En el corazón de la Amazonía boliviana, Judith León Bravo ha encontrado su misión: restaurar y preservar las esculturas sagradas que adornan la iglesia de su pueblo natal, San Ignacio de Moxos. Con más de 40 años de vida en La Paz y una formación académica en artes plásticas, Judith ha regresado para aportar su conocimiento y pasión en un proyecto que combina tradición, fe y arte.