Día Mundial del Sueño. Dormir poco produce déficits cognitivos y de memoria
Cada año, el viernes previo al equinoccio de marzo, se conmemora el Día Mundial del Sueño para concientizar a la población acerca de la importancia de dormir bien. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos del sueño afectan a cerca del 40 por ciento de la población mundial.
Esta efeméride, establecida por la Sociedad Mundial del Sueño (World Sleep Society) desde 2008, busca hacer un llamado a la acción sobre temas importantes relacionados con el sueño, incluida la medicina, la educación, los aspectos sociales y la conducción. El lema establecido para este año es “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”.
Para evitar situaciones críticas relacionadas con el descanso, es necesario seguir una serie de conductas sencillas como evitar el uso continuado de pantallas, especialmente en la noche; los horarios laborales nocturnos, o cenar poco antes de dormir.
La dificultad para conciliar el sueño y otras patologías relacionadas con el descanso afectan al rendimiento diario y producen déficits cognitivos y de memoria, además de problemas de salud como ansiedad o depresión, por lo que el sueño productivo es esencial, explica la neuróloga Carolina García, especialista en sueño.
“El dormir bien ayuda a la persona a tener mejor concentración y pensar con más claridad. Mientras que la falta de sueño puede influir en múltiples aspectos, sobre el humor, capacidad de razonamiento, puede afectar a la salud mental con alteraciones psicológicas o psiquiátricas como la ansiedad, depresión, cambio de carácter, alteración de la personalidad o cambios en la conducta alimentaria”, indica la experta.
Para controlar el sueño y descansar mejor, García aconseja lo siguiente: acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, realizar actividad física moderada para promover el sueño; sin embargo, debe evitarse el ejercicio, al menos tres horas antes de dormir, evitar comidas excesivas antes de acostarse, evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco cerca de la hora de dormir; además ayuda realizar actividades placenteras que exijan atención total.
A su vez, resalta que mientras la persona duerme también se produce una serie de hormonas, como la del crecimiento, “por eso es tan importante que los niños duerman”, aunque en los adultos afirma que esta hormona también es importante para la reparación de tejidos. Asimismo, dormir en exceso, dice la experta, puede afectar el buen funcionamiento del cerebro y la salud mental. “Hay evidencia científica de que dormir más de lo necesario puede aumentar las probabilidades de padecer demencia”.
Por su parte, el doctor en Psicología Clínica y de la Salud y docente en la Universidad Internacional de Valencia (VIU, por sus siglas en inglés) Joaquín Mateu advierte que “al dormir adecuadamente, el cerebro elimina un péptido conocido como beta amiloide, relacionado estrechamente con enfermedades tales como el Alzheimer y la angiopatía mieloide”, por lo que, si no se duerme lo suficiente, este péptido se acumula y se encuentra masivamente en los cerebros de quienes sufren demencia al llegar a la vejez.
Asimismo, Mateu advierte de que quienes duermen menos horas de las que verdaderamente necesitan “tienen más riesgo de sufrir pensamientos intrusivos y recurrentes, comunes en muchos problemas emocionales”.