Reloj de Cala Cala no funciona hace 15 días
El reloj de flores erigido en la tradicional plazuela de Cala Cala, en la OTB de Santa Ana, hace apenas un año durante la efeméride departamental, no funciona desde hace dos semanas por fallas en una pieza, según informó ayer el personal de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra).
Las manecillas del reloj, traído desde México a través de la empresa Olivera, con una inversión de 1,3 millones de bolivianos incluyendo el ornato, no se mueven y sólo volverán a hacer cuando se tenga la pieza de repuesto.
Emavra informó que se gestiona la compra, pero el personal prefirió no precisar el monto de la inversión hasta tener un informe técnico detallado de la persona que está destinada a esta tarea.
Sólo explicó que se tiene que mandar a traer de fuera del país, porque en Bolivia no se cuenta con la pieza que se necesita para la reparación.
El personal de Emavra informó que se han tomado acciones para conseguir el repuesto. Sin embargo, aún no se tiene la fecha para concretar esta acción.
Mientras tanto, la gente que está de paso y los visitantes que acuden a la plazuela para apreciar los arreglos navideños se encuentran con que el reloj no funciona.
Características
El reloj está hecho de acero inoxidable y se importó de México. Está elevado a 45 grados y sus manecillas giran sobre un mosaico de flores. La Alcaldía inauguró la obra el 25 de septiembre de 2017 con motivo del mes aniversario de Cochabamba con el objetivo de que el lugar se convierta en un nuevo “ícono” y recuperar el nombre de “ciudad jardín”.
De hecho lo que más sobresale ahora que el reloj está en mal estado son las flores del jardín de la plazuela, las plantas y los cubresuelos en distintos tonos de verde; además de piedras rojas y blancas que decoran el sitio.
La obra generó desde un principio un gran debate sobre todo en redes sociales. Unos con comentarios a favor por recuperar este espacio y otros en contra por forzar la creación de un ícono turístico para la ciudad.
La inversión de 1,3 millones de bolivianos se destinó a la compra del reloj y además de trabajos complementarias como el cambio de losetas, iluminaciones alta y baja, acometidas eléctricas.
También el colocado de baldosa granítica, red de desagüe pluvial, un mirador central, un tanque de agua para desarrollar las tareas de riego, basureros y asientos. El mantenimiento está a cargo de Emavra.
SE INAUGURÓ EN SEPTIEMBRE 2017
Cala Cala es una de las zonas más tradicionales de Cochabamba y cuenta con el reloj de flores desde septiembre de 2017. El mecanismo ocupa cinco metros y sus manecillas tenían que estar cubiertas por flores que irán cambiando según la estación del año.
Se estima que sólo el reloj demandó una inversión de 250 mil bolivianos.