Loayza lanza una biografía literaria del Barón del Estaño
Con la cita "¡Carajo, carajo, no me enojen que me estoy elevando!", José Antonio Loayza Portocarrero inicia su detallado recorrido histórico por la vida del magnate boliviano Simón I. Patiño en una obra que contiene datos innovadores y algunas fotografías inéditas del personaje principal de su libro.
A pocos días de su presentación en Cochabamba, "Simón el magnate del Estaño" se convierte en un documento que resume el quehacer político, económico y social de la época del "Barón del Estaño".
Loayza escribió con lujo de detalles una serie de pasajes poco conocidos del minero boliviano. Relata su infancia, parentescos, vida con Doña Albina, adquisiciones, sueños y otros sin dejar de lado la historia de cómo descubrió la veta que lo hizo el hombre más rico del mundo, y los acontecimientos que sucedieron para la creación de su imperio estañifero.
El libro incluye datos precisos sobre todos los hijos de Simón y su descendencia actual.
"El trabajo de recopilación e investigación fue muy moroso" comenta el autor quien dice que tardó cuatro años en completar su obra de 450 páginas y que ilustró en tonos sepia con una fotografía de Patiño tomada en la Casa de la Cultura de Oruro.
La obra ya fue repartida en librerías del departamento, y el autor espera presentarla -como no podría ser de otra manera- en los señoriales salones del Palacio Portales; sin embargo Loayza cuenta "antes el Centro desea revisar el documento para compararlo con los datos de la biografía oficial" del personaje de la obra.
Entre tanto, la facilidad de descripción de su autor, conjugada con varios géneros que emplea para desarrollar sus relatos, hacen de la lectura una placentera y liviana tarea.
Incluso combina Loayza párrafos poéticos escritos en versos que acompañan algunas las ilustraciones del libro.
Por ejemplo, pregunta al diablo "¿Para quien trabajas?.
Dónde estás cuerno de la abundancia que rumba
Dime de qué sirve la fortuna que en todos zumba,
si al final la vil muerte se lo lleva todo a la tumba".
Y entre juegos de palabras va describiendo a ratos pasajes reales con un toque de encanto que se convierten de algún modo en la personalidad de este documento.