Bolivia en La Haya: de los festejos anticipados al desastre jurídico
Daniel Cárdenas
Los Tiempos /La Haya
El viento del otoño en La Haya acariciaba el rostro de todos los que de a poco fueron llegando desde el viernes por la noche, dos días antes del 1 de octubre. El frío y cortas lluvias acompañarían la mayoría de las jornadas de la cobertura de los periodistas. Pero el momento más frío estaba por llegar y nadie lo presentía.
El sábado por la tarde se dieron las primeras declaraciones desde la Embajada Boliviana en los Países Bajos, primera muestra de optimismo. Se instaló una conferencia de prensa de parte del agente Eduardo Rodríguez Veltzé, acompañado por el coagente Sacha Llorenti y la vicecanciller Carmen Almendras; se mencionó que muchos países estaban pendientes del fallo porque sentaría jurisprudencia en diversos conflictos.
Mucho ánimo positivo
El domingo fue el día en el cual se respiró mucho ánimo positivo. Los periodistas acudieron al Crown Plaza Hotel donde había llegado el presidente Evo Morales, desde ahí partieron en vans y otros vehículos junto a todos los miembros de la comitiva del Gobierno a almorzar, el lugar elegido fue el restaurante Simonis, cerca del mar del norte. El menú incluía mariscos y pescado, antes que llegara la comida un miembro de la mesa del Presidente dijo “casi con un pie en la playa”, a lo que el Presidente respondió “esa playa”.
A los periodistas les dejaron hacer imágenes y más tarde alguien de comunicación del Gobierno ordenó a los periodistas estatales sacar fotografías y videos de los trabajadores de prensa de los otros medios.
Hubo más fotos, en la mesa principal surgió la idea de una selfie de los presentes con el Presidente, la Ministra de Comunicación consiguió un selfie stick (palo para autofoto), el agente Rodríguez Veltzé sacaba las fotografías, luego llegó la cerveza para brindar por que al día siguiente se dé un buen resultado. Casi al final pidieron a los periodistas hacer una foto con el Presidente.
Después del almuerzo, volvieron todos al Hotel Crown, ahí nos anoticiamos que llegaba Tuto Quiroga, fue el último en arribar y lo haría recién cerca de las 17:00. A esa misma hora un grupo de bolivianos residentes en otros países europeos llegaban a la Corte Internacional de Justicia cantando el Himno del Mar y hacían flamear sus banderas tricolor, de reivindicación marítima y la whipala.
Los expresidentes y el abogado Antonio Remiro Brotons estaban alojados en un hotel muy cerca de la sede de la Corte Internacional de Justicia, Carlton Ambassador. Esa noche Guido Vildoso que cenaba solo recordó los momentos históricos y cómo Bolivia desde la época de la colonia tenía acceso al mar.
El fatídico día
Llegó el 1 de octubre, llovía desde muy temprano, un chat de periodistas compartía imágenes del Presidente haciendo ejercicio, casi a la misma hora Tuto Quiroga salía a trotar, más tarde publicaría fotos suyas con un arcoíris como una buena señal. Anunciaron que a las 11:00 el Presidente tendría una reunión con el equipo jurídico y la comitiva gubernamental y luego habría un almuerzo con todos, previo al traslado a la sede de la Corte Internacional.
Luego de su reunión, Morales ingresó al salón con una expresión más sería en comparación con el día anterior, luego entró el resto de la comitiva oficial. Los expresidentes llegaron cuando ya comenzó el almuerzo, el primero en ingresar fue Carlos Mesa quien se acercó al presidente Morales, ambos se estrecharon la mano con muy buen ánimo, luego Tuto le decía que su corbata celeste era color pacífico.
Ya dentro el Palacio de la Paz, los periodistas hacían sus despachos en directo, fue habitual ver a muchos usar los selfie stick con teléfonos inteligentes. Por primera vez en este largo proceso de la demanda marítima había una cantidad importante de medios bolivianos.
SEPA MÁS
24 DE ABRIL DE 2013
El canciller David Choquehuanca presenta la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
15 de abril de 2014
Bolivia entrega la memoria a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
15 de julio de 2014
Chile presenta la objeción preliminar.
24 de septiembre de 2015
La CIJ rechaza la objeción y se declara competente para conocer la demanda marítima.
13 de julio de 2016
Chile presenta su contramemoria ante la CIJ.
21 de marzo de 2017
Bolivia presenta el documento de su réplica.
15 de septiembre de 2017
Chile presenta su dúplica.
19 de marzo de 2018
Comienza los alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
1 de octubre de 2018
La CIJ da lectura al fallo de la demanda declarando que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia.
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Recepción suspendida y comida en bandejas
El primero es ser entrevistado fue el agente chileno Claudio Grossman, quien llegó caminando hasta la Corte. Más tarde con seis motociclistas y siete vehículos llegaba la comitiva boliviana.
Pocos minutos antes del ingreso de los jueces de la Corte Internacional se permitió a periodistas y fotógrafos ingresar al salón principal. En ese ambiente un periodista chileno de radio se animó y preguntó al presidente Evo Morales sobre cómo estaba su ánimo a lo que respondió: “Bien”.
El seguimiento a la lectura se hizo desde dos salones, en los cuales habían pantallas gigantes y traducción en español. A medida que pasaban los minutos y conocíamos que la argumentación boliviana se iba desmoronando, el ánimo comenzaba a pasar de sorpresa a preocupación en los rostros. Una voz dijo “estamos perdiendo como en la guerra”, a lo que los otros colegas respondieron con un “shhhh”. El desánimo comenzó a rondar.
Al concluir la lectura del fallo y escuchar las declaraciones de ambos países, se supo que habría una reunión de evaluación en la Embajada boliviana donde participaban, además de Morales, los expresidentes, los abogados internacionales y otras autoridades. Luego saldría el Presidente para emprender su retorno a Bolivia.
Un reducido grupo de bolivianos llegó hasta la Embajada, preguntaban por la recepción a la que habían invitado, la respuesta de uno de los funcionarios fue que ésta se había cancelado. Al fondo del salón se vio una cantidad importante de comida en bandejas y una mujer musulmana se encargaba de ofrecerla.
Al dejar la Embajada, la vida en La Haya transcurría con normalidad con esa cantidad de gente que va en bicicleta, muchos desconociendo que ese día en esa ciudad se dio un fallo que desmoronó la argumentación boliviana, que por tantos años se trabajó para obligar a Chile a negociar de buena fe una salida soberana al mar para Bolivia.