<p> Con 25 por ciento de unidades productivas agropecuarias que están a cargo de mujeres, Bolivia se sitúa entre aquellos países de la región con los mayores porcentajes de participación femenina en ese rubro, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura&nbsp; (FAO por sus siglas en inglés)</p> <p> Ese porcentaje la sitúa muy cerca de Panamá y Chile que son los países que presenta los mayores porcentajes de este tipo de explotaciones agropecuarias (29 y 30 por ciento, respectivamente), según cita el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).</p> <p> Según la FAO, entre el 8 y el 30 por ciento de las unidades productivas agropecuarias de América Latina y El Caribe están a cargo de mujeres y se debe a una mayor emigración de los hombres por periodos cada vez más largos, una mayor participación de ellos en actividades económicas no agropecuarias o un incremento del abandono de sus hogares.</p> <p> En el país, los departamentos con mayor porcentaje de unidades productivas agropecuarias a cargo de mujeres son La Paz con el 29,2 por ciento y Cochabamba con el 28,7 por ciento, donde se concentran buena parte de las explotaciones agropecuarias campesinas más mercantilizadas y donde los procesos de emigración de fuerza de trabajo masculina permanente y temporal son importantes.</p> <p> En departamentos con medianas y grandes empresas agropecuarias y forestales (Santa Cruz, Beni y Pando), la presencia de mujeres en el rubro es menos importante.</p> <p> Por el contrario, donde las explotaciones agropecuarias campesinas son semimercantiles como Chuquisaca y Potosí, los porcentajes de mujeres a cargo son menores, pues el mercado no logró aún transformar los núcleos familiares campesinos más tradicionales.&nbsp;</p>

<p> Con 25 por ciento de unidades productivas agropecuarias que están a cargo de mujeres, Bolivia se sitúa entre aquellos países de la región con los mayores porcentajes de participación femenina en ese rubro, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura  (FAO por sus siglas en inglés)</p> <p> Ese porcentaje la sitúa muy cerca de Panamá y Chile que son los países que presenta los mayores porcentajes de este tipo de explotaciones agropecuarias (29 y 30 por ciento, respectivamente), según cita el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).</p> <p> Según la FAO, entre el 8 y el 30 por ciento de las unidades productivas agropecuarias de América Latina y El Caribe están a cargo de mujeres y se debe a una mayor emigración de los hombres por periodos cada vez más largos, una mayor participación de ellos en actividades económicas no agropecuarias o un incremento del abandono de sus hogares.</p> <p> En el país, los departamentos con mayor porcentaje de unidades productivas agropecuarias a cargo de mujeres son La Paz con el 29,2 por ciento y Cochabamba con el 28,7 por ciento, donde se concentran buena parte de las explotaciones agropecuarias campesinas más mercantilizadas y donde los procesos de emigración de fuerza de trabajo masculina permanente y temporal son importantes.</p> <p> En departamentos con medianas y grandes empresas agropecuarias y forestales (Santa Cruz, Beni y Pando), la presencia de mujeres en el rubro es menos importante.</p> <p> Por el contrario, donde las explotaciones agropecuarias campesinas son semimercantiles como Chuquisaca y Potosí, los porcentajes de mujeres a cargo son menores, pues el mercado no logró aún transformar los núcleos familiares campesinos más tradicionales. </p>

Con 25 por ciento de unidades productivas agropecuarias que están a cargo de mujeres, Bolivia se sitúa entre aquellos países de la región con los mayores porcentajes de participación femenina en ese rubro

Con 25 por ciento de unidades productivas agropecuarias que están a cargo de mujeres, Bolivia se sitúa entre aquellos países de la región con los mayores porcentajes de participación femenina en ese rubro

<p> KIEV |</p> <p> Harta de ver en Internet discusiones que culpabilizan a las mujeres violadas<strong>, la activista ucraniana Anastasia Melnychenko inició en las redes sociales una campaña contra el silencio sobre la violencia sexual en Ucrania y otras exrepúblicas soviéticas.</strong></p> <p> Al contar la agresión que sufrió con el hashtag<strong> #Notengomiedodehablar</strong> en ucraniano y en ruso, esta militante de los derechos de las mujeres <strong>logró inspirar a cientos de víctimas a publicar su experiencia en las redes sociales.</strong></p> <p> Para muchas mujeres rusas, ucranianas, pero también armenias y azerbayanas, esta etiqueta,<strong> les permite evocar por primera vez el trauma de la agresión, agravado por el silencio </strong>sobre la violencia sexual que impera en sus países.</p> <p> "Yo estaba en la escuela cuando sucedió. Un hombre joven me siguió hasta mi casa, me agarró por la chaqueta y deslizó sus manos por debajo de mi falda", contó Azia Bazdyrieva, critica de arte.</p> <p> "Yo tenía 19 años, él era un amigo de mi novio. Medía dos metros, era muy gordo y musculoso. La calle estaba totalmente vacía y tuve miedo de resistirme. Me violó", rememoró Valeria Bezlepkina, madre de cuatro niños. &nbsp;</p> <p> <strong>Otra víctima se preguntó sobre si valía la pena hablar sobre la agresión</strong>. &nbsp;"Yo tenía doce años, estaba en Bakú. Mi primo colocó sus manos en mis caderas y enseguida supe lo que iba a pasar", dijo por su parte Narmina Ajmedli, una estudiante de Azerbaiyán.&nbsp;<strong>"Hoy, por primera vez en mi vida, me atrevo a decirlo en voz alta. No tengo miedo de hablar"</strong>, reflexionó. &nbsp;</p> <p> <strong>"Acusar a la víctima"</strong></p> <p> Esta etiqueta permitió abrir una brecha en la cultura del silencio que se impone a las víctimas de violación y les da por fin visibilidad, aseguró Anastasia Melnychenko. &nbsp;</p> <p> <strong>"En nuestra sociedad acusar a la víctima es la norma",</strong> explicó a la agencia AFP. "Es por esto que las mujeres guardan silencio frente al abuso. No hablan de estos incidentes con sus familias y con la policía porque tienen miedo de ser juzgadas". &nbsp;</p> <p> Por ejemplo en Rusia, la cámara civil, que agrupa a representantes de la sociedad civil, <strong>le ha pedido a las mujeres víctimas de violación no extralimitarse en el ejercicio de la legítima defensa, bajo pena de ser perseguidas. &nbsp;</strong></p> <p> "Por ejemplo, si un hombre viola a una mujer y ella lo mata, la justicia debe actuar porque el hombre no ponía su vida en peligro", declaró hoy uno de sus responsables, Anton Tsvetkov.</p> <p> Para la abogada ucraniana Anna Sayenko, "a menudo la violencia sexual es desacreditada". <strong>&nbsp;En Ucrania, un país con 45 millones de habitantes, solo hay registradas 320 denunciantes</strong> por violación o intento de violación. &nbsp;</p> <p> Para la asociación La Strada Ukraine, que lucha por los derechos de las mujeres, esta cifra no refleja la realidad del problema. &nbsp;"Antes de cualquier cosa, hay que decirles a las mujeres que lo primero que tienen que hacer es contactar con la policía, destacó Anna Sayenko, miembro de la ONG.</p> <p> <strong>"Valientes pioneras"</strong></p> <p> La psicóloga Alevtyna Shevchenko afirmó que el que haya tantas mujeres que cuenten sus experiencias en las redes sociales genera un marco como de terapia de grupo para impulsar a quienes todavía guardan silencio a denunciar las agresiones. &nbsp;</p> <p> "La violencia quiere el silencio y el secretismo", aseguró. "Admitir en voz alta que el problema existe ya es un primer paso para la resolución. No hay otros medios", indicó la profesional. &nbsp;</p> <p> Pero la etiqueta<strong> #Notengomiedodehablar no sólo ha suscitado reacciones positivas</strong>: muchos internautas, la gran mayoría de ellos hombres, han criticado los mensajes como actos de "exhibicionismo", "estriptis público" e incluso los ha califico de "festival de pornografía" Muchas mujeres también han expresado su molestia y también han confesado un cambio de actitud. &nbsp;</p> <p> <strong>"Al principio, me sentía un poco incómoda con este hashtag"</strong>, escribió una mujer de unos 40 años a Narmina, la estudiante que contó la agresión que sufrió.</p> <p> "Pero es justo que la terrible realidad de la relación que hay entre los hombres y las mujeres sea hecha pública. Está bien que hayas escrito esto", admitió. <strong>&nbsp;Para Anastasia Melnychenko, esta etiqueta tuvo el gran mérito de crear un debato sobre un tema largamente callado.</strong></p> <p> "El debate público es un gran avance para nuestra sociedad", destacó. "Gracias a estas valientes pioneras, otras mujeres se dieron cuenta de que no estaban solas y obtuvieron más apoyo que el que esperaban tener", señaló.&nbsp;</p>

<p> KIEV |</p> <p> Harta de ver en Internet discusiones que culpabilizan a las mujeres violadas<strong>, la activista ucraniana Anastasia Melnychenko inició en las redes sociales una campaña contra el silencio sobre la violencia sexual en Ucrania y otras exrepúblicas soviéticas.</strong></p> <p> Al contar la agresión que sufrió con el hashtag<strong> #Notengomiedodehablar</strong> en ucraniano y en ruso, esta militante de los derechos de las mujeres <strong>logró inspirar a cientos de víctimas a publicar su experiencia en las redes sociales.</strong></p> <p> Para muchas mujeres rusas, ucranianas, pero también armenias y azerbayanas, esta etiqueta,<strong> les permite evocar por primera vez el trauma de la agresión, agravado por el silencio </strong>sobre la violencia sexual que impera en sus países.</p> <p> "Yo estaba en la escuela cuando sucedió. Un hombre joven me siguió hasta mi casa, me agarró por la chaqueta y deslizó sus manos por debajo de mi falda", contó Azia Bazdyrieva, critica de arte.</p> <p> "Yo tenía 19 años, él era un amigo de mi novio. Medía dos metros, era muy gordo y musculoso. La calle estaba totalmente vacía y tuve miedo de resistirme. Me violó", rememoró Valeria Bezlepkina, madre de cuatro niños.  </p> <p> <strong>Otra víctima se preguntó sobre si valía la pena hablar sobre la agresión</strong>.  "Yo tenía doce años, estaba en Bakú. Mi primo colocó sus manos en mis caderas y enseguida supe lo que iba a pasar", dijo por su parte Narmina Ajmedli, una estudiante de Azerbaiyán. <strong>"Hoy, por primera vez en mi vida, me atrevo a decirlo en voz alta. No tengo miedo de hablar"</strong>, reflexionó.  </p> <p> <strong>"Acusar a la víctima"</strong></p> <p> Esta etiqueta permitió abrir una brecha en la cultura del silencio que se impone a las víctimas de violación y les da por fin visibilidad, aseguró Anastasia Melnychenko.  </p> <p> <strong>"En nuestra sociedad acusar a la víctima es la norma",</strong> explicó a la agencia AFP. "Es por esto que las mujeres guardan silencio frente al abuso. No hablan de estos incidentes con sus familias y con la policía porque tienen miedo de ser juzgadas".  </p> <p> Por ejemplo en Rusia, la cámara civil, que agrupa a representantes de la sociedad civil, <strong>le ha pedido a las mujeres víctimas de violación no extralimitarse en el ejercicio de la legítima defensa, bajo pena de ser perseguidas.  </strong></p> <p> "Por ejemplo, si un hombre viola a una mujer y ella lo mata, la justicia debe actuar porque el hombre no ponía su vida en peligro", declaró hoy uno de sus responsables, Anton Tsvetkov.</p> <p> Para la abogada ucraniana Anna Sayenko, "a menudo la violencia sexual es desacreditada". <strong> En Ucrania, un país con 45 millones de habitantes, solo hay registradas 320 denunciantes</strong> por violación o intento de violación.  </p> <p> Para la asociación La Strada Ukraine, que lucha por los derechos de las mujeres, esta cifra no refleja la realidad del problema.  "Antes de cualquier cosa, hay que decirles a las mujeres que lo primero que tienen que hacer es contactar con la policía, destacó Anna Sayenko, miembro de la ONG.</p> <p> <strong>"Valientes pioneras"</strong></p> <p> La psicóloga Alevtyna Shevchenko afirmó que el que haya tantas mujeres que cuenten sus experiencias en las redes sociales genera un marco como de terapia de grupo para impulsar a quienes todavía guardan silencio a denunciar las agresiones.  </p> <p> "La violencia quiere el silencio y el secretismo", aseguró. "Admitir en voz alta que el problema existe ya es un primer paso para la resolución. No hay otros medios", indicó la profesional.  </p> <p> Pero la etiqueta<strong> #Notengomiedodehablar no sólo ha suscitado reacciones positivas</strong>: muchos internautas, la gran mayoría de ellos hombres, han criticado los mensajes como actos de "exhibicionismo", "estriptis público" e incluso los ha califico de "festival de pornografía" Muchas mujeres también han expresado su molestia y también han confesado un cambio de actitud.  </p> <p> <strong>"Al principio, me sentía un poco incómoda con este hashtag"</strong>, escribió una mujer de unos 40 años a Narmina, la estudiante que contó la agresión que sufrió.</p> <p> "Pero es justo que la terrible realidad de la relación que hay entre los hombres y las mujeres sea hecha pública. Está bien que hayas escrito esto", admitió. <strong> Para Anastasia Melnychenko, esta etiqueta tuvo el gran mérito de crear un debato sobre un tema largamente callado.</strong></p> <p> "El debate público es un gran avance para nuestra sociedad", destacó. "Gracias a estas valientes pioneras, otras mujeres se dieron cuenta de que no estaban solas y obtuvieron más apoyo que el que esperaban tener", señaló. </p>

Harta de ver en Internet discusiones que culpabilizan a las mujeres violadas, la activista ucraniana Anastasia Melnychenko inició en las redes sociales una campaña contra el silencio sobre la violencia sexual en Ucrania y otras exrepúblicas soviéticas.

Harta de ver en Internet discusiones que culpabilizan a las mujeres violadas, la activista ucraniana Anastasia Melnychenko inició en las redes sociales una campaña contra el silencio sobre la violencia sexual en Ucrania y otras exrepúblicas soviéticas.

<p> La pobreza, la desestructuración familiar, el incremento de la prostitución y la pérdida de valores en la sociedad cochabambina fueron señaladas como los principales causales del incremento de delitos de trata y tráfico de personas en nuestro medio, un flagelo que va creciendo y que tiene como principales víctimas a las mujeres.</p> <p> Éstas fueron las principales conclusiones de la última sesión del ciclo de foros sobre trata y tráfico de personas, organizada por la Gobernación de Cochabamba y el diario Los Tiempos, a propósito de celebrarse el día mundial de lucha contra estos delitos, el 30 de julio.</p> <p> En el evento participaron Freddy Fernández Calero, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc); Ximena Narváez, representante del Ministerio Público; Carlos Herbas, representante del Defensor del Pueblo; Miguel Manzanera, vicario judicial del Arzobispado, y Livia Chávez, directora del Centro Sayari Warmi.</p> <p> Fernández Calero expuso datos estadísticos de denuncias interpuestas en la Felcc de personas desaparecidas, casos que, según explicó, en su mayoría derivan en delitos de trata y tráfico.</p> <p> Según los datos, en 2014 se reportaron 725 personas como desaparecidas, de las cuales 490 eran mujeres (67 por ciento). En 2015, hubo 867 extravíos, de los cuales 514 fueron de sexo femenino (59 por ciento). En lo que va del año, ya van 165 denuncias de desapariciones, de las cuales 97 corresponden a mujeres (59 por ciento).</p> <p> Manzanera dijo que los datos reflejan que las mujeres, especialmente las más niñas, son las más vulnerables a los delitos de trata y tráfico, en especial cuando caen en redes de proxenetismo. Además, la pérdida de valores cristianos en la sociedad, las escuelas y las familias agravan la situación.</p> <p> Narváez también apuntó como causales a la pobreza, la desintegración familiar y el escaso control del acceso a Internet en los cuales muchos jóvenes logran malos contactos.</p> <p> Herbas, en tanto, opinó que la de trata y tráfico son graves delitos que atentan contra la esencia misma de los derechos humanos y que la sociedad en su conjunto debe apoderarse de esta temática.</p> <p> En tanto, Chávez hizo un llamado a la familia para no dejar a las jóvenes en soledad absoluta y lamentó que su centro sea el único en Cochabamba que trate de “reempoderar” a las mujeres víctimas de estos delitos para reinsertarlas en sus familias y en la sociedad.</p> <p> Sobre este punto, prácticamente todos los expositores lamentaron tener pocos recursos para ayudar a las víctimas y coincidieron en que deben incentivare más políticas de Estado en dar proyectos de vida para los jóvenes de ambos sexos.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>CONVERSATORIO</strong></p> <p> Los asistentes en el conversatorio realizado en Los Tiempos coincidieron en que Bolivia avanzó mucho en el marco del aspecto legal con la tipificación de los delitos de trata y tráfico de personas, contenidos en la ley 263 de 2012 y el Decreto Supremo 1486.</p> <p> Agregaron que lo que falta ahora es apoyar económicamente a las instituciones ligadas con el problema, capacitar a los operadores de justicia y eliminar la burocracia en las denuncias y reducir al mínimo la revictimización.</p>

<p> La pobreza, la desestructuración familiar, el incremento de la prostitución y la pérdida de valores en la sociedad cochabambina fueron señaladas como los principales causales del incremento de delitos de trata y tráfico de personas en nuestro medio, un flagelo que va creciendo y que tiene como principales víctimas a las mujeres.</p> <p> Éstas fueron las principales conclusiones de la última sesión del ciclo de foros sobre trata y tráfico de personas, organizada por la Gobernación de Cochabamba y el diario Los Tiempos, a propósito de celebrarse el día mundial de lucha contra estos delitos, el 30 de julio.</p> <p> En el evento participaron Freddy Fernández Calero, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc); Ximena Narváez, representante del Ministerio Público; Carlos Herbas, representante del Defensor del Pueblo; Miguel Manzanera, vicario judicial del Arzobispado, y Livia Chávez, directora del Centro Sayari Warmi.</p> <p> Fernández Calero expuso datos estadísticos de denuncias interpuestas en la Felcc de personas desaparecidas, casos que, según explicó, en su mayoría derivan en delitos de trata y tráfico.</p> <p> Según los datos, en 2014 se reportaron 725 personas como desaparecidas, de las cuales 490 eran mujeres (67 por ciento). En 2015, hubo 867 extravíos, de los cuales 514 fueron de sexo femenino (59 por ciento). En lo que va del año, ya van 165 denuncias de desapariciones, de las cuales 97 corresponden a mujeres (59 por ciento).</p> <p> Manzanera dijo que los datos reflejan que las mujeres, especialmente las más niñas, son las más vulnerables a los delitos de trata y tráfico, en especial cuando caen en redes de proxenetismo. Además, la pérdida de valores cristianos en la sociedad, las escuelas y las familias agravan la situación.</p> <p> Narváez también apuntó como causales a la pobreza, la desintegración familiar y el escaso control del acceso a Internet en los cuales muchos jóvenes logran malos contactos.</p> <p> Herbas, en tanto, opinó que la de trata y tráfico son graves delitos que atentan contra la esencia misma de los derechos humanos y que la sociedad en su conjunto debe apoderarse de esta temática.</p> <p> En tanto, Chávez hizo un llamado a la familia para no dejar a las jóvenes en soledad absoluta y lamentó que su centro sea el único en Cochabamba que trate de “reempoderar” a las mujeres víctimas de estos delitos para reinsertarlas en sus familias y en la sociedad.</p> <p> Sobre este punto, prácticamente todos los expositores lamentaron tener pocos recursos para ayudar a las víctimas y coincidieron en que deben incentivare más políticas de Estado en dar proyectos de vida para los jóvenes de ambos sexos.</p> <p>  </p> <p> <strong>CONVERSATORIO</strong></p> <p> Los asistentes en el conversatorio realizado en Los Tiempos coincidieron en que Bolivia avanzó mucho en el marco del aspecto legal con la tipificación de los delitos de trata y tráfico de personas, contenidos en la ley 263 de 2012 y el Decreto Supremo 1486.</p> <p> Agregaron que lo que falta ahora es apoyar económicamente a las instituciones ligadas con el problema, capacitar a los operadores de justicia y eliminar la burocracia en las denuncias y reducir al mínimo la revictimización.</p>

La pobreza, la desestructuración familiar, el incremento de la prostitución y la pérdida de valores en la sociedad cochabambina fueron señaladas como los principales causales del incremento de delitos

La pobreza, la desestructuración familiar, el incremento de la prostitución y la pérdida de valores en la sociedad cochabambina fueron señaladas como los principales causales del incremento de delitos

Conversatorio sobre trata y tráfico exhorta a asumir acciones conjuntas

<p> Bolivia asumió ayer la presidencia del Parlamento Andino con la designación en el cargo de la diputada Edith Mendoza y planteó una normativa subregional para castigar el delito de feminicidio y la violencia machista.</p> <p> Mendoza explicó a los medios en la Vicepresidencia del Gobierno, que albergó el acto, que en el proyecto de normativa andina el feminicidio quedará tipificado como delito, al igual que en la Ley 383 de protección a las mujeres aprobada en Bolivia en 2013.</p> <p> “Es un modelo la ley 348 que Bolivia tiene, sobre esa estructura se está realizando este marco normativo”, afirmó ante sus colegas de Chile, Perú, Ecuador y Colombia, que integran el órgano legislativo.</p> <p> La presidenta destacó otros avances de Bolivia en materia de género, como los elevados índices de participación política para las mujeres en el poder legislativo.</p> <p> La diputada y abogada laboralista, que pertenece al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y fue sindicalista cocalera, destacó la labor de los movimientos sociales al enfrentar “la cultura del machismo y el patriarcado” y “la doble discriminación de las mujeres indígenas”.</p> <p> Mendoza prometió que dedicará su mandato de doce meses a “trabajar por la diplomacia de los pueblos y fortalecer la integración”, además de ocuparse de temas específicos relacionados con la juventud, las mujeres y el cambio climático.</p> <p> “Bolivia es un país de diálogo, de consenso, hemos llegado a construir una revolución democrática y cultural y eso, nosotros en el Parlamento, lo vamos a transmitir para que ellos copien”, dijo en referencia a los demás países.</p> <p> El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera —que es también presidente del Legislativo—, dijo que “es un orgullo que una mujer luchadora, del mundo indígena, joven y profesional sea presidenta del Parlamento Andino”.</p> <p> García destacó la importancia que tendrán los procesos de integración regional en este siglo para lograr que América Latina tenga voz e influencia en la política mundial.</p>

<p> Bolivia asumió ayer la presidencia del Parlamento Andino con la designación en el cargo de la diputada Edith Mendoza y planteó una normativa subregional para castigar el delito de feminicidio y la violencia machista.</p> <p> Mendoza explicó a los medios en la Vicepresidencia del Gobierno, que albergó el acto, que en el proyecto de normativa andina el feminicidio quedará tipificado como delito, al igual que en la Ley 383 de protección a las mujeres aprobada en Bolivia en 2013.</p> <p> “Es un modelo la ley 348 que Bolivia tiene, sobre esa estructura se está realizando este marco normativo”, afirmó ante sus colegas de Chile, Perú, Ecuador y Colombia, que integran el órgano legislativo.</p> <p> La presidenta destacó otros avances de Bolivia en materia de género, como los elevados índices de participación política para las mujeres en el poder legislativo.</p> <p> La diputada y abogada laboralista, que pertenece al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y fue sindicalista cocalera, destacó la labor de los movimientos sociales al enfrentar “la cultura del machismo y el patriarcado” y “la doble discriminación de las mujeres indígenas”.</p> <p> Mendoza prometió que dedicará su mandato de doce meses a “trabajar por la diplomacia de los pueblos y fortalecer la integración”, además de ocuparse de temas específicos relacionados con la juventud, las mujeres y el cambio climático.</p> <p> “Bolivia es un país de diálogo, de consenso, hemos llegado a construir una revolución democrática y cultural y eso, nosotros en el Parlamento, lo vamos a transmitir para que ellos copien”, dijo en referencia a los demás países.</p> <p> El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera —que es también presidente del Legislativo—, dijo que “es un orgullo que una mujer luchadora, del mundo indígena, joven y profesional sea presidenta del Parlamento Andino”.</p> <p> García destacó la importancia que tendrán los procesos de integración regional en este siglo para lograr que América Latina tenga voz e influencia en la política mundial.</p>

Bolivia asumió ayer la presidencia del Parlamento Andino con la designación en el cargo de la diputada Edith Mendoza y planteó una normativa subregional para castigar el delito

Bolivia asumió ayer la presidencia del Parlamento Andino con la designación en el cargo de la diputada Edith Mendoza y planteó una normativa subregional para castigar el delito

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<p> La Paz |</p> <p> Varios especialistas varones de diversas profesiones suscribieron una declaración en la que señalan que no asistirán a ningún tipo de debate público si no están invitadas también panelistas mujeres.</p> <p> Los firmantes, 30 en total, son economistas, periodistas, politólogos y otros, y tomaron la idea de un grupo de profesionales chilenos que asumió recientemente una decisión similar. “Hace pocos días, políticos, académicos y diversos líderes de opinión chilenos llevaron adelante la siguiente iniciativa: no participar en debates o foros de discusión sobre sus especialidades y la realidad del vecino país que no incluyesen a mujeres entre sus participantes, (y) hemos decidido hacernos eco de dicha iniciativa”, afirma la carta pública.</p> <p> Entre los firmantes están los politólogos José Luis Exeni y José Manuel Ormachea, los economistas Daniel Agramont y Ernesto Pérez, los diputados Manuel Canelas y Wilson Santamaría y los periodistas Fernando Molina, Boris Miranda y Raúl Peñaranda.</p> <p> “No participaremos en ninguno de estos espacios donde se excluya la participación de las mujeres”, aseguran en la carta.</p>

<p> La Paz |</p> <p> Varios especialistas varones de diversas profesiones suscribieron una declaración en la que señalan que no asistirán a ningún tipo de debate público si no están invitadas también panelistas mujeres.</p> <p> Los firmantes, 30 en total, son economistas, periodistas, politólogos y otros, y tomaron la idea de un grupo de profesionales chilenos que asumió recientemente una decisión similar. “Hace pocos días, políticos, académicos y diversos líderes de opinión chilenos llevaron adelante la siguiente iniciativa: no participar en debates o foros de discusión sobre sus especialidades y la realidad del vecino país que no incluyesen a mujeres entre sus participantes, (y) hemos decidido hacernos eco de dicha iniciativa”, afirma la carta pública.</p> <p> Entre los firmantes están los politólogos José Luis Exeni y José Manuel Ormachea, los economistas Daniel Agramont y Ernesto Pérez, los diputados Manuel Canelas y Wilson Santamaría y los periodistas Fernando Molina, Boris Miranda y Raúl Peñaranda.</p> <p> “No participaremos en ninguno de estos espacios donde se excluya la participación de las mujeres”, aseguran en la carta.</p>

Varios especialistas varones de diversas profesiones suscribieron una declaración en la que señalan que no asistirán a ningún tipo de debate público si no están invitadas también panelistas mujeres.

Varios especialistas varones de diversas profesiones suscribieron una declaración en la que señalan que no asistirán a ningún tipo de debate público si no están invitadas también panelistas mujeres.