Rechazan amenazas de choferes
La Paz | Abi
El Ejecutivo dijo ayer que sólo atenderá las demandas "legítimas" de los transportistas, que convocaron a un paro de 24 horas para el próximo 14 de noviembre, y agregó que no cederá ante la presión de ese sector.
El miércoles pasado, la Confederación Choferes de Bolivia en ampliado nacional determinó realizar un paro acompañado de bloqueos de carreteras y vías urbanas en todo el país en protesta por el desabastecimiento de diesel y la falta de mantenimiento periódico en la Red Vial Fundamental.
La medida está orientada también a exigir la renuncia del superintendente de Transportes, Wilson Villarroel, quien se encuentra ejerciendo el cargo dos años de modo interino, al igual que de la presidenta de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Patricia Ballivián.
El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, José Antonio Kinn, dijo que se está buscando el inicio del diálogo con la dirigencia de los choferes para atender sus demandas y así evitar el paro anunciado.
No obstante, dijo que el retiro de funcionarios del Estado responderá a una evaluación que haga el Gobierno sobre la eficiencia de cada uno de ellos y no en atención a la presión que pueda ejercer algún sector social.
"A la luz de una evaluación de estos funcionarios que haga el Gobierno se vería si continúan o no, pero no por presión. Ahora estamos en el esfuerzo de negociación con el transporte y atender lo que es legítimo para evitar el paro", indicó.