En los últimos años se ha visto una tendencia en los problemas de salud mental que afectan, sobre todo, a nuestros hijos y que se derivan de un uso indiscriminado de las redes sociales. En aplicaciones tales como Instagram, nuestros jóvenes están inundados constantemente con imágenes de personas con cuerpos “perfectos”, poco realistas y mágicas dietas que pretenden solucionar todos los problemas de imagen corporal. A su vez los filtros del TikTok y Snapchat crean la sonrisa perfecta, la cintura más delgada o la piel más perfecta.