¿Qué es la Casa de la Adolescente?
La Fundación Infante ha creado un refugio para las víctimas de la violencia sexual, que atiende de forma permanente a las adolescentes que sobrevivieron a las agresiones. El lugar fue bautizado como la Casa de la Adolescente.
La Fundación recomienda que las víctimas deben ser apoyadas debido a que ellas necesitan ser escuchadas; evitar la revictimización; realizar la denuncia ante la Policía, y buscar apoyo familiar.
Además, se puede recurrir a las instituciones especializadas, como la Policía, la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, Fiscalía, Brigada de Protección a la Familia, Servicio de Gestión Social (Sedeges) o instituciones privadas de apoyo a las víctimas.
Entre las medidas preventivas que la comunidad puede aplicar está la sensibilización sobre la violencia sexual y promover una reflexión profunda entre los padres y los hijos sobre la sexualidad.
A ello se suma la necesidad de impulsar espacios de sensibilización sobre el enfoque de género y del valor de ser mujer en la sociedad y la familia.
Infante habilitó el refugio a raíz del aumento de denuncias sobre casos de violencia sexual, denunciados en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y las defensorías de la Niñez y Adolescencia.
Refugio de protección
La Casa del Adolescente es un refugio de protección para adolescentes sobrevivientes de violencia sexual. Se trabaja guardando la confidencialidad de los casos.
Entre los servicios que brinda están el apoyar en la recuperación integral de las víctimas de violencia sexual. Además, busca fortalecer la familia a través de grupos de autoayuda.
La Casa recibe a adolescentes entre 12 y 18 años, que han atravesado episodios de violencia sexual y que se hallen en estado de riesgo, por la presencia del agresor.
El trato de las víctimas está a cargo de un equipo interdisciplinario de psicólogos, trabajadores sociales, abogados, pedagogos y educadores.
1. El proceso de la violencia
El proceso de la violencia sexual suele iniciarse cuando el agresor identifica a su víctima y la somete, a través del poder, el chantaje, la amenaza, mentira y manipulación, por lo que la agresión sexual es la culminación de un plan que se desarrolla por etapas. Por lo general, el agresor conoce bastante a la víctima como para poder ejercer un poder sobre ella. El agresor suele ser alguien de la misma familia o que vive en el hogar.
2. Las señales de la agresión
La víctima puede manifestar algunas señales de la violencia sexual a través de un bajo rendimiento escolar, cambios del estado de ánimo, lesiones físicas, dormir con mucha ropa y cambios en la alimentación.
Otros cambios que se notan en la víctima son el deseo exagerado de mantener limpio su cuerpo.
3. Formas de violencia
Las formas más comunes de la violencia sexual suelen ser el incesto, el acoso sexual, el abuso deshonesto, el exhibicionismo y la pornografía infantil.
El abuso deshonesto se plasma en juegos, besos, manoseos, forcejeos, toques genitales, que comienza aparentemente de manera natural y luego se desvían a la esfera de violencia sexual.
4. Secuelas de la violencia
Las consecuencias de la violencia sexual pueden clasificarse en tres: físicas, psicológicas y sociales.
Entre los efectos sociales están los problemas escolares, cambios bruscos de comportamiento, el retraimiento social, el aislamiento, el miedo y la repulsión a la sexualidad.
Fuente: Infante