Dos tiroteos en EEUU dejan casi 30 muertos en menos de 13 horas
EFE y AFP
Los estadounidenses amanecieron conmocionados el domingo, divididos entre el dolor y la ira después de que dos tiroteos masivos dejaron 29 muertos en Texas y Ohio, que revivieron el debate de las armas de fuego y la retórica incendiaria de Donald Trump.
Veinte personas fueron asesinadas el sábado cerca del mediodía en la sureña El Paso, una ciudad fronteriza predominantemente hispana, y menos de 13 horas después, otras nueve en un animado vecindario de Dayton, Ohio, al noreste.
Las autoridades locales han anunciado que pedirán la pena de muerte contra el atacante de El Paso, un hombre blanco de 21 años, cuya policía sospecha de una motivación racista.
El caso está siendo tratado como “terrorismo doméstico”, anunció la justicia federal.
“Dios bendiga a los habitantes” de ambas ciudades, tuiteó el presidente Donald Trump, sin responder a las críticas directas de varios aspirantes a las primarias demócratas que lo responsabilizan por el aumento de la violencia con armas de fuego.
“Hay que decir que el Presidente en persona promueve el racismo y la supremacía blanca”, dijo Elizabeth Warren, candidata a las primarias demócratas.
El Paso es vecina de la mexicana Ciudad Juárez y sus habitantes mantienen una intensa dinámica social y comercial con ciudadanos de ambos lados yendo y viniendo para trabajar, estudiar o hacer compras.
Cuando el tirador abrió fuego el sábado indiscriminadamente contra las personas que estaban en el Walmart de El Paso, la tienda estaba llena de clientes en su mayoría hispanos. Entre las víctimas mortales hay seis mexicanos.
El Gobierno de México dijo ayer que tomará acciones legales “contundentes” para exigir a Estados Unidos que proteja a sus ciudadanos en ese país.
El hombre mató a 20 personas e hirió a otras 26 antes de entregarse. La Policía investiga un manifiesto, que se le ha atribuido y circula en internet y en el que el autor habla de “una invasión hispana de Texas” y evoca la masacre perpetrada por un supremacista blanco en mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo, que dejó 51 muertos.
En la noche, al otro lado del país, en Ohio, un hombre sembró el pánico en una zona de ocio de Dayton.
Mató a nueve personas e hirió a otras 27 en menos de un minuto, antes de ser abatido a tiros por la Policía que patrullaba el área.
“Si no hubieran estado allí (…) podríamos haber tenido cientos de muertos y heridos”, dijo el Alcalde de la ciudad.
En este caso, el atacante también usó un rifle de asalto equipado con cargadores de alta capacidad, tenía municiones adicionales y llevaba un chaleco antibalas, dijo Whaley. Sus motivos se desconocen. Fue identificado como Connor Betts, un hombre blanco de 24 años, y su hermana, Megan Betts, de 22 años, figura entre los asesinados en la masacre.
NUEVA YORK PIDE CONTROL DE ARMAS
Nueva York, encabezado por su gobernador, Andrew Cuomo, pidió al Gobierno federal que apruebe legislación para el mayor control de armas de fuego en el país.
“Nuestro país está bajo ataque desde dentro y continuar ignorando lo que está ocurriendo a nuestro alrededor sólo llevará a más matanzas y más tragedia, todo eso prevenible”, afirmó Cuomo en un comunicado.
El Alcalde de la ciudad, el Fiscal de Manhattan y centenares de neoyorkinos unieron sus voces a la del Gobernador.
LAS PEORES MASACRES EN TRES AÑOS
Las Vegas, octubre 2017: 58 muertos, 500 heridos
Un hombre de 64 años disparó desde la ventana de su habitación, en el 32º piso del hotel Mandalay Bay, contra la muchedumbre que acudía a un concierto de música country.
El atacante se suicidó después de disparar a la multitud.
Orlando, junio 2016: 50 muertos, 53 heridos
Un joven de 29 años armado abrió fuego en la discoteca gay Pulse.
El atacante resultó abatido en un tiroteo posterior con la Policía. Previamente, había prometido obediencia al grupo Estado Islámico.
Connecticut, junio 2012: 26 muertos, 2 heridos
El asesino fue un joven de 20 años que se suicidó en el acto. Fue el tiroteo masivo más mortífero en una escuela en la historia de EEUU, y el cuarto tiroteo más mortífero ejecutado por una sola persona.
Texas, noviembre 2017: 25 muertos, 20 heridos
Un hombre de 26 armado entró en una iglesia bautista de una pequeña ciudad rural, a las 11:30 de la mañana, y empezó a disparar. El tirador se disparó un balazo en la cabeza, después de una persecución.
Florida, febrero de 2018: 17 muertos, 14 heridos
Un joven de 19 años disparó contra alumnos y adultos en la escuela de educación secundaria de la cual lo expulsaron por violento.
Fue arrestado sin incidentes una hora después de la masacre.