Copa Libertadores: así está Santiago a 22 días de la final
A 22 días de la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo, la delicada situación social que se vive en Santiago pone en duda la sede del partido, más allá de voces oficiales de que ahí será. Es lógico que ésa sea la idea, pero lo que va a terminar definiendo es la realidad.
El conflicto que se desató el pasado 7 de octubre, luego del incremento del boleto del metro que fue la gota que rebasó el vaso para un pueblo cansado de la desigualdad, está lejos de haber encontrado una solución. Si bien el presidente Sebastián Piñera ya levantó el estado de emergencia y el toque de queda declarados durante los primeros días del estallido, y que provocaron enfrentamientos de las fuerzas militares con civiles que dejaron más de 20 muertos y miles de heridos, las marchas continúan cada día.
El panorama no se pinta alentador como para que Santiago se encuentre en condiciones de recibir un evento de este tipo, con la llegada de muchos hinchas argentinos y brasileños en las calles. Más allá, claro, de las palabras de
Cecilia Pérez, la flamante ministra de Deportes del país trasandino, que dijo “Hemos notificado a la Conmebol la firme voluntad de que la final de la Copa Libertadores se haga en Santiago”.
El problema de logística que existe hoy en Santiago, una ciudad donde el metro es vital para poder movilizarse, no es un dato menor de cara a la gran final. Las dos estaciones del metro más cercanas al Estadio Nacional no están funcionando.
Esteban Abarzúa, periodista del diario Las Últimas Noticias, contó sus sensaciones sobre la posibilidad de que se juegue el partido el 23 de noviembre: “Si bien la ministra del Deporte de Chile ratificó el compromiso de su Gobierno en el sentido de organizar la final de la Copa Libertadores, la realidad de las calles de Santiago en este momento no permite garantizar una solución a la crisis social a corto plazo. El presidente Piñera, más que escuchar el clamor de las protestas, sigue empeñado en ofrecer una agenda social que es una copia de su programa de gobierno con algunas mejoras. Por lo mismo, es probable que la población siga movilizada por varios días más, incluso semanas”.
Así las cosas, por ahora la final se juega en la todavía convulsionada Santiago. ¿Cambiará el panorama social en los próximos días o la Conmebol deberá desenfundar el plan B?
PERÚ OFRECE UN PLAN B
La FPF se comunicó con Conmebol y expresaron su disposición de albergar la final de la Copa en el estadio Monumental.