La Iglesia Católica planteó sus alternativas para defender la vida y evitar el aborto. Sugirió impulsar las adopciones y que se mantengan y ayuden a los centros de acogida para niños.
La Iglesia realizó un llamado a los legisladores y a toda la sociedad a defender el derecho a la vida y a participar activamente en el debate público sobre estas iniciativas.