BM prevé aumento del PIB en 4,1%, pero con alto déficit fiscal
El Banco Mundial subió al 4,1 por ciento su proyección del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia en la gestión 2022; en su anterior cálculo, publicado en junio, estimó un 3,9 por ciento. Especialistas afirman que, pese a la mejora, el crecimiento estimado para Bolivia es uno de los más bajos de la región y advierten que persiste un elevado déficit fiscal.
El organismo, en su informe denominado “Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal”, proyectó un crecimiento del PIB boliviano en 2,8 por ciento para 2023 y 2,7 por ciento para 2024.
En opinión del economista Gabriel Espinoza, la revisión positiva que hace el Banco Mundial para Bolivia es una de las más baja de la región, puesto que Argentina, pese a los serios problemas económicos que enfrenta, crecerá el 4,2 por ciento.
“En términos de crecimiento, el desempeño de Bolivia sigue siendo uno de los menos ágiles de la región, sobre todo después de la pandemia, y esto evidentemente tiene que ver con algunos desequilibrios que el Gobierno está profundizando”, dijo.
También indicó que el Banco Mundial señala que Bolivia tendrá un déficit fiscal cercano al 8 por ciento, uno de los más altos de la región, pues está solamente por debajo de República Dominicana y San Vicente y las Granadinas, países caracterizados por ser importadores de energía.
“Esto quiere decir que Bolivia, a pesar de haber tenido grandes ingresos por exportaciones en la agroindustria, minerales y gas, hoy día tiene problemas muy serios para financiar el esquema de subsidios”, aseguró Espinoza.
Por su parte, el economista Germán Molina afirmó que la revisión positiva de la proyección del PIB de Bolivia surge a consecuencia de la aprobación de créditos externos en el Legislativo, además de factores externos como el aumento del precio internacional de materias primas que exporta Bolivia, tales como minerales y gas natural.
Sin embargo, Molina advierte que el informe del Banco Mundial no toma en cuenta hechos sociales, políticos y económicos que ocurren en Bolivia en las últimas semanas, como la problemática y el desacuerdo por la fecha del censo, las protestas del sector minero por las utilidades de la estatal Colquiri y las protestas por el litio en Potosí.
Según Molina, esos problemas pueden modificar la proyección del crecimiento económico del Banco Mundial.
En este contexto desfavorable, el especialista considera que la economía tiene que manejarse con cuidado, ya que, además del elevado déficit fiscal, el país siente cada vez más una mayor tasa de inflación.
PIB
Gobierno prevé un aumento del 5,1%
Pese a las proyecciones de crecimiento económico para Bolivia en 2022 que realizan los organismos internacionales, el Gobierno aún mantiene su proyección del 5,1 por ciento de crecimiento del PIB al cierre de 2022.
Según el Programa Fiscal Financiero del Banco Central de Bolivia (BCB) y del Ministerio de Economía, se prevé un crecimiento económico del 5,1 por ciento en 2022, una inflación en torno al 3,3 por ciento y un déficit fiscal del 8,5 por ciento.
Banco Mundial prevé alza del 3% en el PIB regional
El Banco Mundial proyectó que las economías de América Latina y el Caribe crecerán en 2 por ciento en 2022, aunque este crecimiento se ralentizará en 2023 y 2024.
El organismo considera que las economías latinoamericanas ya se han recuperado prácticamente a sus niveles previos a la pandemia, pero con una salvedad, según su informe de perspectivas económicas para la región “Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal”.
“Parte del legado de la Covid es que el promedio de la deuda de la región aumentó unos 10 puntos porcentuales”, explicó el economista jefe para América Latina y el Caribe del BM, William Maloney, durante una rueda de prensa.
Endeudamiento
Para Maloney, este crecimiento de la deuda será clave, ya que tiene el potencial de ralentizar el ritmo de crecimiento de las economías regionales.
Además, las fuertes subidas de los tipos de interés ordenadas por los principales bancos centra-les del mundo para tratar de poner coto a la inflación dificultarán aún más la lucha contra la brecha fiscal.