en el directorio tiene menos poder que un hombre, que también ocupa un puesto en el mismo, ya que son instituciones reguladas, siguen un gobierno corporativo y cumplen estándares internacionales", añade.
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La situación económica de las mujeres, según el reporte 2020 del Gender Gap del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) es preocupante: “Cerrar la brecha tomará 257 años”.
"Mujeres en la Bolsa de Valores 2020" es también un parámetro para ver más allá del ámbito empresarial porque refleja las fuertes señales de discriminación y segregación que impactan negativamente en la paridad de género.
Ante este panorama, la coordinadora de Campañas e Incidencia de Oxfam en Bolivia, Verónica Paz, considera que se puede lograr una mayor participación de la mujer en el mundo del trabajo remunerado, y los espacios de decisión, pero esto implica asumir medidas en diferentes frentes.
"Desmontar los imaginarios sociales que reproducen la división sexual del trabajo como las creencias de que las “hombres son mejores ejecutivos de empresas que las mujeres”, o que “las mujeres son mejores cuidadoras que los hombres”.
También es clave la gestión de la empresa privada en coordinación con el Estado para alcanzar un sistema integral de atención a las mujeres, aunque esto deba significar revisar normativas y mejorar las políticas gubernamentales.
Bolivia tiene la participación laboral femenina más alta de la región (66,6%) y una tasa menor a la media de dedicación exclusiva a labores del hogar (19,5%). Es decir que las mujeres dedican menos horas semanales que los hombres al trabajo remunerado, y trabajan con mayor frecuencia a tiempo parcial. En el municipio de Cochabamba, la ley municipal aprobada en 2019 que tiene como objetivo promover la corresponsabilidad familiar y social, es pionera en el país.
Surgen alianzas e iniciativas, la realidad de la brecha de género no es negada, pero hace falta mucho más de lo que se está haciendo ahora para que la igualdad sea el lenguaje común en los espacios públicos y privados de América Latina y el mundo.
En Bolivia, LOS TIEMPOS es el medio aliado de esta iniciativa regional impulsada por el Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) de México junto a La Nación DATA (Argentina), El País (Brasil y España), Cuestión Pública (Colombia), Semanario Universidad (Costa Rica), Plaza Pública (Guatemala), Managua Furiosa (Nicaragua), Metro Libre (Panamá), El Surtidor (Paraguay), Wayka (Perú) y La Diaria (Uruguay).