Trump ataca a Huawei sin tener pruebas concretas de espionaje
En nombre de la seguridad nacional, la administración del presidente Donald Trump prohibió la semana pasada a las empresas estadounidenses vender productos tecnológicos líderes a Huawei, sospechoso de espiar a favor de Pekín.
Huawei, líder mundial de material de telefonía móvil y número dos en smartphones, tiene un punto débil: su dependencia de la tecnología estadounidense de los “chips” electrónicos, con los que equipa a sus teléfonos móviles.
Un amplio reporte del diario El Mundo da cuenta de que la primera gran polémica de Huawei relacionada con el robo de patentes se remonta al año 2003, cuando Cisco —una empresa de telecomunicaciones norteamericana— abrió un proceso legal en Texas en el que acusaba a la empresa china de infringir sus patentes y copiar el código fuente de en sus routers y otros equipos. Un año después, Huawei accedió a eliminar el código de sus productos. A cambio, Cisco decidió retirar la demanda, según la empresa de EEUU.
La voz de alarma sobre Huawei en un parlamento se escuchó por primera vez en 2006. En Londres, el Partido Conservador alertó sobre el peligro que supondría para el Reino Unido que Huawei comprase Marconi, una empresa de telecomunicaciones británica.
Este primer aviso no resultó en vano y en 2009 el Comité de Inteligencia Conjunta del Gobierno Británico calificó a Huawei como “una potencial amenaza para la seguridad nacional”.
Era Obama
A finales de 2011, el Gobierno de Barack Obama obligó a las principales empresas de telecomunicaciones norteamericanas a facilitar información confidencial sobre sus redes. Se trataba de un intento por desmantelar las infraestructuras de ciberespionaje chinas.
Este hecho llevó al Comité de Inteligencia del Congreso a abrir una investigación en la que participaron representantes de ambos partidos.
Las pesquisas del Congreso norteamericano se prolongaron durante un año y concluyeron con un informe que calificaba a Huawei y ZTE como “una amenaza para la seguridad nacional”.
A partir de este momento, Huawei comienza a ser excluido sistemáticamente de los concursos públicos para el desarrollo de las redes de telecomunicaciones. Pese a todo, en Huawei aún contaban con gran libertad y margen de maniobra para hacer negocios con empresas, centros universitarios y otras instituciones dentro de EEUU.
Sin embargo, cuando meses después la Casa Blanca revisó el informe del Congreso, llegó a una conclusión diferente: no existían evidencias de que Huawei estuviera llevando a cabo labores activas de espionaje en territorio norteamericano. Pese a todo, la administración Obama se encargó de dejar claro que no se fiaba de Huawei y dio continuidad a la política de mantener a la empresa china lo más lejos posible de sus infraestructuras críticas utilizando la coletilla de la “seguridad nacional”.
Nueva investigación
A comienzos de 2018, cuando Verizon y AT&T (dos de las principales teleoperadoras de EEUU) anunciaron que comercializarían móviles Huawei, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) anunció una nueva investigación a la firma china.
Este hecho podría calificarse como el pistoletazo de salida de la nueva ofensiva de EEUU contra Huawei que culminará con la firma de la orden presidencial de Trump.
Los responsables de las seis principales agencias de inteligencia de EEUU declararon ante el Comité de Inteligencia del Senado y recomendaron no utilizar móviles de Huawei, reseñó el diario.
El director del FBI, Chris Wray, manifestó estar “profundamente preocupado” ya que “Huawei tendría la capacidad de forma maliciosa para modificar o robar información, o para llevar a cabo un espionaje que no puede ser detectado”.
Huawei respondió que su empresa no presenta “un mayor riesgo para la ciberseguridad que cualquier otro proveedor de tecnologías de información y comunicación”.
Poco tiempo después, el presidente Trump firmó la National Defense Authorization Act de 2019, que contemplaba un veto provisional a la compra de equipos de Huawei y ZTE .
Resulta paradójico que, pese a que EEUU nunca ha logrado demostrar el espionaje de Huawei en su territorio, sí se ha demostrado (a través de los documentos desclasificados por el desertor Edward Snowden) que la NSA espió a Huawei y a su fundador durante los mandatos de George W. Bush y de Obama, además de a millones de ciudadanos en todo el mundo. Habían estado haciendo justo lo mismo de lo que acusaban a Huawei.
Datos: Agencias e Internet
REEMPLAZO DE ANDROID
Huawei no ha proporcionado mayor información sobre el nuevo sistema operativo, pero según información del Global Times, un sitio de noticias chino de propiedad estatal, el mismo ya está siendo probado y reemplazaría “gradualmente” a Android.
De acuerdo con información publicada por Huawei Central, un sitio web especializado en noticias de la tecnológica que dice trabaja de cerca con la compañía china, el nombre de este nuevo sistema sería “HongMeng OS”.
Según el portal, HongMeng OS estaría basado en el sistema operativo Linux, el mismo en el que está basado Android. El programa sería utilizado como un sistema universal en varias plataformas, incluyendo teléfonos, tabletas y computadores.
EEUU DICE QUE DRONES CHINOS PUEDEN ESPIAR
REDACCIÓN CENTRAL
Estados Unidos advirtió el pasado martes que los drones fabricados en China podían presentar riesgos de espionaje y dar a Pekín un “acceso sin restricciones” a los datos de sus usuarios, en un contexto de rivalidad tecnológica entre las dos potencias.
Según el canal CNN, el departamento estadounidense de Seguridad Interior (DHS) emitió una alerta para señalar “el riesgo potencial en materia de datos” de los drones fabricados en China.
La nota no menciona a ningún fabricante, pero el 70 por ciento de los drones civiles del planeta son producidos por el chino DJI.
“El Gobierno de EEUU está muy preocupado por los productos tecnológicos que toman datos estadounidenses y los introducen en el territorio de un Estado autoritario y que permiten a sus servicios de inteligencia acceder libremente a estos datos o abusan de ellos de otra manera”, reseñó la CNN.
La firma presidencial coincidió la decisión del Departamento de Comercio (que es parte del Gobierno) de incluir a Huawei y sus filiales dentro de la regulación especial de exportaciones.
A través de un comunicado el líder mundial de los drones DJI señaló que la seguridad es el centro de todo lo que ellos realizan.
“Nuestra tecnología fue verificada de manera independiente por el Gobierno estadounidense y las principales empresas del país”, dice el comunicado.
DJI fue fundada en 2006 en Shenzhen (sur de China) por un apasionado del modelismo.
Aparte de la firma californiana GoPro, la empresa china no tiene ningún otro competidor estadounidense de peso. Un dominio que causa problemas para Washington: en 2017, el ejército estadounidense prohibió el uso de los drones DJI por razones de seguridad.
75% EMPRESAS DE EEUU AFECTADAS
Más de siete de cada 10 empresas estadounidenses en China (el 74,9%) se están viendo afectadas negativamente por la guerra comercial entre China y EEUU, según una encuesta publicada la semana pasada por la Cámara de Comercio del país norteamericano en el gigante asiático.
La muestra fue realizada del 16 al 20 de mayo y en ella participaron 250 empresas. De ellas, el 61,6% están relacionadas con la manufactura; el 25,5%, con los servicios; el 3,8%, con la venta minorista y distribución, y el 9,6 % con otras industrias.
El impacto fue mayor para los fabricantes, con un 81,5% de afectados por los aranceles estadounidenses, y un 85,2% por los aranceles chinos, según informó la agencia Efe.
ANÁLISIS
Alfredo Jiménez Pereyra. Editor mundo
Enfrascados en una lucha de precios
Washington emprendió una dura campaña mundial contra Huawei cuando el presidente Donald Trump prohibió a las empresas de telecomunicaciones de EEUU comercializar con firmas extranjeras consideradas “de riesgo” para la seguridad nacional.
Una acción claramente dirigida contra Huawei, pese a que el lunes pasado Trump afirmó que la medida no entraría en vigor por un plazo de 90 días.
Pero el fondo de todo es la calidad a precios competitivos y prácticas comerciales agresivas que usa Huawei como estrategia para su expansión en mercados extranjeros. Prácticas que le han dado buenos resultados de cara a la implantación de las redes 4G y con el actual despliegue del 5G, un sector en el que ostenta un indiscutible liderazgo.
Los bajos precios de las infraestructuras de Huawei le han costado observaciones —desde la Unión Europea hasta la India— llegando a ser acusada de “dumping”, una práctica comercial que consiste en vender un producto por debajo de su precio normal para eliminar a las empresas competidoras y apoderarse del mercado, gracias a las subvenciones del Gobierno chino.