El Papa obliga a denunciar los abusos sexuales y el encubrimiento
Las medidas concretas prometidas por el papa Francisco ante los casos de abusos llegaron ayer con un importante documento en el que se obliga a todos los miembros de la Iglesia a denunciar cualquier caso de abusos sexuales y también el encubrimiento por parte de los obispos.
Ésta es la medida principal del “motu proprio” (documento papal) de Francisco llamado “Vos estis lux mundi” (Vosotros sois la luz del mundo) y publicado ayer, que también exige a todas las diócesis del mundo la creación antes de junio de 2020 de un sistema accesible a cualquiera que quiera realizar una denuncia.
El tercer punto de este documento establece que por primera vez se da total protección y asistencia a los denunciantes y a las víctimas.
“No hay delitos ni penas nuevas, lo que se busca garantizar es la recogida de noticias de datos, la gestión de denuncias y la fidedigna transmisión de las denuncias”, dijo el secretario del Pontifico Consejo para los Textos Legislativos, Juan Ignacio Arrieta Ochoa.
Arrieta Ochoa subraya que una de las principales novedades es la obligación de denuncia, que antes era una cuestión moral, de conciencia, “pero ahora está establecido legalmente”.
Será obligatorio el establecimiento de oficinas, portales de Internet y líneas telefónicas para que se puedan recibir las denuncias. Las diócesis tienen hasta junio de 2020 para ponerse al día.
Y se aplicará para todos los delitos en los que “se obligue a alguien, con violencia o amenaza o mediante abuso, a realizar o sufrir actos sexuales; realizar actos sexuales con un menor o con una persona vulnerable; producir, exhibir, poseer o distribuir, incluso por vía telemática, material pornográfico.
PROTECCIÓN PARA LOS ACOSADOS
También incluye cualquier caso de violencia contra las religiosas por parte de clérigos, así como el caso de acoso a seminaristas o novicios. Pero también para los delitos de encubrimiento, de los que en el pasado han sido acusado numerosos obispos.
“Cualquier clérigo o religioso que conoce esta conducta por parte un obispo estará obligado a denunciar e informar a la Santa Sede para que tome medidas disciplinarias o penales”, agregó Arrieta.
También se les garantizará “asistencia médica, terapéutica y psicológica, según sea el caso”.