En el primer semestre de 2024, Bolivia registró una inversión extranjera directa (IED) neta de 136 millones de dólares, marcando una recuperación significativa en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando la IED fue negativa, alcanzando los -74 millones de dólares, según el Banco Central de Bolivia (BCB). Este repunte ocurre en un contexto de reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y escasez de divisas, aunque los montos siguen siendo notablemente inferiores a los niveles previos a 2014.