Nube de langostas entró a Bolivia y generó pavor
Un enjambre de langostas ingresó en las últimas horas a territorio boliviano desde Argentina por el sector del chaco, pasando por la ciudad de Yacuiba, donde generó asombro y temor. Algunos medios locales lo describieron como una invasión de los insectos que ya se veía venir desde el norte argentino.
La nube de insectos atravesó por la ciudad fronteriza de Yacuiba, haciendo que muchos vecinos cerraran sus puertas y ventanas ante la llegada los insectos.
El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) minimizó el hecho y dijo que se trata de una manga (nube) de langostas en estado de hibernación y que en ese estado no dañan los cultivos.
Asimismo la entidad manifestó que se está haciendo seguimiento al avance de este poco usual fenómeno.
Según el diario tarijeño El País, a la fecha, el insecto se convirtió en un constante peligro para el sur de Bolivia, porque se tiene presencia de mangas de langosta en Paraguay y Argentina. Es así que entre los tres países se conformó un comité trinacional para hacer un monitoreo de esos animales.
En la actualidad se tiene presencia de langostas en Campo Durán, Argentina, distante a 30 kilómetros de Yacuiba. Por el otro lado, en la parte de General Ballivián, también territorio argentino distante a 50 kilómetros de Bermejo.
“En estos días se tendrán vientos que lleguen desde el sur, lo que podría ayudar al ingreso de las langostas. Nosotros estamos alertas para ver si hay posibilidad que lleguen —comentó Mejía—. Esta plaga puede volar hasta 100 kilómetros. Eso hace a que estemos en permanente alerta, porque de un día a otro las langostas pueden trasladarse de Argentina a Bolivia y viceversa”, dijo el director de Senasag, Never Mejía.
En febrero de 2017, ingresaron dos especies de langostas al país (“Schistocerca cancellata” y “Tropidacris”), las cuales hicieron estragos en los cultivos de los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.
Si bien la plaga fue controlada, los expertos advirtieron que los insectos se quedarían años y que había que aprender a vivir con éstos.