Casi una semana después del terremoto que devastó enormes regiones del sureste de Turquía, los equipos de rescate continuaban ayer sacando de entre los escombros a personas vivas, a veces incluso en un estado de entereza sorprendente.
El peligro de epidemias comienza a amenazar a las 10 provincias del sureste de Turquía golpeadas por los terremotos del lunes, una amplia zona en la que viven 13 millones de personas y en la que los servicios básicos han quedado muy dañados.
Los devastadores terremotos del lunes han elevado la cifra de muertos a más de 7.200, de los cuales 5.434 se han registrado solo en Turquía, donde también se contabilizan más de 31.000 heridos.