“Tragones” Identifican 3 rutas y Cochabamba es el punto de partida
El trabajo de investigación que realiza la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) logró identificar tres rutas “comunes” que usan los “tragones” o “mulas” para el transporte de droga en Bolivia; el punto de partida es Cochabamba.
El pasado 17 de enero, la Policía antinarcóticos desbarató una banda de traficantes de droga al interior de sus cuerpos y denunció que clanes, compuestos por mujeres, captan a otras personas del mismo género para traficar sustancias controladas de esa forma.
Según la información colectada por Los Tiempos, las tres rutas establecidas son: Cochabamba-Oruro-Pisiga-Chile, Cochabamba-Oruro- Villazón-Argentina y Cochabamba-Viru Viru-Madrid.
Según la información proporcionada por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en 2019 al menos nueve mujeres “tragonas” perdieron la vida y más de 100 fueron aprehendidos y cautelados.
Más mujeres
Al menos el 80 por ciento de los tragones son mujeres de 18 a 30 años, de condición humilde y con necesidad de ingresos de dinero.
El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc por su sigla en inglés) en Bolivia, Thierry Rostan, corroboró este dato. “Sí, tenemos obviamente dentro de las visitas que hicimos en las cárceles y de las entrevistas que hemos podido tener, muchas de las mujeres han sido utilizadas justamente por razones de bajo ingreso, de baja oportunidad para ser mulas de mercancía de sustancias, entonces lastimosamente parecería más fácil utilizar a las mujeres cuando no tiene con qué sobrevivir”.
Red bien organizada
El director general de la Felcn, Javier Maldonado, explicó que existen diferentes “clanes” de tragones identificados, cada organización cuenta con al menos siete integrantes, cada uno cumple con un rol específico.
Una persona tiene la responsabilidad de reclutar a los tragones, otra se dedica a fabricar las cápsulas, la acopiadora de la droga, la que comercializa, mientras que otro integrante prepara a las “mulas”, para tragar las cápsulas de cocaína.
Durante el transporte, hay otra persona que hace el acompañamiento para asegurarse de que la mercancía llegue a salvo y a tiempo. Ya en el lugar de destino, el último integrante del clan se asegura que todas las cápsulas sean expulsadas.
La cantidad de cápsulas transportada por persona depende de su constitución física y cuántas cápsulas pueda tragar. En su mayoría, ingieren de 25 a 30 cápsulas.
“Por viaje les ofrecen un pago de 1.500 (dólares), pero el pago se hace efectivo en utensilios y línea blanca valuado en el monto acordado”, dijo el jefe policial.
Las personas que “escoltan” a los tragones muchas veces no logran ser detectadas cuando la Policía realiza operativos rutinarios.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Daniel Humérez, al respecto, señaló que cuando se habla de narcotráfico y microtráfico en el país “todo el mundo sabe que por el tema excedentario de la hoja de coca es utilizada para actividades delincuenciales. Por eso es que se determinó que existan múltiples operativos para encontrar y destruir estas fábricas de droga”.
Humérez explicó que personal de inteligencia de la Policía logró detectar nuevos caminos que son usados por estos clanes criminales. “Por razones de seguridad no se puede dar a conocer todas las rutas, continuamos trabajando”, dijo.
El Director General de la Felcn explicó que algunas víctimas son captadas en discotecas, donde, previo estudio los “reclutadores”, se encargan de ofrecer y convencer para que se animen al transporte de droga seca o líquida.
Costo de la droga y personas aprehendidas
Conforme pasan los años, el número de tragones aprehendidos incrementó de manera considerable. Según los datos proporcionados por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en 2013 se aprehendió a seis personas; sin embargo, la pasada gestión, ese número subió a 69 personas cauteladas.
La mayoría de los microtraficantes proviene de comunidades del trópico, que por diferentes razones viven en varias zonas, sobre todo al sur de la ciudad.
“Siempre hay un nexo de confianza, puede ser un familiar o amigo de infancia. Lo que los microtraficantes buscan es asegurarse de que no serán denunciados, ya que al conocer a la familia de los transportadores, es más fácil poder manipularlos”, señaló el director departamental de la Felcn, Wily Paz.
El costo de la droga varía en el mercado local, latinoamericano y europeo. Por ejemplo, en Bolivia, el kilo de cocaína cuesta 2 mil dólares; en Argentina, Chile y Perú, el costo asciende a 5 mil dólares. Pero en Madrid, destino habitual, el costo es aún mayor, el kilo puede ser comercializado en 30 mil dólares.
El representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox, informó que lograron contactarse con siete víctimas de estos clanes, las que al ser sorprendidas fueron enviadas a la cárcel.
“Ellas fueron captadas en establecimientos de trabajo sexual legales y clandestinos”, dijo.