¿Cómo queda el trópico y qué hay detrás de la movilización cocalera?
El temor a perder sus catos de coca, el retorno de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y la vulneración de derechos humanos son los principales miedos que expresan los productores del trópico de Cochabamba tras la salida de su principal dirigente y expresidente de Bolivia Evo Morales.
Sin embargo, también asecha a la zona el narcotráfico, la Policía informó que tras las movilizaciones de los cocaleros están narcoguerrilleros. Esta denuncia se acentúa desde que los campesinos decidieron desterrar o aislar en sus bases a los uniformados de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Desde que Morales renunció a la Presidencia el pasado 10 de noviembre, los productores de coca radicalizaron sus medidas y, además de los bloqueos, quemaron las estaciones policiales y se declararon en vigilia permanente.
“Como trópico se ha decidido bloquear toda su jurisdicción. Cada sector en sus municipios, el bloqueo es generalizado y obviamente los compañeros de base han asumido esta medida en un 100 por ciento”, aseguró uno de los pobladores que pidió resguardar su identidad.
A esto se suma que en algunos casos se conoció que existen multas por no asistir a las marchas y bloqueos que se organizan desde los entes sindicales. “Entre 300 a 500 bolivianos, la multa depende del sindicato al que pertenecen”, dijo una vecina de Shinahota.
A todo este panorama se suma la centralización de la información en dos radios: Kausachun Coca y Soberanía, además del “bombardeo” de información falsa mediante las redes sociales con el objetivo de aumentar la tensión y atemorizar más a la población.
“Se puede percibir que la gente piensa que se va a afectar el motor de su economía, que es la coca. De manera más directa, la gente percibe que el nuevo Gobierno va a aplicar cero coca y los compañeros de base creen que vamos a volver al inicio, a la vulneración y violación de derechos”, reportan.
Sin embargo, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, señaló que no se revertirá el cato a ningún cocalero, como amenazan los dirigentes.
Sobra del narcotráfico
El exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) Maximiliano Dávila, el viernes, informó que al menos 50 cocaleros del Chapare —próximos a Evo Morales— son investigados por narcotráfico. También informó que 10 concejales del MAS en municipios del trópico fueron enviados a la justicia, en lo que va del año, por el mismo delito.
La Policía antidroga desbarató 13 fábricas de droga en marzo del presente año y aprehendió a 10 personas de la comunidad de San Rafael, en el Chapare, y los sindicó de ser los responsables de la emboscada a un contingente de Umopar, en la que resultaron heridos dos efectivos y murió un comunario del lugar.
En Yapacaní, la fuerza del orden identificó a Facundo Molares como guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Esta persona habría entrenado a comunarios en el manejo de armas para hacer frente a la Policía y al Ejército.
El comandante departamental de Santa Cruz, Miguel Mercado, señaló que se sospecha de la existencia de más integrantes de esa guerrilla y que su presencia no es reciente, además tendría conexión con el trópico de Cochabamba.
A esto se suma la amenaza que lanzó un dirigente cocalero en el Chapare cuando mencionó que se instalarán francotiradores para enfrentar la fuerza del orden.
“El uso de explosivos, el uso de armas, procurar atentados contra funcionarios policiales, contra autoridades que son de otro pensamiento, eso ya es otro nivel otro nivel”, dijo Mercado.
Frente al cese de tareas de interdicción, el dirigente Leonardo Loza señaló que sigue el control sindical y que producto que sea relacionado con el narcotráfico será sancionado.
Operativos antidroga están suspendidos en el trópico y policías amenazados
Los operativos antinarcóticos en el trópico están suspendidos desde hace más de cuatro semanas, por lo que no se tienen datos sobre las fábricas de producción de base de cocaína.
Las labores de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) y la Fuerza de Tareas Conjunta (FTC), además de las unidades policiales convencionales, fueron paralizadas. Además, al menos 200 policías que están encuartelados fueron cercados y hay denuncias de que los pobladores no les permiten abastecerse de alimentación.
El exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) Gonzalo Quezada dijo que esta situación es complicada porque “los pobladores cada vez les dicen que no pueden salir de su cuartel y que quieren también ingresar y disponer de su equipo, su armamento que ellos disponen”.
Quezada afirmó que, al no realizar operaciones antinarcóticos, no se sabe a ciencia cierta si esta actividad ilícita está proliferando.
“No tenemos datos porque como las unidades no están saliendo y tampoco han establecido los puntos y las zonas, además ése es un dato vago”, dijo.
“Esperamos que todo se pacifique de la mejor manera para que inmediatamente se reinicien las operaciones y podamos contener si es que ha habido una avanzada del narcotráfico en el Chapare”, detalló el exdirector.
Murillo apunta al narcotráfico
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que el narcotráfico está impulsando las protestas y movilizaciones de sectores que rechazan el Gobierno transitorio de la presidenta Jeanine Áñez.
La autoridad señaló que hay “grupos delincuenciales” que no quieren liberar a Bolivia.