<p> Un vídeo revela la desesperación que sufren los animales en el desierto luego de que el calentamiento global comenzara a aumentar la temperatura en todo el planeta.</p> <p> Desde que fue <strong>publicado el 18 de julio de este año ya lleva más de cuatro millones de reproducciones</strong>. En el vídeo se puede ver a<strong> un lagarto&nbsp;que corre lo más rápido que puede para llegar hasta un lugar con sombra</strong> en medio de un desierto en Arabia Saudita.</p> <p class="rtecenter"> <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/2Ib218ApbsI" width="420"></iframe></p> <p> De acuerdo a una&nbsp;<a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/13/ciencia/1273768130.html">investigación publicada por la revista “Science”</a>, <strong>los lagartos están al borde de la extinción debido a que no pueden regular por cuenta propia su temperatura corporal </strong>(como hacen los mamíferos) y dependen totalmente de la temperatura exterior para entrar en calor. Esto hace que sean extremadamente sensibles a los cambios de temperatura.</p> <p> Incluso se llega a afirmar que algunas especies de estos reptiles ya han extinguido&nbsp;en algunas zonas tropicales. <strong>Por las altas temperaturas estos animales se ven obligados a permanecer la mayor parte del tiempo en sus refugios sin poder salir a alimentarse o reproducirse como deberían.</strong></p>

<p> Un vídeo revela la desesperación que sufren los animales en el desierto luego de que el calentamiento global comenzara a aumentar la temperatura en todo el planeta.</p> <p> Desde que fue <strong>publicado el 18 de julio de este año ya lleva más de cuatro millones de reproducciones</strong>. En el vídeo se puede ver a<strong> un lagarto que corre lo más rápido que puede para llegar hasta un lugar con sombra</strong> en medio de un desierto en Arabia Saudita.</p> <p class="rtecenter"> <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/2Ib218ApbsI" width="420"></iframe></p> <p> De acuerdo a una <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/13/ciencia/1273768130.html">investigación publicada por la revista “Science”</a>, <strong>los lagartos están al borde de la extinción debido a que no pueden regular por cuenta propia su temperatura corporal </strong>(como hacen los mamíferos) y dependen totalmente de la temperatura exterior para entrar en calor. Esto hace que sean extremadamente sensibles a los cambios de temperatura.</p> <p> Incluso se llega a afirmar que algunas especies de estos reptiles ya han extinguido en algunas zonas tropicales. <strong>Por las altas temperaturas estos animales se ven obligados a permanecer la mayor parte del tiempo en sus refugios sin poder salir a alimentarse o reproducirse como deberían.</strong></p>

Un vídeo revela la desesperación que sufren los animales en el desierto luego de que el calentamiento global comenzara a aumentar la temperatura en todo el planeta.

Un vídeo revela la desesperación que sufren los animales en el desierto luego de que el calentamiento global comenzara a aumentar la temperatura en todo el planeta.

<p> Miami |</p> <p> Los océanos se calientan y los arrecifes de coral mueren, pero los pulpos, calamares y sepias parecen disfrutarlo, con sus colonias en aumento durante los últimos 60 años, según investigadores.</p> <p> Las conclusiones, basadas en datos globales de captura de cefalópodos estudiados por investigadores de la Universidad de Adelaide (Australia), fueron publicados en la revista Current Biology.</p> <p> “Nuestros análisis muestran que la abundancia de cefalópodos se ha incrementado desde 1950, un resultado muy consistente para esos tres grupos”, dijo la principal investigadora, Zoe Doubleday.</p> <p> La autora señala que los cefalópodos pueden estar beneficiándose del cambio ambiental a causa de su “conjunto especial de atributos biológicos, que incluye un rápido crecimiento, corta vida y desarrollo flexible”. El estudio no especifica cuántos ejemplares más de esos grupos hay actualmente, en comparación con los que había en los años 50, ni da ningún porcentaje de incremento.</p>

<p> Miami |</p> <p> Los océanos se calientan y los arrecifes de coral mueren, pero los pulpos, calamares y sepias parecen disfrutarlo, con sus colonias en aumento durante los últimos 60 años, según investigadores.</p> <p> Las conclusiones, basadas en datos globales de captura de cefalópodos estudiados por investigadores de la Universidad de Adelaide (Australia), fueron publicados en la revista Current Biology.</p> <p> “Nuestros análisis muestran que la abundancia de cefalópodos se ha incrementado desde 1950, un resultado muy consistente para esos tres grupos”, dijo la principal investigadora, Zoe Doubleday.</p> <p> La autora señala que los cefalópodos pueden estar beneficiándose del cambio ambiental a causa de su “conjunto especial de atributos biológicos, que incluye un rápido crecimiento, corta vida y desarrollo flexible”. El estudio no especifica cuántos ejemplares más de esos grupos hay actualmente, en comparación con los que había en los años 50, ni da ningún porcentaje de incremento.</p>

Los océanos se calientan y los arrecifes de coral mueren, pero los pulpos, calamares y sepias parecen disfrutarlo, con sus colonias en aumento durante los últimos 60 años, según investigadores.

Los océanos se calientan y los arrecifes de coral mueren, pero los pulpos, calamares y sepias parecen disfrutarlo, con sus colonias en aumento durante los últimos 60 años, según investigadores.

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<p> España |</p> <p> Los científicos llevan años indagando la repercusiones del cambio climático para los millones de personas que viven en la costa, una pregunta cuya respuesta puede estar en el pasado: la última vez que la Tierra tuvo la temperatura actual, el mar subió unos ocho metros.</p> <p> El Servicio Geológico de Estados Unidos está recabando datos sobre fósiles marinos de todo el mundo para conocer qué puede pasar si el calentamiento global derrite las masas de hielo que hoy cubren la Antártida y Groenlandia, en un estudio internacional en el que solo participa un científico europeo: el profesor de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Joaquín Meco.</p> <p> Y esos registros fósiles apuntan en la misma línea: existen restos de corales y moluscos en distintos continentes a cotas situadas entre ocho y 24 metros por encima del nivel actual del mar.</p> <p> En el caso de España, el Servicio Geológico estadounidense se ha fijado en el archipiélago atlántico de Canarias porque en dos islas (Gran Canaria y Fuerteventura) hay capas con fósiles que acreditan los dos últimos momentos de mayor subida de los océanos entre glaciación y glaciación: hace 481.000 y 130.000 años, respectivamente.</p> <p> Este investigador, que lleva toda su carrera trabajando en el estudio de los paleoclimas marinos, subrayó que para que todos los océanos del mundo se situaran hace 130.000 años unos ocho metros por encima del su nivel actual, tuvieron que fundirse todos los hielos de Groenlandia y una parte de la Antártida.</p> <p> Esa referencia, añade, puede arrojar luz sobre el desastre que puede provocar el cambio climático si prosigue a su ritmo actual, porque en el pasado geológico de la Tierra no hay ningún otro momento en temperaturas que se parezca más al presente que el periodo interglacial ocurrido entre hace 130.000 y 120.000 años.</p> <p> Con una salvedad, apunta. Entonces, los océanos, los grandes reguladores del clima, estaban unos tres grados de media más calientes, como acreditan la presencia de fósiles de fauna marina propia de aguas calientes del Golfo de Guinea en Canarias e, incluso, en latitudes más al norte, en el Mediterráneo.</p> <p> El proyecto del Servicio Geológico de Estados Unidos con el que colabora Meco ha calculado cuánto subiría el mar si se derritieran todos lo hielos que cubren la Tierra: sólo los glaciares del Himalaya, los Alpes, los Andes y otras grandes cordilleras tienen agua suficiente para elevar los océanos medio metro.</p> <p> Si los hielos de Groenlandia se fundieran, todos los mares del planeta crecerían otros siete metros y, si se derrite la Antártida, los océanos subirían de golpe 55 metros más (una altura equivalente, por ejemplo, a la del Coliseo de Roma).</p> <p> ¿Puede ocurrir algo así? Los científicos no tienen duda de que puede pasar, lo que no saben es cuánto se van a derretir las distintas capas de hielo del planeta y a qué velocidad.</p> <p> A aquellos a los que una subida de los mares de casi 65 metros les parezca una exageración, Joaquín Meco les recuerda que su nivel ya se ha elevado 120 metros desde la última glaciación, ocurrida hace bien poco, 20.000 años, cuando el Homo Sapiens empezaba a pintar los techos de la cueva de Altamira.</p>

<p> España |</p> <p> Los científicos llevan años indagando la repercusiones del cambio climático para los millones de personas que viven en la costa, una pregunta cuya respuesta puede estar en el pasado: la última vez que la Tierra tuvo la temperatura actual, el mar subió unos ocho metros.</p> <p> El Servicio Geológico de Estados Unidos está recabando datos sobre fósiles marinos de todo el mundo para conocer qué puede pasar si el calentamiento global derrite las masas de hielo que hoy cubren la Antártida y Groenlandia, en un estudio internacional en el que solo participa un científico europeo: el profesor de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Joaquín Meco.</p> <p> Y esos registros fósiles apuntan en la misma línea: existen restos de corales y moluscos en distintos continentes a cotas situadas entre ocho y 24 metros por encima del nivel actual del mar.</p> <p> En el caso de España, el Servicio Geológico estadounidense se ha fijado en el archipiélago atlántico de Canarias porque en dos islas (Gran Canaria y Fuerteventura) hay capas con fósiles que acreditan los dos últimos momentos de mayor subida de los océanos entre glaciación y glaciación: hace 481.000 y 130.000 años, respectivamente.</p> <p> Este investigador, que lleva toda su carrera trabajando en el estudio de los paleoclimas marinos, subrayó que para que todos los océanos del mundo se situaran hace 130.000 años unos ocho metros por encima del su nivel actual, tuvieron que fundirse todos los hielos de Groenlandia y una parte de la Antártida.</p> <p> Esa referencia, añade, puede arrojar luz sobre el desastre que puede provocar el cambio climático si prosigue a su ritmo actual, porque en el pasado geológico de la Tierra no hay ningún otro momento en temperaturas que se parezca más al presente que el periodo interglacial ocurrido entre hace 130.000 y 120.000 años.</p> <p> Con una salvedad, apunta. Entonces, los océanos, los grandes reguladores del clima, estaban unos tres grados de media más calientes, como acreditan la presencia de fósiles de fauna marina propia de aguas calientes del Golfo de Guinea en Canarias e, incluso, en latitudes más al norte, en el Mediterráneo.</p> <p> El proyecto del Servicio Geológico de Estados Unidos con el que colabora Meco ha calculado cuánto subiría el mar si se derritieran todos lo hielos que cubren la Tierra: sólo los glaciares del Himalaya, los Alpes, los Andes y otras grandes cordilleras tienen agua suficiente para elevar los océanos medio metro.</p> <p> Si los hielos de Groenlandia se fundieran, todos los mares del planeta crecerían otros siete metros y, si se derrite la Antártida, los océanos subirían de golpe 55 metros más (una altura equivalente, por ejemplo, a la del Coliseo de Roma).</p> <p> ¿Puede ocurrir algo así? Los científicos no tienen duda de que puede pasar, lo que no saben es cuánto se van a derretir las distintas capas de hielo del planeta y a qué velocidad.</p> <p> A aquellos a los que una subida de los mares de casi 65 metros les parezca una exageración, Joaquín Meco les recuerda que su nivel ya se ha elevado 120 metros desde la última glaciación, ocurrida hace bien poco, 20.000 años, cuando el Homo Sapiens empezaba a pintar los techos de la cueva de Altamira.</p>

Los científicos llevan años indagando la repercusiones del cambio climático para los millones de personas que viven en la costa

Los científicos llevan años indagando la repercusiones del cambio climático para los millones de personas que viven en la costa