Una promesa deja sin efecto el "motín" policial
Santa Cruz | El Deber
A convocatoria de la Asociación Nacional de Clases y Policías y la amenaza de amotinarse, un gran número de efectivos policiales de las distintas unidades operativas se concentró ayer en la cárcel de Palmasola para exigir a los mandos superiores un trato salarial más justo, que se regularice la dotación de víveres y de uniformes, y que se cumpla el pago de bonos y otros beneficios.
Para discutir este pliego petitorio, el sector pidió la presencia en Santa Cruz del comandante general de la Policía, Miguel Vásquez, que se hizo presente y después de más de tres horas de reunión logró que los policías suspendan sus medidas de presión.
Un policía, que pidió no ser identificado, comentó que la reunión fue tensa. Dijo que en principio Vásquez les habló con prepotencia y soberbia, pero como los policías empezaron a silbarle, cambió de actitud y se comprometió a atender las demandas.
Después del encuentro, Vásquez atendió a la prensa. En principio afirmó que no tenía nada que negociar con subalternos porque "la Policía no es un sindicato".
Sin embargo, después admitió que hubo mala información y fallas en la parte administrativa, pero que se atenderían las exigencias del sector al considerarlas justas.
Es más, expresó de que ya se había iniciado la entrega de harina y que en diciembre se inaugurará la nueva construcción de la clínica policial Copacabana por un valor de $us 1,5 millones. Asimismo, aseguró que se investiga a tres ex jefes policiales cuyos nombres no proporcionó por el robo de tres camionadas de muebles y otros objetos de valor que desaparecieron de la clínica policial.