Protesta de policías se agudiza y no hay diálogo
El Gobierno y los suboficiales y sargentos de la Policía no ceden en sus posiciones sobre el tema de la nivelación salarial y crece el conflicto. Ayer, efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP) en siete ciudades del país se acuartelaron en protesta y más esposas se sumaron a la huelga de hambre.
Los policías no retrocederán en su pedido de fusionar el bono de seguridad ciudadana (Bs 400) con el salario básico que reciben (Bs 1800), mientras que el Gobierno abrió la posibilidad de negociar un aumento salarial, pero en 2015. La propuesta fue rechazada y considerada una “burla”.
Ayer, los policías de las UTOP de La Paz, Cochabamba, Oruro, Chuquisaca, Beni, Potosí y Santa Cruz, se encerraron en sus instalaciones. En esta última ciudad Tránsito se sumó a la protesta.
El presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol), Javier Quispe informó que las medidas tienden a radicalizarse. Tras rechazar la propuesta del Gobierno el miércoles en la noche “no existe ninguna convocatoria oficial”, dijo.
“Hemos rechazado la propuesta) y los camaradas reaccionaron de esta manera”, manifestó Quispe a tiempo de informar que las esposas instalaron piquetes de huelga de hambre en las puertas de las unidades tomadas.
Ayer a las 7:00 un grupo de suboficiales, con el uso de gases lacrimógenos, se acuartelaron en las instalaciones de la UTOP en la ciudad de La Paz.
Luego los policías se replegaron al interior de esta unidad a la espera de una solución de parte del Gobierno, que ha rechazado cualquier ajuste salarial para la presente gestión.
Huelgas
La toma de las unidades policiales viene acompañada de la instalación de piquetes de huelga de hambre por parte de las esposas de los policías.
Quispe dijo que no se trata de un amotinamiento y garantizó la seguridad de la población, “las unidades de emergencia están trabajando”.
En Cochabamba, las esposas de los policías desde la madrugada de ayer decidieron trasladar su piquete de huelga de la sede de la Anssclapol a las dependencias de la UTOP en la avenida Heroínas. Al promediar las 07:30 los efectivos policiales del valle decidieron cerrar las puertas de esa unidad policial.
“Por culpa del Ministro no saldremos de servicio” decían los policías de Cochabamba, que en el transcurso de la mañana se replegaron a esta dependencia y aguardaban instrucciones desde la sede de gobierno.
La vicepresidenta de las esposas, Marisol Rodriguez, anunció la masificación de la medida en las próximas horas.
En Santa Cruz, los policías procedieron a cerrar también las instalaciones de la Unidad de Tránsito.
Hubo resistencia por parte de sus colegas, sin embargo, el grupo de esposas cerró por completo la unidad policial.
En ese departamento la noche del miércoles, un grupo de 15 mujeres de sargentos y de suboficiales instaló un piquete de huelga de hambre en la Anssclapol.
Mientras que en Tarija, los policías se declararon en estado de emergencia y expresaron su respaldo a las medidas de presión que asumieron sus camaradas en el interior del país, informó su representante, Marcelo Chura.
“Por el momento estamos trabajando, sin embargo, toda la población policial ingresamos en estado de emergencia, especialmente las esposas serán quienes van a determinar las medidas a asumir”, dijo en una conferencia de prensa.
Chuquisaca determinó, después de una asamblea, replegarse al Comando Departamental de la Policía.
“Indisciplina”
En tanto, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que los policías recibirán durante este año 1.630 bolivianos en víveres, un beneficio adicional a los sueldos, bonos y el doble aguinaldo que tiene este sector que decidió movilizarse en demanda de mejora salarial.
En una entrevista con el canal estatal, la autoridad explicó que el pasado año cerca de 37 mil efectivos recibieron más de 1.200 bolivianos en quintales de arroz, azúcar y harina.
“En la presente gestión, se está incrementando a 1.630 bolivianos por policía para la asignación de víveres”, complementó. De acuerdo con Romero, el presupuesto para entregar ese beneficio a los policías alcanzará este año a unos 13 millones de bolivianos.
Romero calificó ayer las protestas de los policías como una “profunda indisciplina institucional” y aseguró que el Gobierno adoptó una política para mejorar las condiciones de trabajo de los uniformados.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Eugenio Scarpellini, “desestimó” el jueves todo acto de violencia e instó al Gobierno y a los policías replegados agotar el diálogo en aras de la convivencia pacífica en el país.