Un grupo de padres de familia de los colegios Calama, Franklin Anaya y San Martín de Porres inició ayer por la tarde una huelga de hambre en puertas de la Alcaldía de Quillacollo, en protesta por el recorte de raciones de almuerzo escolar a estudiantes que no pasan las ocho horas. La medida afectó a cerca de mil alumnos.