Aún no hay inscritos a Fiscal General y el MAS alista cambios al reglamento
A días de cerrarse el registro de postulaciones al cargo de Fiscal General del Estado, al momento no hay ningún profesional que oficializó su inscripción. El plazo fenece el 26 de agosto y en su oportunidad el expresidente de la Comisión Mixta, Milton Barón (MAS), sostuvo que esto no debe preocupar porque los trámites que deben realizar los interesados tardan algunos días, por lo que en la última semana la afluencia de los interesados aumentará. En tanto, el oficialismo alista cambios en el reglamento para que los postulantes no tengan que renunciar 90 días antes a sus cargos. “Hay una buena cantidad de profesionales que acuden a las instituciones respectivas para tramitar solvencias fiscales, certificados de no militancia, Registro de
Antecedentes Penales y otros”, mencionó el ahora presidente del Senado.
Acotó que muchos postulantes están haciendo trámites que demoran. Se consultó a diferentes instituciones y dijeron que hay buena cantidad de aspirantes que tramitan diferentes documentos para cumplir con los requisitos establecidos.
La ausencia de postulantes se vivió también en las elecciones judiciales de 2017 cuando los interesados se registraron al filo del cierre del plazo y la cantidad sobrepasó las expectativas de oficialistas y opositores, algo que los primeros leyeron como un éxito y los segundos como mera inscripción de servidores públicos.
Barón informó que para el martes la Asamblea Legislativa convocó a una sesión para tratar la modificación al reglamento de selección y de esta manera permitir que funcionarios públicos puedan presentarse a la convocatoria sin renunciar 90 días antes.
Como parte de este proceso, el miércoles pasado, la Comisión Mixta determinó modificar los artículos 8 y 23 del Reglamento de Selección y Designación de la Fiscal o el Fiscal General del Estado, pero dejando firmes y valederas la convocatoria y procedimientos establecidos.
En las modificaciones se establece suprimir el parágrafo V del artículo 8, (requisitos comunes), al resultar el mismo inaplicable al proceso de designación. Asimismo, se aprueba incorporar un segundo parágrafo al artículo 23 (posesión del cargo), con el siguiente texto:
“Si la persona designada como Fiscal General del Estado fuera servidora o servidor público, antes de su posesión acreditará ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, la renuncia al cargo anterior”.
Sin embargo, estos cambios fueron observados por asambleístas de oposición al sostener que el partido oficialista “está adecuando el reglamento y convocatoria” para facilitar la postulación de personas o profesionales que respondan a los intereses del MAS.
El diputado Luis Felipe Dorado (UD) denunció que la Comisión Mixta de Justicia Plural estaría “acomodando” el reglamento de selección del nuevo Fiscal General del Estado a su medida para que los servidores afines al partido de gobierno puedan postularse sin renunciar a su cargo hasta el día de la designación.
Expresó su sorpresa por la forma “rara” en la que se convocó a sesión el próximo miércoles en la mañana para modificar el reglamento, el cual ya había sido aprobado en Asamblea el pasado 3 de agosto.
OPINIÓN
Sergio Castro. Experto en derecho internacional
‘La Fiscalía se ha vuelto un apéndice del poder’
El proceso de selección del Fiscal General debería ser de adscripción a los intereses de la sociedad, de la CPE y desvincularse de los intereses partidarios. Tristemente se ha visto que en este proceso son adscripciones partidarias, tanto de oficialismo y oposición, y es más grave que elegir a jueces que tengan afinidad partidaria o jueces que hayan sido elegidos por voto popular, porque de un modo u otro a los jueces los puedes corregir en el transcurso del tiempo. Una cosa que preocupa es que el Estado ha usado a la Fiscalía para realizar ciertos procesos de persecución política a agentes fuera del oficialismo y al mismo tiempo para encubrir ciertas cosas dentro. Los fiscales son un apéndice del poder político. Deberíamos cambiar esto y debería ser una elección con participación del pueblo no necesariamente con el voto, porque eso tiene sus problemas, pero con gente que responda a los intereses de la sociedad.