<p class="rtejustify"> El presidente ruso, Vladímir Putin, acorralado por las sanciones occidentales y la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, ha encontrado en China una vía de escape contra el aislamiento, tanto en el plano político y económico como en el campo de batalla ucraniano.</p> <p class="rtejustify"> En Moscú no se recordaba un recibimiento tan ostentoso a un jefe de Estado como el que tuvo esta semana el líder chino, Xi Jinping. Ningún líder occidental disfrutó nunca de un trato tan caluroso en los salones de oro y mármol del Kremlin.</p> <p class="rtejustify"> Xi fue tratado como lo que es, el último salvavidas para Rusia, que depende de China y otros países, como la India, para sobrevivir al embargo y boicot europeos por la campaña militar en Ucrania.</p> <p class="rtejustify"> "Les envidiamos un poco", admitió Putin en una confesión a corazón abierto poco habitual para el líder ruso, muy poco dado a mostrar ni siquiera un gramo de debilidad.</p> <p class="rtejustify"> <strong>NUEVAS REGLAS DE JUEGO</strong></p> <p class="rtejustify"> El líder del gigante asiático abandonó el Kremlin asegurando a su colega ruso que "ahora mismo tienen lugar cambios que no habíamos visto en 100 años, y nosotros somos los que estamos impulsando esos cambios".</p> <p class="rtejustify"> "Estoy de acuerdo", le respondió Putin con una media sonrisa.</p> <p class="rtejustify"> Rusia necesita un aliado en su actual pugna con Occidente en Ucrania y lo ha encontrado en China, que también tiene sus más y sus menos con Washington por Taiwán.<br> <br> Putin y Xi marcaron las nuevas líneas rojas del orden mundial multipolar, que se resumen en rechazar categóricamente la hegemonía occidental en todos los asuntos internacionales. Se acabó el dictado de la OTAN y el dólar. Dos tercios de los intercambios comerciales ya se realizan en rublos y yuanes.</p> <p class="rtejustify"> En ese nuevo mundo no habrá bloques que intenten imponer su ideología, su interpretación de los derechos humanos o contraponer "la democracia a la autocracia", según la declaración conjunta firmada por ambos mandatarios.&nbsp;</p> <p class="rtejustify"> De hecho, Moscú y Pekín aseguraron que no son una alianza político-militar al uso de la Guerra Fría, aunque celebren maniobras conjuntas y mantengan una estrecha cooperación técnico-militar.</p> <p class="rtejustify"> La OTAN es una organización defensiva y regional, por lo que debe respetar las preocupaciones de seguridad de otras potencias y no debe inmiscuirse en otras zonas del mundo como Asia-Pacífico, sostienen.</p> <p class="rtejustify"> Igualmente, EEUU debe retirar sus armas nucleares del extranjero y descartar los planes de desplegar misiles de corto y medio alcance en Europa y Asia.</p> <p class="rtejustify"> <strong>SOLUCIONAR LA CRISIS, QUE NO EL CONFLICTO</strong></p> <p class="rtejustify"> Durante su estancia en Moscú, Xi pareció más interesado en abortar la crisis que las causas del conflicto en Ucrania, es decir, la intervención militar rusa.</p> <p class="rtejustify"> De hecho, el propio plan de paz chino alude en varios puntos a la exportación de cereales, las cadenas logísticas, las sanciones unilaterales y los riesgos estratégicos.</p> <p class="rtejustify"> Pekín sí abogó por el cese de las tensiones y la reanudación de las negociaciones de paz entre Moscú y Kiev, pero jugó en campo ruso al no pedir la retirada de las tropas rusas ni condenar la anexión ilegal de cuatro regiones ucranianas.</p> <p class="rtejustify"> Putin recogió el guante. Alabó la "postura constructiva" de Pekín e incluso proclamó que varios puntos de la propuesta china "pueden servir de base para el arreglo del conflicto", pero no mostró ninguna intención de poner fin a la contienda.</p> <p class="rtejustify"> El plan chino, rechazado ya por Occidente, es una excusa más para acusar a Kiev y sus aliados de rechazar la paz, al igual que los nuevos planes británicos de enviar proyectiles con uranio empobrecido a Kiev, a los que Moscú prometió reaccionar.</p> <p class="rtejustify"> En cuanto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se desconoce si Xi le llamará, como espera Kiev y le han pedido EEUU, la Unión Europea y la OTAN.</p> <p class="rtejustify"> <strong>UN ACTO DE DESESPERACIÓN</strong></p> <p class="rtejustify"> A cambio de su postura ambivalente sobre Ucrania, Putin abrió de par en par las puertas de su economía a los inversores chinos para ocupar los nichos abandonados por las compañías occidentales, algo visto como un acto de desesperación por los analistas.</p> <p class="rtejustify"> Consciente de que el proyecto no tiene futuro sin China, el jefe del Kremlin también planteó a Xi la explotación conjunta de la Ruta Marítima Ártica, la alternativa al Canal de Suez.</p> <p class="rtejustify"> No todo son planes. Rusia y China firmaron una declaración sobre cooperación económica hasta 2030 que incluye 82 proyectos de inversión por valor de 165.000 millones de dólares.</p> <p class="rtejustify"> Moscú también prometió a Pekín el suministro ininterrumpido de hidrocarburos para saciar las necesidades de su economía.</p> <p class="rtejustify"> Los suministros de gas aumentarán un tercio este año, pero lo harán aún más cuando se ponga en marcha el nuevo gasoducto Fuerza de Siberia-2 a través de Mongolia.<br> <br> &nbsp;</p>

<p class="rtejustify"> El presidente ruso, Vladímir Putin, acorralado por las sanciones occidentales y la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, ha encontrado en China una vía de escape contra el aislamiento, tanto en el plano político y económico como en el campo de batalla ucraniano.</p> <p class="rtejustify"> En Moscú no se recordaba un recibimiento tan ostentoso a un jefe de Estado como el que tuvo esta semana el líder chino, Xi Jinping. Ningún líder occidental disfrutó nunca de un trato tan caluroso en los salones de oro y mármol del Kremlin.</p> <p class="rtejustify"> Xi fue tratado como lo que es, el último salvavidas para Rusia, que depende de China y otros países, como la India, para sobrevivir al embargo y boicot europeos por la campaña militar en Ucrania.</p> <p class="rtejustify"> "Les envidiamos un poco", admitió Putin en una confesión a corazón abierto poco habitual para el líder ruso, muy poco dado a mostrar ni siquiera un gramo de debilidad.</p> <p class="rtejustify"> <strong>NUEVAS REGLAS DE JUEGO</strong></p> <p class="rtejustify"> El líder del gigante asiático abandonó el Kremlin asegurando a su colega ruso que "ahora mismo tienen lugar cambios que no habíamos visto en 100 años, y nosotros somos los que estamos impulsando esos cambios".</p> <p class="rtejustify"> "Estoy de acuerdo", le respondió Putin con una media sonrisa.</p> <p class="rtejustify"> Rusia necesita un aliado en su actual pugna con Occidente en Ucrania y lo ha encontrado en China, que también tiene sus más y sus menos con Washington por Taiwán.<br /><br /><br /><br /> Putin y Xi marcaron las nuevas líneas rojas del orden mundial multipolar, que se resumen en rechazar categóricamente la hegemonía occidental en todos los asuntos internacionales. Se acabó el dictado de la OTAN y el dólar. Dos tercios de los intercambios comerciales ya se realizan en rublos y yuanes.</p> <p class="rtejustify"> En ese nuevo mundo no habrá bloques que intenten imponer su ideología, su interpretación de los derechos humanos o contraponer "la democracia a la autocracia", según la declaración conjunta firmada por ambos mandatarios. </p> <p class="rtejustify"> De hecho, Moscú y Pekín aseguraron que no son una alianza político-militar al uso de la Guerra Fría, aunque celebren maniobras conjuntas y mantengan una estrecha cooperación técnico-militar.</p> <p class="rtejustify"> La OTAN es una organización defensiva y regional, por lo que debe respetar las preocupaciones de seguridad de otras potencias y no debe inmiscuirse en otras zonas del mundo como Asia-Pacífico, sostienen.</p> <p class="rtejustify"> Igualmente, EEUU debe retirar sus armas nucleares del extranjero y descartar los planes de desplegar misiles de corto y medio alcance en Europa y Asia.</p> <p class="rtejustify"> <strong>SOLUCIONAR LA CRISIS, QUE NO EL CONFLICTO</strong></p> <p class="rtejustify"> Durante su estancia en Moscú, Xi pareció más interesado en abortar la crisis que las causas del conflicto en Ucrania, es decir, la intervención militar rusa.</p> <p class="rtejustify"> De hecho, el propio plan de paz chino alude en varios puntos a la exportación de cereales, las cadenas logísticas, las sanciones unilaterales y los riesgos estratégicos.</p> <p class="rtejustify"> Pekín sí abogó por el cese de las tensiones y la reanudación de las negociaciones de paz entre Moscú y Kiev, pero jugó en campo ruso al no pedir la retirada de las tropas rusas ni condenar la anexión ilegal de cuatro regiones ucranianas.</p> <p class="rtejustify"> Putin recogió el guante. Alabó la "postura constructiva" de Pekín e incluso proclamó que varios puntos de la propuesta china "pueden servir de base para el arreglo del conflicto", pero no mostró ninguna intención de poner fin a la contienda.</p> <p class="rtejustify"> El plan chino, rechazado ya por Occidente, es una excusa más para acusar a Kiev y sus aliados de rechazar la paz, al igual que los nuevos planes británicos de enviar proyectiles con uranio empobrecido a Kiev, a los que Moscú prometió reaccionar.</p> <p class="rtejustify"> En cuanto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se desconoce si Xi le llamará, como espera Kiev y le han pedido EEUU, la Unión Europea y la OTAN.</p> <p class="rtejustify"> <strong>UN ACTO DE DESESPERACIÓN</strong></p> <p class="rtejustify"> A cambio de su postura ambivalente sobre Ucrania, Putin abrió de par en par las puertas de su economía a los inversores chinos para ocupar los nichos abandonados por las compañías occidentales, algo visto como un acto de desesperación por los analistas.</p> <p class="rtejustify"> Consciente de que el proyecto no tiene futuro sin China, el jefe del Kremlin también planteó a Xi la explotación conjunta de la Ruta Marítima Ártica, la alternativa al Canal de Suez.</p> <p class="rtejustify"> No todo son planes. Rusia y China firmaron una declaración sobre cooperación económica hasta 2030 que incluye 82 proyectos de inversión por valor de 165.000 millones de dólares.</p> <p class="rtejustify"> Moscú también prometió a Pekín el suministro ininterrumpido de hidrocarburos para saciar las necesidades de su economía.</p> <p class="rtejustify"> Los suministros de gas aumentarán un tercio este año, pero lo harán aún más cuando se ponga en marcha el nuevo gasoducto Fuerza de Siberia-2 a través de Mongolia.<br /><br /><br /><br />  </p>

El presidente ruso, Vladímir Putin, acorralado por las sanciones occidentales y la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, ha encontrado en China una vía de escape contra el aislamiento, tanto en el plano político y económico como en el campo de batalla ucraniano.

El presidente ruso, Vladímir Putin, acorralado por las sanciones occidentales y la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, ha encontrado en China una vía de escape contra el aislamiento, tanto en el plano político y económico como en el campo de batalla ucraniano.