MATTHEW McCONAUGHEY
Parecía condenado a lucir músculo, bronceado y sonrisa perfecta en comedias románticas intrascendentes pero, pasados los 40, Matthew McConaughey ha dejado boquiabierto a medio mundo con una sorprendente transformación dramática cuya guinda ha sido la nominación al Oscar por “Dallas Buyers Club”.
No es el primer actor de Hollywood que da un giro de 180 grados a su carrera -Robert Downey Jr parecía un drogadicto acabado y emergió de repente como estrella taquillera, Mickey Rourke hizo el camino inverso y Johnny Depp pasó de icono ‘indie’ a ídolo de masas-, pero sí uno de los casos más radicales y prometedores.
Atrás quedan ya títulos como “The Wedding Planner”, junto a Jennifer López, “Sahara”, con su expareja Penélope Cruz, o “Failure to Launch”, con Sarah Jessica Parker, por mencionar solo algunas de las comedias con las que cultivó su imagen de galán encantador y de paso se llenó los bolsillos en la primera década del siglo XXI.
Y es que llegado un punto, ya ni siquiera el dinero suponía un aliciente para el actor texano, que en 2008 dijo no a una oferta de Universal para protagonizar “Magnum Pi” por 15 millones de dólares más un 15 % por ciento de los beneficios de la película. En lugar de eso, se tomó casi dos años para pensar.