Más de 60 años después, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el año 1975 como Año Internacional de la Mujer, e invitó a sus países miembros a declarar un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer.

A finales del siglo XIX, las mujeres tomaron conciencia de su situación y se manifestaron contra las jornadas laborales de más de 12 horas diarias y la desigualdad salarial, recibiendo una paga inferior en comparación con sus colegas varones. En medio de esta agitación, el 8 de marzo de 1908, las obreras de las fábricas textiles de Estados Unidos se levantaron en protesta. Cerca de 40.000 mujeres se unieron a la huelga, incluidas las trabajadoras de la Cotton Textil Factory en Nueva York. Los dueños de la fábrica encerraron a las mujeres dentro del edificio, sellando puertas y ventanas. 

Esta trágica fecha se conmemora todos los años para reivindicar la lucha femenina, que continúa unificada incluso después de más de 100 años.

Diferentes mujeres de distintas realidades y edades han dado a conocer su opinión. Las representantes de la Red Nacional de Mujeres Emprendedoras - Regional Cochabamba, destacaron que el 8M es un día para reivindicar la importancia del aporte de la mujer en la economía nacional y en la economía de sus familias gracias al trabajo y movimiento económico que generan sus emprendimientos.

En cuanto a las leyes, las mujeres destacan el avance normativo de derechos, protección e igualdad, pero cuestionan su aplicación. Desean un cambio estructural para ser reconocidas y que la paridad entre hombre o mujer les permita tener mejores y mayores oportunidades para una vida digna. Exigen que las Gobernaciones promuevan las capacitaciones y espacios para que la red de mujeres emprendedoras se fortalezca en todo el país.

Rocío Zabaleta, docente de la UMSS, manifiesta una postura contra la corriente radical del feminismo que ha tomado el 8M como un día de lucha y revolución contra el sistema patriarcal. Para ella, este día significa revalorizar la autenticidad de ser mujer y empoderarse como aliadas y no como enemigas.

La postura de Mónica, una joven estudiante de la San Simón, expresa un sentimiento que quizás es el más compartido por sus pares en este día. Para ella, el 8M es un día para recordar todo lo que han perdido. "Recordamos a aquellas mujeres que han sido asesinadas y no están más aquí para pedir justicia".

Al igual que el resto de participantes, destaca los avances como la Ley 348 pero cuestiona su efectividad. "Vemos que no hay justicia en este país, aquellos que son llevados a juicio se benefician y son liberados e incluso, autoridades o policías ni siquiera son aprehendidos." Mónica también lamenta que las leyes en Bolivia no brinden seguridad a las mujeres.

El 8 de marzo es más que una fecha en el calendario; es un día de reflexión, conmemoración y acción. Desde sus raíces en la lucha por los derechos laborales y la igualdad de género hasta las manifestaciones contemporáneas que exigen un cambio estructural en la sociedad, el Día Internacional de la Mujer nos recuerda la importancia de seguir trabajando hacia un mundo más justo y equitativo para todas las personas, independientemente de su género. Las diversas opiniones expresadas por las cochabambinas reflejan la complejidad y la diversidad de los desafíos que enfrentan las mujeres en Bolivia y en todo el mundo, e instan a seguir luchando por un futuro donde todas las mujeres puedan vivir libres de violencia, discriminación y desigualdad.