<p> Las propiedades ópticas y mecánicas de los tejidos biológicos, como el camuflaje o el endurecimiento de la piel, actúan de manera conjunta en organismos como cefalópodos, anfibios y camaleones. Se trata de mecanismos de señalización y defensa que han inspirado el diseño de diversos elementos biomiméticos –inspirados en la naturaleza para solucionar problemas humanos–según la agencia SINC.</p> <p> Sin embargo, la integración de estas dos características en materiales sintéticos no había sido posible hasta ahora. Un grupo de investigadores, liderado por Mohammad Vatankhah-Varnosfaderani, del Departamento de Química en la Universidad de Carolina del Norte (EE UU), desarrolló un material capaz de variar tanto su rigidez como su color al someterlo a distintos grados de tensión.</p> <p> Algunos tejidos blandos y dóciles, como la piel, se endurecen rápidamente como reacción a fuerzas de deformación para evitar lesiones y proteger al cuerpo. Según el artículo, publicado esta semana en Science, sus módulos elásticos aumentan a tasas mucho más altas que en los elastómeros, geles y termoplásticos convencionales.</p> <p> Otro de los mecanismos de esta barrera externa en organismos como los camaleones es cambiar de color según el estado más o menos relajado del animal.</p> <p> <strong>Este material imita a la piel</strong></p> <p> Combinando las dos propiedades –la capacidad de la piel de hacerse rígida y cambiar de color– Vatankhah-Varnosfaderani y su equipo han creado un material basado en polímeros, capaz de imitar las proteínas responsables de la rigidez, el colágeno y la elastina propios de este tejido.</p> <p> En la piel, mientras que las rígidas fibras de colágeno son las encargadas de resistir a la deformación, una red entrelazada de elastina asegura que esta pueda volver a su forma original al desaparecer la tensión aplicada.</p> <p> Para la versión sintética, los investigadores han desarrollado un polímero “escobilla”, una columna vertebral alrededor de la cual se distribuyen numerosas cadenas laterales.</p> <p> Mientras que la columna forma una matriz blanda, el resto de cadenas –lineales y flexibles– se vuelven rígidas al juntarse. Según los autores, el resultado es un material rígido, pero flexible; suave, pero duro.</p> <p> Además, los cambios en la separación entre las cadenas laterales se corresponden con diferentes reflejos de la misma en el material: predominan los tonos azulados cuando se estira y los rojizos cuando se condensa.</p>

<p> Las propiedades ópticas y mecánicas de los tejidos biológicos, como el camuflaje o el endurecimiento de la piel, actúan de manera conjunta en organismos como cefalópodos, anfibios y camaleones. Se trata de mecanismos de señalización y defensa que han inspirado el diseño de diversos elementos biomiméticos –inspirados en la naturaleza para solucionar problemas humanos–según la agencia SINC.</p> <p> Sin embargo, la integración de estas dos características en materiales sintéticos no había sido posible hasta ahora. Un grupo de investigadores, liderado por Mohammad Vatankhah-Varnosfaderani, del Departamento de Química en la Universidad de Carolina del Norte (EE UU), desarrolló un material capaz de variar tanto su rigidez como su color al someterlo a distintos grados de tensión.</p> <p> Algunos tejidos blandos y dóciles, como la piel, se endurecen rápidamente como reacción a fuerzas de deformación para evitar lesiones y proteger al cuerpo. Según el artículo, publicado esta semana en Science, sus módulos elásticos aumentan a tasas mucho más altas que en los elastómeros, geles y termoplásticos convencionales.</p> <p> Otro de los mecanismos de esta barrera externa en organismos como los camaleones es cambiar de color según el estado más o menos relajado del animal.</p> <p> <strong>Este material imita a la piel</strong></p> <p> Combinando las dos propiedades –la capacidad de la piel de hacerse rígida y cambiar de color– Vatankhah-Varnosfaderani y su equipo han creado un material basado en polímeros, capaz de imitar las proteínas responsables de la rigidez, el colágeno y la elastina propios de este tejido.</p> <p> En la piel, mientras que las rígidas fibras de colágeno son las encargadas de resistir a la deformación, una red entrelazada de elastina asegura que esta pueda volver a su forma original al desaparecer la tensión aplicada.</p> <p> Para la versión sintética, los investigadores han desarrollado un polímero “escobilla”, una columna vertebral alrededor de la cual se distribuyen numerosas cadenas laterales.</p> <p> Mientras que la columna forma una matriz blanda, el resto de cadenas –lineales y flexibles– se vuelven rígidas al juntarse. Según los autores, el resultado es un material rígido, pero flexible; suave, pero duro.</p> <p> Además, los cambios en la separación entre las cadenas laterales se corresponden con diferentes reflejos de la misma en el material: predominan los tonos azulados cuando se estira y los rojizos cuando se condensa.</p>

Las propiedades ópticas y mecánicas de los tejidos biológicos, como el camuflaje o el endurecimiento de la piel, actúan de manera conjunta en organismos como cefalópodos, anfibios y camaleones

Las propiedades ópticas y mecánicas de los tejidos biológicos, como el camuflaje o el endurecimiento de la piel, actúan de manera conjunta en organismos como cefalópodos, anfibios y camaleones

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