Santos Ramírez, quien fuera presidente de YPFB y considerado como un "hombre fuerte" del Gobierno de Evo Morales, acusó al jefe nacional del Movimiento al Socialismo (MAS) de "vivir en medio del narcotráfico".
Abogados y analistas consideran que los actos de corrupción en el país se normalizaron y volvieron una rutina para la sociedad boliviana, por lo que hay cada vez menos capacidad de reacción.