Carnavales, reflejo de la diversidad en Bolivia

12/02/2018

Un ambiente de alegría y festejo se siente en las calles del país, ¡llegó el Carnaval! Las coplas picarescas en Cochabamba, el brillo y la belleza en Santa Cruz y el colorido de las fraternidades floklóricas en Oruro, son algunas de las características de esta celebración de contrastes, abundancia y algarabía.

Este evento ancestral está muy arraigado a cada una de las regiones, cuyas tradiciones y costumbres adoptan forma e identidad propia en cada lugar.

Para el antropólogo José Antonio Rocha, el Carnaval se vive de distintas formas porque tiene que ver con la percepción de la festividad de cada persona y su entorno. "Es fruto de la cultura, de cómo entendemos la vida y depende de las condiciones donde está cada uno", expresó.

La celebración, dijo, tiene sus características y diferencias marcadas, tanto a nivel departamental como local, pero confluyen en su significado que es alegría y tiempo de agradecimiento.

"El Carnaval es alegrarse en familia, en comunidad. Es tiempo de agradecer por lo que tenemos materialmente, pero también para pedir", expresó Rocha.

Para la historiadora Paula Peña, es una de las expresiones máximas de la cultura, a cuyos cambios se va adaptando. "No es una celebración estática, cambia", puntualizó.

El  acontecimiento, coincide Rocha, es cíclico, es decir que "recupera lo pasado y se transforma con el tiempo y los cambios de cada lugar".

El Carnaval se celebra antes de la Cuaresma Cristiana y tiene que ver con romper sin pudor los cánones morales, recurriendo a disfraces y cantos picarescos. En los tiempos de Grecia y Roma, se conocían como fiestas "bacanales" -en honor a Baco, Dios pagano del vino-  y  las "Saturnalias" -por Saturno-, Dios de la siembra y la cosecha.

El término Carnaval viene del latín "carnis tollendus", la carne que se ha de quitar. Estas fechas se caracterizan por la extravagancia y el desenfreno. En Bolivia, además, es una fiesta de carácter agrícola vinculada con los cambios de la naturaleza o estaciones, según el calendario indígena corresponde a la época de la siembra.

Diversidad que da identidad

En Cochabamba, los festejos se diferencian en cada una de sus provincias, pero tienen en común la riqueza gastronómica y el agradecimiento a la Madre Tierra, a través de la ch'alla y las q'oas, ofrendas por los favores recibidos.

"En el departamento se caracteriza por la alegría y colorido. Condensa la diversidad de sus localidades, pero que a su vez le da forma propia e identidad", destacó la directora de Cultura de la Alcaldía de Cochabamba, Roxana Neri.

La gastronomía, dijo, es uno de los aspectos que sobresale en Cochabamba, pero que además une y está presente en todas las celebraciones.

"El puchero, el timpu, la ancha canca (carne asada) y el k'allu, entre otros platos protagonizan los festejos de esta fecha con esa mezcla de sabores y colores", expresó Ubaldo Romero, director de Culturas de la Gobernación de Cochabamba.

La forma de disfrutar el Carnaval en el departamento muestra la diversidad en que se vive en sus provincias.

"Estos carnavales es para cantar, espero les guste voy a comenzar. Con agua y granizo llegó el Carnaval, ha llegado la hora de portarse mal", dice una de las coplas características del valle, que al igual que las "carnestolendas" y "takipayanakus" invitan a liberar la carne.

"Las coplas se cantan en quechua y castellano, lo que es muy propio, son un reflejo del romance y humor entre el hombre y la mujer. En ninguna parte del país se interpretan las coplas en quechua", manifestó Romero.

En el cono sur destacan los "Champas", hombres vestidos con chalecos y sombreros de cuero que tocan el charango. También están los "Raqaypampeños" con su vestimenta típica. Por otra parte, son comunes las tradicionales corridas de caballos."La riqueza en el Carnaval de Cochabamba es múltiple", agregó Romero.

En la parte andina de Cochabamba, la celebración se caracteriza por "El Tinku del Chicote", una tradición considerada ancestral que a punta de chicotazos en los pies y danzas típicas tiene como fin pedir una buena producción para ese año.

En la región metropolitana las actividades entremezclan la modernidad y la tradición de antaño con las pandillas copleras y ferias como la "Ñawpa Manka Mikhuna" (Comida de nuestros abuelos, en quechua).

El Carnaval cochabambino es el más largo de Bolivia y es considerado como el de la integración debido a que cierra los festejos en el país. Empieza en enero y finaliza en marzo. Entre los eventos más importantes están el "Jueves de Compadres", seguido del de "Comadres" que se desarrollan principalmente en los mercados. El sábado y domingo es el turno de las pre-carnavaleras y entradas de niños. Posteriormente, se realiza el tradicional martes de  ch'alla". El Corso de Corsos y el Domingo de Tentación finalizan el calendario festivo.

"Emoción, entusiasmo y pasión"

El Corso de Corsos es una muestra de la variedad del folklore, danzas típicas y autóctonas; pero sobre todo de picarescas comparsas y unidades militares, quienes protagonizan la entrada con creativos disfraces y carros alegóricos que representan personajes modernos de la televisión, el cine y la política.

"La presencia de las unidades (militares) tiene que ver con la identidad de Cochabamba, es la única entrada del país que tiene esta participación junto a fraternidades", dijo el director de Culturas de la Gobernación

Para Rocha, la figura de los premilitares es infaltable en el Carnaval cochalo. "El Corso surgió alrededor de los 60 y 70, años después vino la presencia de los soldados, tiene que ver con la transformación del Corso", expresó.

De acuerdo a Hector N… desde siempre se realizaron entradas en las Unidades Militares con coloridos e ingeniosos disfraces. "Hacíamos nuestros trajes de periódicos, yutes, alambres, pegamentos. Todo nos serbía", recordó.

Las presentaciones se hacían en el patio de honor, que es de unos 200 o 300 metros, es ese lugar donde los militares forman hasta el día de hoy. "La gente nos venía a ver de forma gratuita. Entonces el Corso nace en el patio de honor", remarcó Hector.

La participación de los soldados en el Corso se masificó alrededor del 74 y la presencia de los premilitares se dio a raíz de que los primeros no contaban con los recursos necesarios. "Hoy en día los premilitares, son estudiantes de quinto de secundaria, tienen entre 16 y 19, son jóvenes que tienen mucha emoción, entusiasmo y pasión, y eso es lo que trasmiten", comentó.

El Corso de Corsos se realizará este fin de semana y contará con la participación de alrededor de 13 comparsas de premilitares, integrada de 100 personas cada una.

"Vienen de todas las unidades de Cochabamba, ellos también participan de los carnavales o entradas de sus localidades. Tiene que ver una forma de integración", expresó Hector.

Gerardo Bravo

La unión hace la fuerza

Durante el Corso de Corsos, los premilitares se destacan por su creatividad y alegres coreografías. Asimismo, se llevan la admiración de más de uno de los asistentes por sus ingeniosos disfraces y los creativos y vistosos carros alegóricos realizados, principalmente, con materiales reciclables. 

"Toda la preparación se hace solo unas semanas antes. La confección de trajes lo hacemos en una semana, sino (se termina) amaneceremos, incluso el carro unos días antes, debido a que puede venir una lluvia y desarmarlo. Todos participan, coroneles, tenientes y también padres de familia", expresó Gonzalo Urquizu, premilitar de la Séptima División.

Para Angie Claros, premilitar, la participación en el Corso será una experiencia única y bonita. "Queremos trasmitir la diversión sana", expresó.

"El mensaje es que tenemos que tener una juventud sana que se dedique al sano esparcimiento", dijo el teniente Willy Espinoza, coordinador del Batallón de Transporte. 

Según el coronel Nelson Ramírez la meta será cambiar "el chip de militares" por el de carnavales. "Le estamos poniendo todas nuestra ganas y espíritu de alegría", dijo. 

Diversidad que integra

A nivel nacional, el festejo de los carnavales es muy diversa, sin embargo confluye en su ambiente festivo en el que casi todo está permitido. De acuerdo al antropólogo Rocha, el Carnaval significa alegría y agradeciendo, pero que se disfrutan de distintas formas.

"No es lo mismo el Carnaval en el norte de Potosí, donde tiene que ver con el tiempo del juego del `pujllay´, que en el oriente, donde se caracteriza por el jolgorio y amistad", expresó.

Brillo y elegancia presentes

El Carnaval cruceño se caracteriza por las fiestas nocturnas, el festejo callejero con el denominado "mojazón" con agua y pintura, pero sobre todo por su deslumbrante Corso engalanado por reinas en fastuosos carros alegóricos y numerosas comparas.

"Un Carnaval sin comparsas no existe, ellos hacen el Carnaval", dijo Carlos Arrien, presidente de Asociación Cruceña de Comparsas.

En el festejo cruceño, la presencia de la mujer es muy importante, sobre todo en el Corso, donde se despliega un espectáculo de elegancia, brillo y plumas.

"Es un festejo en el que las damas tienen su lugar privilegiado. Mostramos su elegancia. Cada comparsa tiene su reina", expresó Justiniano.

En opinión de la historiadora Peña, para los cruceños, el Carnaval es considerado como su "fiesta grande".
"Expresa la identidad cultural pero también las demandas políticas. Es muy complejo", expresó.

"El Carnaval se celebra en las calles"

En Tarija, los festejos se viven de forma más cotidiana y cómplice. La tradicional caballada abre el Carnaval, entre coplas, romance y coqueteo.

"Es un Carnaval participativo y simple. La gente hace fiestas en las calles, hacen barras, por ejemplo, donde se organizan por grupos con música y hay un juego de agua.

El Carnaval se celebra en las calles", dijo Sergio Lea Plaza, el director del Bicentenario de la Batalla de la Tablada de Tarija.

En este departamento, se destaca además el día comadres y compadres que refleja el juego y la amistad. Se caracteriza por la entrega de tortas a los "cumpas", las cuales van acompañadas de frutas, adornadas de coloridos globos.

"La característica es compartir. No es un Carnaval muy dedicado al espectáculo, ni vistoso, sino que tiene que ver con el compartir con los amigos, familia, es un Carnaval más abierto. El Corso es reflejo de episodios burlescos y cómicos", expresó.

Devoción y gratitud

En Oruro, el festejo confluye en la danza y alegría, pero también en el culto a la Pachamama (madre naturaleza), las ofrendas a los "mallkus" (montañas donde moran espíritus protectores), ritos ancestrales como la "Wilancha" (sacrificio de sangre) y las tradicionales ch'allas.

La fastuosa entrada de la Capital del folklore es un evento que caracteriza no solo a ese departamento, sino a Bolivia. Miles de bailarines y músicos llegan desde distintas partes del mundo para ser parte de la máxima representación de los carnavales en el país, declarada “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” por la Unesco.

Danzarines y bandas engalanan las calles de Oruro hasta llegar ante la Virgen del Socavón, la patrona de los mineros, para rendirse ante sus pies.

Por su parte, el Carnaval de La Paz o Anata paceño se caracteriza por las danzas folklóricas y autóctonas, por el tradicional Jisk'a Anata, que refleja la pujanza económica y cultural de sociedad aymara.

La característica principal es la danza de los Chutas que se baila en parejas con giros de un lado al otro, en forma de zigzag. Asimismo, destaca el ritual del desentierro del Pepino, personaje símbolo del Carnaval en esa región. El "Chuta" es sinónimo de derroche de alegría, a diferencia del pepino que es solitario.

En Sucre, el Carnaval de Antaño revive las costumbres y tradiciones que se practicaban en la Capital en el siglo pasado. Durante el evento destacan el derroche de alegría y entusiasmo de los niños y jóvenes, quienes visten, cantan y bailan expresiones que gustaban a sus abuelos o bisabuelos. Los carros alegóricos de antaño representan a la chichería, la infaltable fuente de piedra que decora los patios de las casas coloniales, el cántaro de chicha y los cascarones.

Pero el festejo no sólo es música, canto, baile y alegría, también se realizan festivales de gastronomía carnavalera chuquisaqueña, en las que destacan, además, las comparsas, bandas, estudiantinas y pandillas.

El Carnaval se vive en Bolivia y a pesar de sus diferencias es un acontecimiento festivo de alegría y libertad que muchos quisieran que dure un poco más, tal como dice la copla valluna: "Carnaval caraspa, dicen que te vas, por qué no te quedas, veinte días más".

Por: Giuliana Jaldín

Vídeo: Gerardo Bravo y Chantelle Bacigalupo

Fotos: Los Tiempos / APG