
La identidad de Bolivia en nueve sombreros
Yvonne León
Cada uno de los departamentos del país, tiene un sombrero particular con que se suele identificar a la región. Las prendas pasan a ser la primera piel, carta de presentación y la identificación de una época.
Si bien no existe mucha bibliografía que hable exclusivamente de esta prenda, poco a poco existe un acercamiento a la moda boliviana y sus procesos históricos.
El mestizaje, las imposiciones, la materia prima de la época y la mano de obra de los artesanos juegan un papel importante para determinar la vestimenta, según explica Danitza Guzmán, directora de Buenas Vibras Bolivia que trabaja en un diccionario de moda nacional.
"La moda es un conjunto de prendas de vestir, adornos y complementos basados en gustos, usos y costumbres que se utilizan por una mayoría durante un periodo de tiempo determinado y que marcarán tendencia según la duración del mismo, si nos dejamos guiar por este concepto y por lo que representa cada una de las danzas, podemos decir que fueron desarrolladas por esos gustos, inquietudes y sensaciones al ser gestadas, por lo que la moda en esa época logró trascender y ya es parte de nuestra cultura boliviana", detalla Guzmán.
La Paz
Uno de los íconos más fuertes es el sombrero de la chola paceña, que denota un estatus social y poder económico, al punto de instaurarse como símbolo de la ciudad por medio de la Alcaldía.
"Entonces tiene al departamento de La Paz irrefutablemente con el sombrero de chola, de la mujer de pollera o el bombín", explica la historiadora y experta en moda, Sayuri Loza, quien es hija de Remedios Loza, la primera mujer de pollera en convertirse parlamentaria y en incursionar en radio y televisión.
Oruro
El proceso histórico de la ciudad de Oruro da un contexto diferente a este lugar, pues si bien hasta mediados del siglo XX, la chola orureña portaba un sombrero, este elemento se perdió por completo y en la actualidad no lo llevan más.
Sayuri Loza explica que el orgullo número uno de los orureños es el Carnaval y que por tanto su elemento de identificación es la máscara de diablo. Esto considerando que se habla sobre los elementos que se portan en la cabeza.
Potosí
Esta región es conocida mundialmente por la riqueza de sus minas, y que cambiaron el rumbo de la historia. Aún ahora, el papel de los mineros tiene una fuerte presencia en los estratos políticos al punto de que los diputados potosinos asisten a las reuniones y actividades portando su casco para distinguirse.
"Hay dos sombreros: de la chola potosina, que es parecido al de la chola paceña, pero al igual que en el caso de Oruro se ha ido perdiendo está identidad y ha sido sustituido por la herencia tradicional de la minería, y es el casco del minero", explica Loza.
Cochabamba
Las mujeres cochabambinas demostraron en diferentes hechos históricos su valentía y fuerza. Como en la batalla del 27 de mayo de 1812, donde heroínas anónimas resistieron el ataque de los españoles.
Si bien las mujeres solían usar paños para cubrir su cabeza del frío y del sol, con los años llegó la moda del sombrero.
Melvi Mojica, representante del Centro Encuentro Intercultural Andino Amazónico Chaqueño, y viuda del antropólogo y gestor cultura Wilfredo Camacho, con quien realizó estudios para la revalorización de las costumbres, explica que el sombrero de copa alta con un lazo negro se instauró como un símbolo, debido a los cambios sociales de la época que coincidieron con esa moda.
Mojica explica que los registros y testimonios ubican al sombrero blanco en la década de los años 50. En esa época también se da la revolución del 52' que logra que las mujeres puedan sufragar y que su voz se tome en cuenta.
Mientras que en los valles altos de Cochabamba se produce el levantamiento campesino. Imágenes de campesinos hombres y mujeres usando sombreros con sus herramientas en alto dan cuenta de ello.
"Sabemos también que los procesos revolucionarios de nuestro país se han gestado en los valles cochabambinos. A partir de todo este proceso es que la mujer logra tener relevancia, distinguiéndose también por el uso de este sombrero que es muy parecido en la forma de un sombrero de copa alta y ala ancha", explica Mojica.
En esta época en la que también llega la modernidad a la Llajta, con las calles asfaltadas y los avances en la construcción del estadio Félix Capriles, que se logró gracias al impuesto a la chicha, rubro dominado por las mujeres.
Este sombrero hecho con tejidos y enyesado, fue perdiéndose debido a que su cuidado era complicado. En la actualidad, las mujeres reemplazaron está pieza por sombreros más livianos elaborados de telas chinas y endurados con pegamento blanco.
"Como nos decían las abuelas: "Es que eso ya es pesado es difícil de mantener, porque sí había que tener mucho cuidado con los primeros sombreros porque estaban enyesados se caían y se rajaban, se desportillaban, en eso deberíamos habernos preocupado de mejorar las técnicas buscar otros materiales que sean más livianos, que sean de menos cuidado porque eso argumentan las abuelas, y ha ido desapareciendo", comparte Mojica.
También manifiesta que es necesario revalorizar su uso, pero dando opciones de los materiales de elaboración.
"Hagamos conciencia para conservar en la memoria colectiva este ícono, este valor trascendental de lo que significa el valor de la mujer cochabambina y no tomarlo como algo folclórico o algo para la foto o algo para el turismo", señala.
Chuquisaca
La historiadora y experta en moda, Sayuri Loza, explica que Chuquisaca es un caso particular porque si bien se usaba un sombrero modelo fedora, este fue desapareciendo y su símbolo son las monteras que se emplean en la danza del pujllay.
"Creo que los chuquisaqueños se están aficionando mucho al casco del pujllay porque me imagino que están mirando más al lado indígena masculino", considera.
Santa Cruz, Pando y Beni
Si bien los tres departamentos tienen diferentes procesos sociales e históricos, comparten el mismo clima y los frutos de su tierra, incluida la palmera de saó con que se hacen los sombreros tejidos con sus fibras que pasaron al imaginario de la colectividad como símbolo del oriente.
En "Pando, Beni y Santa Cruz el sombrero de saó se ha convertido en el símbolo camba por excelencia. Es innegable. No es un sombrero específicamente de danza, es un sombrero que se utilizaba para trabajar en la siringa y también para trabajar en los sembradíos de cacao, de caña de azúcar y actualmente de soya", manifiesta Loza.
La palmera de saó crece en la localidad Paurito de Santa Cruz, donde muchas mujeres entrelazan las fibras hasta dar forma al típico sombrero de saó. La forma de elaboración forma parte de un conocimiento heredado de una generación a otra.
Esta prenda forma parte de la identidad del oriente boliviano, tanto que el escritor beniano Pedro Shimose le dedicó la letra de un taquirari muy popular: "El sombrero de Saó".
Además, fue uno de los símbolos con los que se recibió al tenista beniano Hugo Dellien tras una gran gira que realizó como preparatoria para el Ronald Garros.
También existen pequeños avances para preservar las zonas de las palmeras y de este objeto como identidad.
La Ley 3708 del 9 de julio de 2007 "declara e instituye como símbolo cultural cruceño al sombrero de Saó, elaborado artesanalmente con las hojas de la palmera de saó".
"Exhortando a las personas y autoridades públicas y privadas usarlo como muestra de respeto e identificación con los valores cruceños en todos los actos cívicos patrios, efeméride departamental, feriados y fiestas religiosas notables", manifiesta el documento.
Tarija
En Tarija el sombrero que aún se puede encontrar es uno blanco pequeño para las mujeres y otro oscuro para los varones, que generalmente acompaña su baile típico, fechas conmemorativas y otras ocasiones especiales.
"El sombrero tarijeño es único en su género, es tocado por excelencia y que igual es una región con una identidad muy fuerte. Utilizan todas las mujeres tarijeñas la utilizan, cantantes, bailarinas", explica Loza.
Para Mojica, el sombrero de la mujer tarijeña está ligado con la coquetería.