La rana de árbol (Scinax quinquefasciatus) es tan diminuta que cabe en la palma de una mano, pero su presencia en Galápagos encierra un inmenso enigma, pues el archipiélago no siempre proporciona condiciones ambientales favorables para los anfibios, por la falta de reservorios de agua dulce o vastos bosques húmedos, importantes para la reproducción.