Alex Rodríguez, 'Banana': “Wilstermann es mi segundo hogar”
Hace 30 años llegó a Wilstermann un muchacho humilde de 17 años con muchas ganas de colaborar y aprender más cosas en el fútbol, ahora, esta persona se convirtió en un símbolo del club, a quien los hinchas, jugadores, dirigentes y entrenadores valoran y quieren mucho.
Su trabajo a veces pasa desapercibido, empero Alex Rodríguez, más conocido como ‘Banana’, tiene una labor muy ajetreada, es el primero en llegar a las prácticas, con más de tres horas de anticipación, para alistar la indumentaria de los jugadores y el cuerpo técnico, y también es el último en retirarse. La exigencia es mayor cuando los entrenamientos son a dos y tres turnos, porque se queda todo el día lavando y ordenando la ropa deportiva.
La historia de ‘Banana’ comienza el año 1987. Él, al igual que muchos jóvenes asistían a los entrenamientos del rojo para observar el trabajo que realizaban los futbolistas y el entrenador, pero le llamó más la atención el movimiento que tenían Otoniel Novillo, kinesiólogo, y Vladimir García, exutilero, también conocido como el ‘Charango’. Un día se percató que necesitaban ayuda y no dudó ni un segundo en entrar al campo de juego para colaborar.
“Yo iba como un aficionado, me gustaba el fútbol, entonces iba a ver no más las prácticas, en una de ésas vi que Otoniel y el ‘Charango’ necesitaban una mano y fui. Me acuerdo muy bien de ellos porque los dos me enseñaron muchas cosas que hasta ahora me sirven mucho”, recordó con mucha añoranza.
Él no sabía lo que el destino y la vida le tenían deparado para el futuro: convertirse en uno de los referentes del club. Dos años después (1989) los dirigentes lo incluyeron oficialmente en planilla para que tenga todos los beneficios que se merece.
“Wilstermann es mi segundo hogar, donde pasé casi toda mi juventud, he atravesado buenos momentos, alegres y malos también, es una sensación especial trabajar aquí. Conoces gente de todo lugar y la alegría nunca falta”, comentó.
Pero lo que muchos no saben es que ‘Banana’ era jugador de fútbol y soñaba con ser uno de los mejores de Bolivia, le gustaba ser arquero. Jugó en la categoría ‘B’, en San Pedro. “Un puesto equivocado por mi tamaño, pero cuando era joven era muy ágil”, confesó.
Pero Dios tenía otro camino marcado para él... alzar cuatro títulos ligueros (2000, 2006, 2010 y 2016) y acompañar al equipo en seis Copas Libertadores de América (1995, 1999, 2001, 2004, 2011 y 2017) y tres Copas Sudamericanas (2007, 2014 y 2016).
En los 30 años al servicio del rojo, ‘Banana’ fue testigo del paso de varios jugadores, entrenadores y dirigentes. Remarcó que todos siempre dejan alguna enseñanza, pero al que más recuerda es al extécnico de aviador, en 1986, Raúl Pino, quien le dejó una frase que hasta la fecha se ha convertido como un legado de vida: “El fútbol está lleno de detalles y hay que seguir aprendiendo”.
Comentó que en su labor le tocó trabajar con jugadores nacionales y extranjeros que eran algo exigentes, pero también hizo varias amistades con los mismos. “Jugadores han pasado miles. En épocas teníamos futbolistas nacionales que eran muy exigentes. De los extranjeros todos vinieron y dejaron enseñanza. Algunos jugadores imitan lo bueno y otros lo malo (exclamó una sonrisa). Es lindo compartir sus hábitos y costumbres. Es bonito compartir tantas amistades”, dijo.
Mejores recuerdos
Los aficionados siempre observan a ‘Banana’ salir del vestuario norte del estadio Félix Capriles para festejar los goles, y no es casualidad que varios jugadores lo buscan para festejar sus tantos.
Pero dentro su baúl de los recuerdos, está marcado aquel partido de 1994, cuando Wilstermann jugó con Independiente Petrolero de Sucre la final del torneo Apertura. En la ida el rojo ganó (3-0), en la vuelta, perdió (1-0) y en el tercer partido, en la ciudad de La Paz, los aviadores hicieron una hazaña al revertir un marcador en contra de 3-0, al final terminaron imponiéndose 5-3. Resultado que les daba el boleto para jugar Copa Libertadores 1995, contra Alianza Lima y Sporting Cristal, ambos de Perú.
“Volcamos el resultado cuando ellos nos ganaban 3-0 y nosotros terminamos ganando (5-3). Recuerdo a Demetrio Angola (2), Wálter Maladott (2), Gastón Taborga (1), ese día hicieron los goles y ése ha sido el campeonato que más me gustó”, dijo.
Luego, añadió que también tiene un recuerdo especial del camino al ascenso, en 2012. “Era una etapa dura, no cobrábamos sueldos. Salimos campeones y descendimos. No había ni recaudaciones, no había fondos ni para viajar. El ascenso es como si hubiese nacido de nuevo el club. Hemos sufrido pero ha sido una gran alegría”, finalizó.