Detienen a Keiko Fujimori acusada de recibir aportes de Odebrecht
La poderosa líder opositora peruana Keiko Fujimori fue detenida ayer, acusada de recibir dinero de la compañía brasileña Odebrecht, una semana después de que la justicia anulara el indulto a su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
La hija mayor de Fujimori quedó detenida por un periodo máximo de 10 días tras declarar ante la Fiscalía, señaló su abogada Giuliana Loza, quien calificó de “atropello y abuso” la decisión judicial.
La justicia acusa a Keiko, de 43 años, de haber recibido de la constructora brasileña 1,2 millones de dólares para financiar su campaña por la presidencia en 2011, que finalmente ganó su rival Ollanta Humala (también señalado por haber recibido aportes de Odebrecht).
La “medida es dictada por fundados elementos de convicción que relaciona a los antes citados con el delito de lavado de activos, peligro de fuga y obstaculización de la investigación por los presuntos aportes de la empresa Odebrecht a la campaña de Fuerza Popular el 2011”, tuiteó el Poder Judicial en su cuenta de la red social Twitter.
“Ella (Keiko) se ha puesto a disposición de la Fiscalía”, agregó la abogada tras señalar que la medida ordenada por el juez Richard Concepción Carhuancho, les tomó por sorpresa. Keiko quedó detenida en la Prefectura de Lima.
Además de la conductora del partido Fuerza Popular (derecha populista, principal fuerza opositora que controla el Congreso peruano), otras 19 personas, entre ellas Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya -ambos muy cercanos a los Fujimori- están investigados por recibir fondos de la constructora brasileña Odebrecht para la campaña presidencial de Keiko en 2011.
DENUNCIAN PERSECUCIÓN
Keiko aseguró ayer que es víctima de una persecución política y dijo que saldrá “más fortalecida de esta injusticia”.
“Esto se llama persecución política”, señaló Keiko en un mensaje manuscrito que publicó en su cuenta oficial en la red social Twitter.
Agregó que fue detenida “sin argumentos jurídicos” y pidió a sus seguidores “reforzar el trabajo en las bases” para que levanten “su voz”.
Sostuvo que “la persecución se ha disfrazado de justicia” en su país y que desde hace 18 años es perseguida y “nunca han mostrado una prueba” en su contra.