Pasorapa se declarará zona desastre por sequía y muerte de ganado
El municipio de Pasorapa vive una de las peores sequías en 18 años, la época de lluvias no ha comenzado y unas 200 reses ya han muerto. Otras 15 mil corren el riesgo de morir por desnutrición y deshidratación porque no hay agua ni forraje.
En junio, el municipio se declaró en emergencia por sequía, pero esta semana comenzó la muerte masiva de los animales, por lo que Pasorapa se declarará el lunes zona de desastre.
El alcalde de Pasaropa, Jaime Mendieta, indicó que 25 de las 36 comunidades de su municipio tienen dificultades para acceder agua para consumo humano y de los animales.
Las comunidades más afectadas son: Central Pasorapa, Ceibas, Aguada, Tabacal, Pasorapilla, Pampas, Chaki Laguna, Toyota Baja, Trigales, Quinori, Pucaracito, Conchu Laguna y otras.
En la comunidad Zapallar de la Subcentral Ceibas se ha comenzado a registrar muertes masivas.
El ganado busca agua en los atajados, que están secos, pero, como están tan flacos y débiles, ya no tienen fuerza para salir, se quedan atascados en el lodo y mueren.
El municipio cuenta con 35 mil cabezas de ganado criollo, de esa cifra, el 50 por ciento corre el riesgo de morir, por lo que se requiere forraje con urgencia para evitar su muerte.
La ausencia de agua y forraje obliga a los ganaderos a llevar sus reses a más de un día de caminata de sus lugares de origen, pero muchos animales no soportan el trayecto y mueren en el camino.
Ayer cayó una llovizna en el municipio, pero no fue suficiente para abastecer de agua a los atajados. El Alcalde calcula que, si no llueve en los próximos días, el ganado flaco comenzará a morir.
“Unas 600 reses podrían fallecer de golpe. No tienen forraje y no tiene agua, tienen tendencia a morir. Se requiere forraje urgente, para atender el ganado más flaco, el que esta en mayor riesgo”, indicó el Alcalde
Por cada animal muerto, los productores pierden entre 1.500 y 3 mil bolivianos.
Mendieta explicó que, gracias a la construcción de atajados y represas que realizaron el municipio y la Gobernación, se logró frenar el impacto de la sequía de este año; de lo contrario, hubiera sido mayor. “Hemos aumentado nuestro presupuesto para atender emergencias, hemos estado llevando agua en cisternas y realizando trabajo preventivo, por eso recién se empieza a sentir la necesidad”, dijo.
Explicó que hace tres años sólo tenía un presupuesto de 70 mil bolivianos para atender la emergencia, ahora cuentan con medio millón de bolivianos para paliar esta crisis.
La Gobernación se comprometió a entregar forraje para el ganado, pero la licitación se cayó, por lo que el municipio esta muy preocupado, explicó el Alcalde.
La Alcaldía también raciona la dotación de agua para consumo humano y la entrega se redujo a una hora por día, cuando antes el agua estaba disponible las 24 horas.