El conflicto de Colcapirhua persiste y se perjudican los pasajeros y camiones
Las personas que se trasladan del valle bajo a la ciudad o viceversa, además del transporte público y de carga, enfrentan varias dificultades en los bloqueos instalados a lo largo de cinco kilómetros en el municipio de Colcapirhua.
En tanto, el diálogo que retomaron ayer los alcaldes de Tiquipaya, Juan Pahuasi, y de Colcapirhua, Nelson Gallinate, con la mediación de la Brigada Parlamentaria de Cochabamba no llegó a buen puerto y sólo se avanzó en hallar puntos de consenso.
El Alcalde de Colcapirhua denunció que Pahuasi se mantiene en una posición cerrada sobre el límite de la zona en conflicto, Rumy Mayu, donde ejecuta un asfaltado.
Dijo que entre las opciones para solucionar el conflicto está realizar un referendo para que los vecinos decidan a qué zona quieren pertenecer. “Cuando el diálogo no es sincero, no se puede trabajar”, declaró.
El Alcalde de Tiquipaya informó que la Brigada tiene que hacer las consultas al Viceministerio de Autonomías sobre el alcance de la homologación de la mancha urbana de Colcapirhua. “Si argumenta que estamos avasallando tiene las vías legales para hacer las denuncias”, dijo.
Colcapirhua pide la paralización de los trabajos de Tiquipaya para levantar el bloqueo. El gobernador, Humberto Sánchez, pidió que los alcaldes cedan. En tanto, cinco concejales de Colcapirhua instalaron una huelga de hambre en el primer punto de bloqueo.
Mientras el bloqueo persiste, hay más de 500 camiones perjudicados. La caravana de motorizados ocupa todos los carriles de ida de la avenida Blanco Galindo, en el km 5,5 y el mismo panorama se repite en el km 10 de la vía que conecta a la ciudad con el occidente del país.
Entre los afectados están las cisternas de YPFB que llevan gas licuado de petrolero a Oruro, un material inflamable. Viajaron durante dos días desde Yacuiba, en Santa Cruz, y están retenidas tres días en el bloqueo. Si no llegan, se prevé un desabastecimiento de garrafas en la capital orureña.
Las personas se desplazan por los bloqueos caminando, en mototaxis y trufis que hacen tramos cortos. Algunos bloqueadores impiden el paso de motos particulares. Las ambulancias circulan, pero deben esperar que les abran el paso. Las motos cobran 2, 5 y 10 bolivianos.