<p class="rtejustify"> Washington |</p> <p class="rtejustify"> <strong>La Casa Blanca echará mano de una ley pensada para tiempos de guerra con el objetivo de garantizar la producción en masa de vacunas contra la Covid-19,</strong> y anunció que dos rivales, Merck y Johnson &amp; Johnson, colaborarán para producir millones de dosis del primer suero que requiere de una sola inyección aprobado en Estados Unidos.<br> La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó que la Administración del presidente <strong>Joe Biden ha conseguido un acuerdo para que Merck produzca en dos de sus plantas la vacuna de Johnson &amp; Johnson que acaba de ser autorizada en el país y que estaba teniendo problemas en el proceso de fabricación para cumplir sus objetivos de entrega.</strong><br> Psaki indicó en su rueda de prensa diaria que este acuerdo "no tiene precedentes y es histórico, ya que dos empresas que usualmente son competidoras se unen para aumentar la capacidad de vacunación".<br> <strong>La guerra contra la pandemia</strong><br> El acuerdo con Merck invoca la ley de Producción de Defensa, una legislación para crisis bélicas ideada durante la Guerra de Corea (1950-53), para la fabricación de la vacuna contra la Covid y asegurarse de que las plantas de esta compañía tienen acceso preferencial a la maquinaría y materias primas necesarias.<br> Psaki aseguró que el Pentágono se encargará de facilitar la logística que permita aumentar la producción de la vacuna monodosis de Johnson &amp; Johnson, que ha sufrido problemas en la manufactura y tuvo que reconocer que no cumplirá su contrato con el Gobierno federal en las primeras semanas.<br> Durante su mandato, el expresidente Donald Trump (2017-2021) también invocó esta ley pensada para emergencias para obligar a General Motors (GM) a producir respiradores al principio de la pandemia, aunque hizo un uso limitado de esta capacidad para forzar al sector privado a fabricar o dar preferencia a cierto tipo de producción necesario en época de guerra.<br> <strong>La portavoz de la Casa Blanca especificó que Merck apoyará a Johnson &amp; Johnson en la parte final de sellado de los viales con el suero, así como en la producción de la vacuna, algo que podría iniciarse en junio.</strong><br> Según la Casa Blanca, este acuerdo ha sido posible porque la vacuna de Johnson &amp; Johnson usa una técnica similar a otras disponibles en el mercado para otras enfermedades, y que Merck fabrica.<br> Se da la circunstancia de que Merck, competidora de Johnson &amp; Johnson, intentó sin éxito desarrollar dos vacunas contra la covid.<br> <strong>Aceleración de la vacunación</strong><br> Johnson &amp; Johnson se comprometió la semana pasada a entregar 20 millones de dosis antes de finales de este mes, por debajo de los 37 millones comprometidos en su contrato con el Gobierno federal, algo que motivó la intervención del Ejecutivo estadounidense para encontrar una solución.<br> <strong>La Casa Blanca anunció este martes que Johnson &amp; Johnson distribuirá inmediatamente cerca de 4 millones de dosis de su vacuna</strong> y esto permitirá aumentar las entregas de dosis a los estados a unas 15,2 millones semanales.<br> Biden se ha comprometido a vacunar a los 300 millones de estadounidenses antes del fin del verano, y para ello ahora cuenta tres vacunas autorizadas para uso de emergencia por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés): las de Pfizer/BioNTech y de Moderna (autorizadas en diciembre), y la de Johnson &amp; Johnson, que recibió luz verde el pasado fin de semana.<br> <strong>La vacuna de Johnson &amp; Johnson solo requiere de una dosis, no dos como en los casos de Pfizer y Moderna,</strong> y puede ser almacenada en refrigeradores normales por encima del punto de congelación sin problemas, lo que facilita enormemente la logística.<br> No obstante, es alrededor de un 30 por ciento menos efectiva a la hora de evitar que el SARS-CoV-2 consiga manifestarse con un contagio de Covid-19, pero previene casi en su totalidad los casos graves de la enfermedad y por ende las hospitalizaciones y las muertes.<br> La mayor campaña de vacunación de la historia de Estados Unidos, que incluye el desarrollo en tiempo récord de vacunas, ha permitido inyectar 76,9 millones de dosis en el país en el 15 por ciento de la población.</p>

<p class="rtejustify"> Washington |</p> <p class="rtejustify"> <strong>La Casa Blanca echará mano de una ley pensada para tiempos de guerra con el objetivo de garantizar la producción en masa de vacunas contra la Covid-19,</strong> y anunció que dos rivales, Merck y Johnson &amp; Johnson, colaborarán para producir millones de dosis del primer suero que requiere de una sola inyección aprobado en Estados Unidos.<br /><br /> La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó que la Administración del presidente <strong>Joe Biden ha conseguido un acuerdo para que Merck produzca en dos de sus plantas la vacuna de Johnson &amp; Johnson que acaba de ser autorizada en el país y que estaba teniendo problemas en el proceso de fabricación para cumplir sus objetivos de entrega.</strong><br /><br /> Psaki indicó en su rueda de prensa diaria que este acuerdo "no tiene precedentes y es histórico, ya que dos empresas que usualmente son competidoras se unen para aumentar la capacidad de vacunación".<br /><br /><strong>La guerra contra la pandemia</strong><br /><br /> El acuerdo con Merck invoca la ley de Producción de Defensa, una legislación para crisis bélicas ideada durante la Guerra de Corea (1950-53), para la fabricación de la vacuna contra la Covid y asegurarse de que las plantas de esta compañía tienen acceso preferencial a la maquinaría y materias primas necesarias.<br /><br /> Psaki aseguró que el Pentágono se encargará de facilitar la logística que permita aumentar la producción de la vacuna monodosis de Johnson &amp; Johnson, que ha sufrido problemas en la manufactura y tuvo que reconocer que no cumplirá su contrato con el Gobierno federal en las primeras semanas.<br /><br /> Durante su mandato, el expresidente Donald Trump (2017-2021) también invocó esta ley pensada para emergencias para obligar a General Motors (GM) a producir respiradores al principio de la pandemia, aunque hizo un uso limitado de esta capacidad para forzar al sector privado a fabricar o dar preferencia a cierto tipo de producción necesario en época de guerra.<br /><br /><strong>La portavoz de la Casa Blanca especificó que Merck apoyará a Johnson &amp; Johnson en la parte final de sellado de los viales con el suero, así como en la producción de la vacuna, algo que podría iniciarse en junio.</strong><br /><br /> Según la Casa Blanca, este acuerdo ha sido posible porque la vacuna de Johnson &amp; Johnson usa una técnica similar a otras disponibles en el mercado para otras enfermedades, y que Merck fabrica.<br /><br /> Se da la circunstancia de que Merck, competidora de Johnson &amp; Johnson, intentó sin éxito desarrollar dos vacunas contra la covid.<br /><br /><strong>Aceleración de la vacunación</strong><br /><br /> Johnson &amp; Johnson se comprometió la semana pasada a entregar 20 millones de dosis antes de finales de este mes, por debajo de los 37 millones comprometidos en su contrato con el Gobierno federal, algo que motivó la intervención del Ejecutivo estadounidense para encontrar una solución.<br /><br /><strong>La Casa Blanca anunció este martes que Johnson &amp; Johnson distribuirá inmediatamente cerca de 4 millones de dosis de su vacuna</strong> y esto permitirá aumentar las entregas de dosis a los estados a unas 15,2 millones semanales.<br /><br /> Biden se ha comprometido a vacunar a los 300 millones de estadounidenses antes del fin del verano, y para ello ahora cuenta tres vacunas autorizadas para uso de emergencia por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés): las de Pfizer/BioNTech y de Moderna (autorizadas en diciembre), y la de Johnson &amp; Johnson, que recibió luz verde el pasado fin de semana.<br /><br /><strong>La vacuna de Johnson &amp; Johnson solo requiere de una dosis, no dos como en los casos de Pfizer y Moderna,</strong> y puede ser almacenada en refrigeradores normales por encima del punto de congelación sin problemas, lo que facilita enormemente la logística.<br /><br /> No obstante, es alrededor de un 30 por ciento menos efectiva a la hora de evitar que el SARS-CoV-2 consiga manifestarse con un contagio de Covid-19, pero previene casi en su totalidad los casos graves de la enfermedad y por ende las hospitalizaciones y las muertes.<br /><br /> La mayor campaña de vacunación de la historia de Estados Unidos, que incluye el desarrollo en tiempo récord de vacunas, ha permitido inyectar 76,9 millones de dosis en el país en el 15 por ciento de la población.</p>

El Pentágono se encargará de facilitar la logística que permita aumentar la producción de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson.

El Pentágono se encargará de facilitar la logística que permita aumentar la producción de la vacuna monodosis de Johnson &amp; Johnson.

<p class="rtejustify"> Washington |</p> <p class="rtejustify"> <strong>El expresidente estadounidense Donald Trump y su esposa, Melania, se vacunaron discretamente contra la Covid-19 en enero pasado antes de abandonar la Casa Blanca</strong>, revelaron medios de comunicación locales.<br> No está claro si Trump, quien durante meses se negó a usar en público mascarilla para protegerse de la enfermedad, y la exprimera dama recibieron la primera o ambas dosis de la vacuna.<br> <strong>Tampoco ha trascendido cuál de las vacunas aprobadas en aquel momento para uso de emergencia en EEUU -la de Moderna o la de Pfizer- les fue administrada. </strong><br> Un asesor del exmandatario consultado por el diario The New York Times confirmó que Trump recibió en privado la vacuna en enero.<br> El domingo, Trump aseguró en un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés) que "todo el mundo debería ir a recibir su inyección", en su primera intervención pública desde el fin de su mandato, el pasado 20 de enero.<br> <strong>El manejo de este tema por parte del exgobernante contrasta con el de su sucesor, el demócrata Joe Biden, a quien le administraron en público ambas dosis de la vacuna y animó a sus compatriotas a emular su ejemplo. </strong><br> A finales de septiembre, Trump se contagió con Covid-19, junto a su esposa, y tuvo que ser hospitalizado durante tres días en un centro sanitario de Washington DC, del que salió después de que se le administrara el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron y el antiviral Remdesivir.<br> Un funcionario gubernamental dijo a mediados de diciembre que a Trump no se le administraría la vacuna de la Covid-19 hasta que no se lo recomendara el equipo médico de la Casa Blanca.<br> Durante su mandato, Trump llegó a reconocer que había llegado a minusvalorar adrede la gravedad de la enfermedad al principio de la pandemia para que no cundiera el pánico entre el público estadounidense, en una serie de entrevistas con el periodista Bob Woodward para su libro "Rage".<br> <strong>A su llegada a la Casa Blanca, Biden se puso como meta administrar 100 millones de dosis en sus primeros 100 días</strong> en el cargo y frenar la propagación de la pandemia en EEUU, el país más afectado por la Covid-19, donde han muerto más de medio millón de personas y más de 28,6 han sido contagiadas con el virus.</p>

<p class="rtejustify"> Washington |</p> <p class="rtejustify"> <strong>El expresidente estadounidense Donald Trump y su esposa, Melania, se vacunaron discretamente contra la Covid-19 en enero pasado antes de abandonar la Casa Blanca</strong>, revelaron medios de comunicación locales.<br /><br /> No está claro si Trump, quien durante meses se negó a usar en público mascarilla para protegerse de la enfermedad, y la exprimera dama recibieron la primera o ambas dosis de la vacuna.<br /><br /><strong>Tampoco ha trascendido cuál de las vacunas aprobadas en aquel momento para uso de emergencia en EEUU -la de Moderna o la de Pfizer- les fue administrada. </strong><br /><br /> Un asesor del exmandatario consultado por el diario The New York Times confirmó que Trump recibió en privado la vacuna en enero.<br /><br /> El domingo, Trump aseguró en un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés) que "todo el mundo debería ir a recibir su inyección", en su primera intervención pública desde el fin de su mandato, el pasado 20 de enero.<br /><br /><strong>El manejo de este tema por parte del exgobernante contrasta con el de su sucesor, el demócrata Joe Biden, a quien le administraron en público ambas dosis de la vacuna y animó a sus compatriotas a emular su ejemplo. </strong><br /><br /> A finales de septiembre, Trump se contagió con Covid-19, junto a su esposa, y tuvo que ser hospitalizado durante tres días en un centro sanitario de Washington DC, del que salió después de que se le administrara el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron y el antiviral Remdesivir.<br /><br /> Un funcionario gubernamental dijo a mediados de diciembre que a Trump no se le administraría la vacuna de la Covid-19 hasta que no se lo recomendara el equipo médico de la Casa Blanca.<br /><br /> Durante su mandato, Trump llegó a reconocer que había llegado a minusvalorar adrede la gravedad de la enfermedad al principio de la pandemia para que no cundiera el pánico entre el público estadounidense, en una serie de entrevistas con el periodista Bob Woodward para su libro "Rage".<br /><br /><strong>A su llegada a la Casa Blanca, Biden se puso como meta administrar 100 millones de dosis en sus primeros 100 días</strong> en el cargo y frenar la propagación de la pandemia en EEUU, el país más afectado por la Covid-19, donde han muerto más de medio millón de personas y más de 28,6 han sido contagiadas con el virus.</p>

Donald y Melania Trump se vacunaron discretamente contra el Covid-19 en enero, cuando aún estaban en la Casa Blanca.

Donald y Melania Trump se vacunaron discretamente contra el Covid-19 en enero, cuando aún estaban en la Casa Blanca.

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<p class="rtejustify">Sao Paulo |</p> <p class="rtejustify"><strong>Brasil se aproxima al colapso de su sistema público de salud, con más de la mitad de los estados al límite de su capacidad,</strong> mientras crece la presión para que el presidente Jair Bolsonaro tome medidas drásticas para contener la explosión de contagios en el país.<br /> El país vive su peor momento de la pandemia desde que el 26 de febrero de 2020 registrara el primer contagio, coincidiendo además con la irrupción de la variante amazónica (P.1), más transmisible, según estudios preliminares.<br /> Desde noviembre pasado, la curva de casos y fallecidos crece de forma preocupante, pero ha adquirido tintes dramáticos en los últimos 40 días, periodo durante el cual la media diaria de muertes asociadas a la covid-19 no ha bajado del millar.<br /> Brasil es, junto a EEUU y la India, uno de los países más afectados por el coronavirus, al contabilizar casi 256.000 fallecidos y 10,6 millones de casos, según el Ministerio de Salud.<br /> <strong>UCIS al límite </strong><br /> Si en la primera ola la evolución de la pandemia en este país de dimensiones continentales y con 212 millones de habitantes era heterogéneo, en esta segunda, más virulenta y letal, el SARS-CoV-2 ha puesto en jaque a más de la mitad del país al mismo tiempo.<br /> <strong>El índice de ocupación de las unidades de cuidados intensivos del sistema público sanitario supera el 80 por ciento en 18 de los 27 estados brasileños, con un matiz: son cada vez más los jóvenes con cuadros graves. </strong><br /> "El riesgo de colapso existe y ya lo estamos observando en varias regiones del país", afirmó a Efe el médico Carlos Starling, consultor científico de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI).<br /> Después de meses de flexibilización, los Gobiernos regionales y municipales han endurecido de nuevo las medidas de distanciamiento, como el cierre de los negocios no esenciales y toques de queda nocturnos, para evitar el colapso ocurrido en enero en Manaos, capital del estado de Amazonas.<br /> <strong>Más casos, pero menos casos </strong><br /> Amazonas, donde surgió la nueva variante y cuya estructura hospitalaria ha sido históricamente precaria, vio desbordado su sistema sanitario en cuestión de semanas. Faltó hasta oxígeno.<br /> Desde entonces, cientos de pacientes con Covid fueron trasladados a otros puntos del país para recibir tratamiento.<br /> Ahora, otros estados temen llegar a ese extremo, como Santa Catarina (sur), que este martes trasladará a cerca de una veintena de pacientes con Covid a otra región después de que algunos enfermos hayan fallecido esperando un lugar en la UCI.<br /> "La perspectiva no es buena. Lo que vimos en Manaos ciertamente lo vamos a ver en otras regiones de Brasil", advierte Starling.<br /> <strong>La segunda ola llega además en un momento en el que se han reducido paulatinamente el número de camas de terapia intensiva financiadas por el Ministerio de Salud. También son pocos los hospitales de campaña que aún quedan en pie.</strong><br /> En diciembre había 12.003 camas UCI para la covid-19 financiadas por el Gobierno; en enero, 7.717, y en febrero, que acabó como el segundo mes con más muertes por covid en Brasil, 3.187, según datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass).<br /> <strong>Más presión sobre Bolsonaro </strong><br /> La entidad, que reúne a los 27 responsables regionales de las áreas de salud, exigió en la víspera la adopción de "medidas inmediatas" a nivel nacional para hacer frente "al peor momento de la crisis sanitaria".<br /> Pidieron un toque de queda nocturno en todo el país, el cierre de bares y playas y la suspensión de actividades presenciales educativas y deportivas, así como de conciertos, congresos y actos religiosos.<br /> <strong>El presidente Bolsonaro, que se niega a reconocer la gravedad de la pandemia y acostumbra a criticar cualquier tipo de restricción, aún no se ha hecho eco públicamente de ese llamado, pero sí lo ha hecho el vicepresidente, Hamilton Mourao.</strong><br /> Mourao afirmó ayer que "no sirve" imponer "algo nacional" en un país tan grande como Brasil porque sería imposible hacerlo cumplir y el Gobierno, según dijo, no es una "dictadura".<br /> Asimismo, declaró que la población está "cansada" de medidas sanitarias y apostó por acelerar la campaña de vacunación.<br /> Sin embargo, la inmunización, que empezó a mediados de enero, avanza lentamente y hasta la fecha sólo ha recibido la primera dosis un 3,2 por ciento de la población.<br /> <!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br /> <!--[endif]--></p>

<p>Sao Paulo |</p> <p><strong>Brasil se aproxima al colapso de su sistema público de salud, con más de la mitad de los estados al límite de su capacidad,</strong> mientras crece la presión para que el presidente Jair Bolsonaro tome medidas drásticas para contener la explosión de contagios en el país.<br /> El país vive su peor momento de la pandemia desde que el 26 de febrero de 2020 registrara el primer contagio, coincidiendo además con la irrupción de la variante amazónica (P.1), más transmisible, según estudios preliminares.<br /> Desde noviembre pasado, la curva de casos y fallecidos crece de forma preocupante, pero ha adquirido tintes dramáticos en los últimos 40 días, periodo durante el cual la media diaria de muertes asociadas a la covid-19 no ha bajado del millar.<br /> Brasil es, junto a EEUU y la India, uno de los países más afectados por el coronavirus, al contabilizar casi 256.000 fallecidos y 10,6 millones de casos, según el Ministerio de Salud.<br /><strong>UCIS al límite </strong><br /> Si en la primera ola la evolución de la pandemia en este país de dimensiones continentales y con 212 millones de habitantes era heterogéneo, en esta segunda, más virulenta y letal, el SARS-CoV-2 ha puesto en jaque a más de la mitad del país al mismo tiempo.<br /><strong>El índice de ocupación de las unidades de cuidados intensivos del sistema público sanitario supera el 80 por ciento en 18 de los 27 estados brasileños, con un matiz: son cada vez más los jóvenes con cuadros graves. </strong><br /> "El riesgo de colapso existe y ya lo estamos observando en varias regiones del país", afirmó a Efe el médico Carlos Starling, consultor científico de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI).<br /> Después de meses de flexibilización, los Gobiernos regionales y municipales han endurecido de nuevo las medidas de distanciamiento, como el cierre de los negocios no esenciales y toques de queda nocturnos, para evitar el colapso ocurrido en enero en Manaos, capital del estado de Amazonas.<br /><strong>Más casos, pero menos casos </strong><br /> Amazonas, donde surgió la nueva variante y cuya estructura hospitalaria ha sido históricamente precaria, vio desbordado su sistema sanitario en cuestión de semanas. Faltó hasta oxígeno.<br /> Desde entonces, cientos de pacientes con Covid fueron trasladados a otros puntos del país para recibir tratamiento.<br /> Ahora, otros estados temen llegar a ese extremo, como Santa Catarina (sur), que este martes trasladará a cerca de una veintena de pacientes con Covid a otra región después de que algunos enfermos hayan fallecido esperando un lugar en la UCI.<br /> "La perspectiva no es buena. Lo que vimos en Manaos ciertamente lo vamos a ver en otras regiones de Brasil", advierte Starling.<br /><strong>La segunda ola llega además en un momento en el que se han reducido paulatinamente el número de camas de terapia intensiva financiadas por el Ministerio de Salud. También son pocos los hospitales de campaña que aún quedan en pie.</strong><br /> En diciembre había 12.003 camas UCI para la covid-19 financiadas por el Gobierno; en enero, 7.717, y en febrero, que acabó como el segundo mes con más muertes por covid en Brasil, 3.187, según datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass).<br /><strong>Más presión sobre Bolsonaro </strong><br /> La entidad, que reúne a los 27 responsables regionales de las áreas de salud, exigió en la víspera la adopción de "medidas inmediatas" a nivel nacional para hacer frente "al peor momento de la crisis sanitaria".<br /> Pidieron un toque de queda nocturno en todo el país, el cierre de bares y playas y la suspensión de actividades presenciales educativas y deportivas, así como de conciertos, congresos y actos religiosos.<br /><strong>El presidente Bolsonaro, que se niega a reconocer la gravedad de la pandemia y acostumbra a criticar cualquier tipo de restricción, aún no se ha hecho eco públicamente de ese llamado, pero sí lo ha hecho el vicepresidente, Hamilton Mourao.</strong><br /> Mourao afirmó ayer que "no sirve" imponer "algo nacional" en un país tan grande como Brasil porque sería imposible hacerlo cumplir y el Gobierno, según dijo, no es una "dictadura".<br /> Asimismo, declaró que la población está "cansada" de medidas sanitarias y apostó por acelerar la campaña de vacunación.<br /> Sin embargo, la inmunización, que empezó a mediados de enero, avanza lentamente y hasta la fecha sólo ha recibido la primera dosis un 3,2 por ciento de la población.</p>

Aumenta la presión para que el presidente Jair Bolsonaro tome medidas drásticas para contener la explosión de contagios en el país.

Aumenta la presión para que el presidente Jair Bolsonaro tome medidas drásticas para contener la explosión de contagios en el país.

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<p class="rtejustify"> Ginebra |</p> <p class="rtejustify"> <strong>El programa Covax, creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza para las Vacunas GAVI para distribuir vacunas anticovid en todo el mundo, enviará a los países latinoamericanos 26 millones de vacunas, principalmente de AstraZeneca, entre marzo y mayo.</strong><br> De acuerdo con la lista de distribución publicada ayer por GAVI, 18 países latinoamericanos se encuentran entre los 142 que recibirán los primeras 237 millones de dosis que gestionará Covax durante los próximos tres meses.<br> Colombia, que este lunes fue el primer país de la región al que llegó un lote de estas vacunas, recibirá más de dos millones de dosis de aquí a mayo.<br> Sin embargo, <strong>los países de América Latina que más vacunas conseguirán mediante este programa serán Brasil (9,1 millones) y México (5,5 millones).<br> Argentina recibirá 1,9 millones de dosis; Perú, 1,2 millones; Chile, 818.000; Ecuador, 756.000; Bolivia, 672.000; Paraguay, 304.000; y Uruguay, 148.000.</strong><br> Venezuela no figura en la lista de distribución porque "los datos no están muy claros", pero tendrá dosis, sostuvo el director ejecutivo de GAVI, Seth Berkley.<br> En Centroamérica serán beneficiarios del programa Costa Rica, que recibirá hasta mayo 218.000 dosis, El Salvador (225.000), Guatemala (724.000), Honduras (424.000), Nicaragua (432.000) y Panamá (184.000).<br> Entre los caribeños, República Dominicana tendrá 463.000 dosis, mientras que Cuba no recibirá ninguna porque decidió no unirse a Covax, explicó Berkley.<br> Los países que más vacunas recibirán hasta mayo (más de 10 millones de dosis cada uno) son naciones en desarrollo con grandes poblaciones, como Bangladesh, Indonesia, Nigeria y Pakistán.<br> <strong>Ghana se convirtió la semana pasada en el primer país del mundo en recibir vacunas a través de esta plataforma solidaria</strong>, que ayer envió vacunas a Camboya, Angola, Nigeria y a la República Democrática del Congo.<br> El programa de distribución "cambiará el curso de la pandemia y la forma en que se responde a las emergencias sanitarias", destacó ayer en rueda de prensa el <strong>director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus</strong>, sobre la que ya se considera la mayor y más compleja operación de inmunización global de la historia.<br> Covax tiene este año la meta de distribuir en 2021 al menos 2.000 millones de dosis, 1.300 millones de ellas en países pobres.<br> Berkley anunció en la misma rueda de prensa que esa cifra inicialmente proyectada podría aumentar a 2.500 millones de dosis (1.800 millones para los países en desarrollo).<br> Forman parte de la plataforma 190 países, de los que un centenar han colaborado en su financiación, mientras que las 90 economías más pobres no deberán pagar por las vacunas que se les asigne.<br> <strong>En Latinoamérica entran en este grupo Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.</strong><br> Aunque la mayoría de las vacunas que se están comenzando a enviar son de AstraZeneca (la mayoría fabricadas por su socio el Serum Institute de India), adicionalmente se distribuirán hasta mayo 1,2 millones de dosis de la vacuna desarrollada conjuntamente por Pfizer/BioNTech, que también colaboran con Covax.<br> Una porción de estas últimas vacunas se destinarán en América Latina a Colombia, que recibirá 117.000 dosis; El Salvador (51.000), Bolivia (92.000) y Perú (117.000).<br> <strong>Berkley adelantó que pronto cooperarán con Covax las farmacéuticas estadounidenses Johnson &amp; Johnson, que donará 500 millones de dosis, y Novavax, que ha firmado un acuerdo de principios para 1.100 millones de dosis.</strong><br> En la lista inicial de beneficiarios publicada hoy no aparecen importantes productores de vacunas anticovid como Estados Unidos, Reino Unido, China o Rusia, ni tampoco países de la Unión Europea que han contribuido financieramente con Covax.<br> La razón es que la mayoría de países desarrollados han optado por retrasar voluntariamente la recepción de dosis al haber firmado contratos directamente con los productores, lo que les ha permitido estar entre los primeros en recibir las vacunas.<br> <strong>De este modo permiten que las vacunas de Covax se envíen prioritariamente a países que han recibido escasas dosis o ninguna.</strong><br> Los únicos países ricos donantes de Covax que han pedido recibir vacunas en esta primera ronda han sido Canadá, Nueva Zelanda y Mónaco, así como Corea del Sur.</p>

<p class="rtejustify"> Ginebra |</p> <p class="rtejustify"> <strong>El programa Covax, creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza para las Vacunas GAVI para distribuir vacunas anticovid en todo el mundo, enviará a los países latinoamericanos 26 millones de vacunas, principalmente de AstraZeneca, entre marzo y mayo.</strong><br /><br /> De acuerdo con la lista de distribución publicada ayer por GAVI, 18 países latinoamericanos se encuentran entre los 142 que recibirán los primeras 237 millones de dosis que gestionará Covax durante los próximos tres meses.<br /><br /> Colombia, que este lunes fue el primer país de la región al que llegó un lote de estas vacunas, recibirá más de dos millones de dosis de aquí a mayo.<br /><br /> Sin embargo, <strong>los países de América Latina que más vacunas conseguirán mediante este programa serán Brasil (9,1 millones) y México (5,5 millones).<br /><br /> Argentina recibirá 1,9 millones de dosis; Perú, 1,2 millones; Chile, 818.000; Ecuador, 756.000; Bolivia, 672.000; Paraguay, 304.000; y Uruguay, 148.000.</strong><br /><br /> Venezuela no figura en la lista de distribución porque "los datos no están muy claros", pero tendrá dosis, sostuvo el director ejecutivo de GAVI, Seth Berkley.<br /><br /> En Centroamérica serán beneficiarios del programa Costa Rica, que recibirá hasta mayo 218.000 dosis, El Salvador (225.000), Guatemala (724.000), Honduras (424.000), Nicaragua (432.000) y Panamá (184.000).<br /><br /> Entre los caribeños, República Dominicana tendrá 463.000 dosis, mientras que Cuba no recibirá ninguna porque decidió no unirse a Covax, explicó Berkley.<br /><br /> Los países que más vacunas recibirán hasta mayo (más de 10 millones de dosis cada uno) son naciones en desarrollo con grandes poblaciones, como Bangladesh, Indonesia, Nigeria y Pakistán.<br /><br /><strong>Ghana se convirtió la semana pasada en el primer país del mundo en recibir vacunas a través de esta plataforma solidaria</strong>, que ayer envió vacunas a Camboya, Angola, Nigeria y a la República Democrática del Congo.<br /><br /> El programa de distribución "cambiará el curso de la pandemia y la forma en que se responde a las emergencias sanitarias", destacó ayer en rueda de prensa el <strong>director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus</strong>, sobre la que ya se considera la mayor y más compleja operación de inmunización global de la historia.<br /><br /> Covax tiene este año la meta de distribuir en 2021 al menos 2.000 millones de dosis, 1.300 millones de ellas en países pobres.<br /><br /> Berkley anunció en la misma rueda de prensa que esa cifra inicialmente proyectada podría aumentar a 2.500 millones de dosis (1.800 millones para los países en desarrollo).<br /><br /> Forman parte de la plataforma 190 países, de los que un centenar han colaborado en su financiación, mientras que las 90 economías más pobres no deberán pagar por las vacunas que se les asigne.<br /><br /><strong>En Latinoamérica entran en este grupo Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.</strong><br /><br /> Aunque la mayoría de las vacunas que se están comenzando a enviar son de AstraZeneca (la mayoría fabricadas por su socio el Serum Institute de India), adicionalmente se distribuirán hasta mayo 1,2 millones de dosis de la vacuna desarrollada conjuntamente por Pfizer/BioNTech, que también colaboran con Covax.<br /><br /> Una porción de estas últimas vacunas se destinarán en América Latina a Colombia, que recibirá 117.000 dosis; El Salvador (51.000), Bolivia (92.000) y Perú (117.000).<br /><br /><strong>Berkley adelantó que pronto cooperarán con Covax las farmacéuticas estadounidenses Johnson &amp; Johnson, que donará 500 millones de dosis, y Novavax, que ha firmado un acuerdo de principios para 1.100 millones de dosis.</strong><br /><br /> En la lista inicial de beneficiarios publicada hoy no aparecen importantes productores de vacunas anticovid como Estados Unidos, Reino Unido, China o Rusia, ni tampoco países de la Unión Europea que han contribuido financieramente con Covax.<br /><br /> La razón es que la mayoría de países desarrollados han optado por retrasar voluntariamente la recepción de dosis al haber firmado contratos directamente con los productores, lo que les ha permitido estar entre los primeros en recibir las vacunas.<br /><br /><strong>De este modo permiten que las vacunas de Covax se envíen prioritariamente a países que han recibido escasas dosis o ninguna.</strong><br /><br /> Los únicos países ricos donantes de Covax que han pedido recibir vacunas en esta primera ronda han sido Canadá, Nueva Zelanda y Mónaco, así como Corea del Sur.</p>

Las 90 economías más pobres de Latinoamérica no deberán pagar por las vacunas que se les asigne; entran en este grupo Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Las 90 economías más pobres de Latinoamérica no deberán pagar por las vacunas que se les asigne; entran en este grupo Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

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