Persisten los incendios en Valparaíso
Valparaíso |
Helicópteros, aviones y miles de efectivos militares y de Carabineros seguían luchando ayer por tercer día para controlar los focos del peor incendio registrado en la historia del puerto chileno de Valparaíso, que acabó con la vida de 14 personas.
“El incendio no está controlado. No obstante ha bajado bastante la intensidad”, dijo el jefe de Valparaíso de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), Guillermo de la Maza.
La presidenta Michelle Bachelet suspendió un viaje previsto a Argentina y se reunió ayer con gran parte de su gabinete de ministros en un comité de emergencias.
En total 13 helicópteros, siete aviones y 2.000 efectivos participan de las tareas para controlar las llamas.
La zona del puerto de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, se mantenía a salvo del fuego.
El voraz incendio que desde el sábado consume Valparaíso ha puesto de manifiesto las carencias urbanísticas y la vulnerabilidad social de esta ciudad chilena, que recuerda con nostalgia un pasado señorial y próspero que la llevó a ser bautizada como “La Joya del Pacífico”.
Su peculiar geografía urbana, con empinadas y angostas calles en cerros repletos de humildes viviendas, los fuertes vientos y la desidia de las autoridades han confluido en una especie de “tormenta perfecta”.
Para el arquitecto y urbanista Iván Puduje, el gigantesco incendio que afectó a seis cerros de Valparaíso no fue sólo el resultado de una combinación trágica y fortuita de factores, sino el desenlace de la negligencia de las autoridades ante un problema conocido por todos.
“Se podría haber minimizado las consecuencias. Hubo varias advertencias que se hicieron a raíz de incendios anteriores, se detectaron focos de riesgo, pero no se tomó ninguna de las recomendaciones”, señaló Poduje.
Situada frente al océano Pacífico, la ciudad de Valparaíso tiene una pequeña parte plana frente a la costa y está rodeada de 42 cerros que con el paso de los años se han ido poblando, muchas veces de manera irregular y lejos del control de las autoridades.
Según Poduje, el incendio ha quemado los cerros situados en la parte más alta de la ciudad, donde habita gente de escasos recursos, lejos de las pintorescas casas de colores y los ascensores que cada año llaman la atención de miles de turistas de todo el mundo.