EBT prevé comenzar a operar dentro de 2 meses, privados aún se oponen
Estructurar la empresa, ubicar el espacio físico para las oficinas, contratar el personal y comenzar con la elaboración del Plan Operativo Anual (POA) para comenzar a operar dentro de dos meses son las primeras tareas a las que dijo estar abocada la flamante gerente ejecutiva de la Empresa Boliviana de Turismo (EBT), Lourdes Omoya.
Mientras, los operadores privados insisten en su pedido de que se anule el decreto de creación de la empresa o que al menos se modifiquen algunos artículos para impedir que se practique competencia desleal, dijo ayer la presidenta de la Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur), Claudia Rivera.
Omoya reiteró que el objetivo principal de la EBT es fomentar los destinos no tradicionales. Con ese fin se tiene planificado que una comisión se traslade a diferentes lugares del país para evaluar su vocación turística y el informe determinará los lugares con potencial.
Para llevar a cabo ese trabajo, el Gobierno dispone de alrededor de 6 millones de bolivianos. Este presupuesto incluye también dos millones de bolivianos para promoción.
En su campaña por que se anule o modifique el decreto 2005 que crea la EBT, Rivera, a nombre del sector privado, dijo ayer que hay preocupación por algunos vacíos que pueden dar lugar a diferentes interpretaciones de este decreto.
Rivera, en contacto telefónico desde La Paz, dijo ayer que “nuestra preocupación es que muchas de las explicaciones que están dando las autoridades no están especificadas en el decreto”.
Añadió que “el texto (del decreto) es corto donde menciona el giro principal de la empresa, que es la comercialización de pasajes aéreos y servicios turísticos. Al no existir limitaciones en el decreto, se da lugar a muchas interpretaciones”.
Sobre la preocupación del sector privado Omoya dijo que “la empresa privada va a seguir trabajando con normalidad, es decir, las agencias de viajes que emitían boletos para instituciones del Estado, lo seguirán haciendo”.
Anoche, como una forma de demostrar su descontento e insistir en su petición, los operadores privados de turismo instalaron vigilias en las diferentes plazas de las ciudades más importantes del país con pancartas en las que fundamentaban su demanda.