Motín en la cárcel San Sebastián exige traslado de "extorsionadores"
COCHABAMBA |
Los internos de la cárcel San Sebastián de Cochabamba se amotinaron nuevamente esta mañana, cansados de los abusos que realizan 5 internos identificados preliminarmente como José Claros Pericón, Luis Escobilla, Cristian Fuentes, Álvaro Machicado y Rambo Cabrera, acusados de extorsionar hace seis meses a la población penitenciaria con los ilegales “cobros de derecho de vida”.
Los internos pretendían sacar a la fuerza a los reclusos quehabrían sido pescados infraganti en los ilícitos y exigen su inmediato traslado a la cárcel de El Abra u otro recinto penitenciario.
La protesta que habría sido aplacada rápidamente por efectivos policiales, comenzó a las 10:30 horas, con la acción de reclusos que se subieron a los entretechos, prendieron fuego a palos y trapos, y los lanzaron encendidos a la calle, frente a la plaza San Sebastián.
También arrojaron paja, botellas plásticas, papeles y basura, mientras a gritos pedían el traslado inmediato de los extorsionadores.
Cerca al medio día, la calle principal está bloqueada por escombros y no hay paso para los vehículos. Las puertas del recinto penal están cerradas mientras los delegados se encuentran negociando el traslado.
El 1 de noviembre, Boris Echalar y Héctor Sánchez, dos reclusos fueron golpeados por los internos cuando ellos intentaban cobrarle el “derecho de vida” por segunda vez a un recluso nuevo. El derecho de vida garantiza al reo no ser agredido y vivir en tranquilidad.
El 2 de noviembre, ante el defensor del Pueblo Edwin Claros y el representante de Régimen, cinco víctimas denunciaron a los cuatro reclusos trasladados por extorsionarles diferentes montos “según la cara del interno”.
El director nacional de Régimen Penitenciario José Antonio Sueiro dependiente del Ministerio de Gobierno, reconoció que la cárcel de San Sebastián es la peor de Bolivia, en comparación con las otras cárceles del país.
Alrededor de 600 reclusos habitan en la precaria infraestructura que tiene capacidad para la mitad.
La casona ubicada frente a la plaza de San Sebastián, es antigua y está tan descuidada, que corre el riesgo de que sus muros se vengan abajo. No hay agua potable corriente y los servicios básicos son casi nulos.